martes, 2 de octubre de 2012

el cabildo roba...

El cabildo roba-tierras:

Piérdase usted, por el interior de la isla; vague usted por los pueblos del interior, aléjese de la ciudad; lléguese a donde no puede pasar o seguir a pie; caminos intransitables, obstaculizados, cerrados, impenetrables..., la invasión de tierras por parte del cabildo, va reduciendo la isla. Este es el gran problema, y nadie dice nada. Nadie pelea la tierra. Este conflicto late latente, no llega a la gran ciudad; la prensa no sabe nada. El centro de la isla, ya casi desértico, solo tiene pistas, para los todos terrenos del cabildo, dueño de casi todo, con candados o/y barreras imposibles de acceder o simplemente pasar, cuales fincas privadas. Y nadie protesta, a pesar del desalojo del campo, para quedárselo el cabildo inutilizado, y como terreno pro-pinos, para unos pájaros azules que no existen. Tierras ilegalmente (moralmente hablando) robadas o usurpadas a sus dueños, por intermediarios que susurran mentiras al oído de pobres gentes que van a dejar desheredados a sus descendientes, del mayor bien: la tierra. Y así, la hacienda cabildicia, crece cada vez más con pretensión de tener toda la isla suya.

Nadie defiende al campesino. El cabildo ocupa sus propiedades. La ganadería desaparece. Nadie se rebela. Solo queda odio contra el ladrón que les ha robado con engaños y mentiras. Nadie pugna por recuperar lo suyo, lo que le pertenece. Se inflan las ciudades; se vacía el campo (ya sin agricultura). Acaban con la gente del campo. Este, es un tema y asunto olvidado; y lo es del pasado, y lo es del presente (¡y son muchos los afectados!). Todos guardan silencio; incluso los robados. Es, un conflicto, que no existe, y sin embargo, está ahí. Nadie se queja. ¿Cómo puede ser, que el cabildo sea el dueño de Artenara en un largo 93 % de su territorio? ¿Qué explicación tiene que el cabildo sea el dueño de un 15 % de la isla?
Nadie denuncia esto. Esas fincas robadas, han creado paro. Tenemos un cabildo latifundista, frente a unos pobres excampesinos marginados o arrinconados. Hay un cabildo (que debe desaparecer y devolver lo mal adquirido), un cabildo que es un terrateniente, ¡el mayor! Está, matando poco a poco el campo.

Esta es la triste Historia jamás escrita, de nuestra desgraciada isla. La cosa comenzó hace ya sesenta años, en 1950 (¡y sigue!). Y es, el mejor argumento, para una película, pero... No se respetó la forma de vida del campo. Ni su economía. Y ahora, si pisas algo del cabildo te atacan y multan; tiene un ejército (de parásitos), que lo cuidan, y se exceden y van más allá, a toda la isla, con su protección hasta en lo privado; de tal manera, que nadie puede ni tocar lo suyo, con lo cual de hecho, toda la isla es del cabildo. No se recupera el campo, todo lo que hacen es un  paripé (¡huertos urbanos: cargados de contaminación, entre coches, detritus, aguas sucias...!). Se empeoran las condiciones de vida. No se progresa. Una vaca, como no sea en romerías, no se las ven por ningún lado, ¡y siempre las mismas! Nuestra dependencia –al no producir nada- es total del exterior. Se ha violado el derecho a la propiedad (y no se resarce o devuelve). Hay miedo; mucho miedo. La indignación, no se pasea por los campos. Nadie planta cara al cabildo. Lo agrario, ha desaparecido, por culpa del cabildo, reteniendo y quitando tierras. Nadie toma la causa del campo. El cabildo –repito-genera desempleo. El poder cabildicio, se ha hecho con las tierras de pequeños agricultores. Los dueños de esas tierras, no las reclaman (y tienen derechos de devolución).

Falta un abogado, que aglutine a los desheredados del cabildo, que recoja antiguas escrituras;  que reúna todo el material y a todos los afectados. Cuenten cómo les engatusaron, para quedarse con sus tierras. Cómo por cuatro perras –muy por debajo del valor real- les quitaron lo que les pertenece. Se salvaría así nuestra cultura milenaria. Se haría justicia. Hay que frenar al cabildo y hacerlo devolver lo que no es suyo. También el gobierno autonómico y otros son cómplices. Sobretodo los medios de comunicación social, que nada –absolutamente nada - dicen de esto. Los afectados, deben asociarse, y luchar juntos. Los pinos, son un mal negocio...

Esto, me dice un amigo:
“... tengo una parcelita de terreno, planto 3 surcos de papas -a ratos-, también tengo 5 gallinas y tres gallos, (No se lo digas a nadie que se entera el kabildo y me plantan pinos)...”

El Padre Báez.

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