domingo, 14 de octubre de 2012

El campo...

El campo

se queda
sin cerebros:

La cosa viene de mucho tiempo atrás, pero los pocos que quedan al no dejar hacer nada en el campo, se fugan, se van, se marchan...

Hay trabajo, pero no te dejan trabajar; el miedo o medio ambiente vigila y controla, para que nadie haga nada en el campo, razón ésta que hacen coger las maletas o bártulos e irse a cualquier lado.

Antes, trabajaba todo el mundo en el campo; cada vez se trabaja menos porque está todo protegido, y no se puede tocar la tierra, ni un yerbajo cualquiera.

Los que trabajaban en el campo, andan ahora buscando trabajo fuera (fuera del campo, y fuera de la isla e islas). Se acabó la construcción, se acaba el turismo, y no dejan volver al campo. Mientras ande el miedo ambiente asombrando con multas a la gente del campo, se huye del campo y no se planta nada, ni se cuidan ya animales. Todo se asilvestra y llena de retamas y tabaibas.

Ahora sin cualificación, porque lo que saben hacer el ordeñar cabras, y plantar papas, no les dejan hacer ni una ni la otra. Todos se marchan del campo; el campo se vacía y se llena de maleza y basura. El campo está muerto.

Nadie está por la vuelta al campo. El cabildo lo prohíbe y multa al que haga algo en el mismo. Tenemos los mejores campesinos del mundo, y se nos van por el mundo. Y hace falta la experiencia y la sabiduría de estos doctores, sabios y cultos hombres de la tierra, pues lo de ellos es agricultura, cultura del campo. ¡Y la estamos perdiendo!

Ya no se cultiva el campo, ni hay ganadería. Los hombres del campo, están en paro. No encuentran trabajo en el campo. No se puede tocar nada, ni restaurar nada, ni reabrir un camino tupido por la maleza, ni limpiar un estanque, ni arrancar una retamita que se haya nacido en el otro tiempo terreno de cultivo y hortalizas. Nada se puede tocar solo a riesgo de saladísimas multas y cárcel.

Y, auque el cielo nos mande agua, de nada nos vale; la agricultura ya no se beneficia de ella, que corre toda hacia el mar, regando retamas y pinos. Se marchan todos del campo (quedan los ancianos, enfermos y pobres).Los formó la tierra, y abandona su tierra, la tierra. No hay otra salida, sino salir.

El Padre Báez.

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