lunes, 22 de octubre de 2012

Medioambientalidad...

Medioambientalidad, ¿o miedoambientalidad?

Que no es uno periodista, ¡ni cosa que se le parezca!, no voy ni me van a dar, ni lo espero y mucho menos no lo merezco, un premio, pero que lleva uno la friolera de cuarenta años luchando contra el miedo o medio ambiente es una verdad como una catedral. Por supuesto, que los atacados a diario por un servidor, encima no te van a premiar; ¡al contrario, si pudieran me sepultarían!

Y es que difundir como lo hago, las tropelías, los abusos, las corruptelas, los mangoneos, los chanchullos, etc. de un ejército desplegado contra los pobres hombres del medio o campo, no es para un reconocimiento, sino para que por fin de una puta vez, le hagan caso a uno, que de esto, por la información, por el contacto, y por tratar sobre esto durante tantísimo tiempo, sabe uno –humildad aparte- un poco. Y más que nada, por haber nacido en el campo, criado en él, y por patearlo y al estar en continuo contacto con las pobres e inocentes víctimas, que a diario se me quejan dándome razón de multas, prohibiciones, ataques, insultos, amenazas, etc., etc. por parte de quien debiera –también (y a ellos sí, por mantener el medio, aunque sea con miedo)- premiar. Pues, ¡no señor!: todo lo contrario, van a por ellos, van a la caza del campesino (agricultor o ganadero,  únicos garantes y defensores natos del medio sin cobrar, sin gafas negras y sin uniformes y coches oficiales, que pagamos entre todos para que paseen y hagan perrerías al pobre que no sabe y teme defenderse, y solo pagan y callan).

Que anda uno, en esa labor impagable de sensibilizar y de conservar el campo en su pureza, y en las mejores manos que son las de los pocos ancianos que nos van quedando, porque los jóvenes han sido obligados a abandonar el medio cuyo único medio de vida es o sería -si les dejaran hacer lo que hicieron sus padres y abuelos-: cuidar del terreno y de los animales (acción perseguida, cuales  si terrorismo fuera medioambiental, cuando lo único que hacen es protegerlo y mantenerlo; ahora, prohibido hacerlo y perseguido y vigilado.

Ya es desgracia -¡y grande!-ningún Medio de información, se ocupe del medio o miedo ambiente como si los periodistas y directores de periódicos, tuvieran miedo del medio y miedo cabildicio, de perder la hoja anual de publicidad, por lo que no se atreven, ni a mencionar el tema ambiental o natural (el campo), a pesar de la materia e información que a diario les facilito y paso por correos electrónicos (comentarios y popurríes) y facebook. Lástima, no se ocupe sino de carnaval, papagüevos, y procesiones (homilías no dan ni una). Y si al menos una paginita semanal, cuando no ya diario, como lo hace un servidor, los Medios debieran ocuparse del medio sin miedo. Si así lo hicieran, el premio fuese un mayor número de lectores, pero ciegos por una publicidad anual (cada 365 días)  de una página verde promocionando los pinos, callan como bellacos, y dejan solo a un servidor y sin darle cobertura, sino palos, cada vez que les doy motivo o sin ellos.

Conservar el campo y las actividades del y en el mismo, debiera ser el primer objetivo de información, dado que nos sacaría de la crisis, del paro, del hambre y evitaría la emigración de nuestra gente (jóvenes y menos jóvenes que se marchan), que abandonan nuestras tierras para ir a trabajar otras fuera. Conservar y no prohibir, es lo que debe hacer quienes siembran miedos y se llaman medio ambiente, y gracias a la represión y persecución con multas y sanciones, en lugar de proteger el patrimonio natural, lo degradan al asilvestrarse todo y perder toda la etnografía, tierras, cultivos y transformación en un retamal-tabaibal, que nada da y hasta imposibilita andar por el campo, desapareciendo el senderismo, la economía y el trabajo y vida de siempre.

Pienso, aunque no entraría en concurso, se debiera premiar trabajos periodísticos en defensa del campo o medio, dando así la posibilidad que algunos pierdan el miedo, y se dediquen a defender el medio en los distintos Medios de comunicación. Labores las del campo, que de desaparecer lo poco que queda, habremos perdido la mayor de las riquezas, pues ya lo dicen los términos propios con los que se les señala: “sector primario” o primero, y lo más importante es que no ocupa ni un renglón en la prensa escrita, ni un minuto en las emisoras de radio (salvo en las que participo), y ni una imagen en las televisiones.

Se nos echa encima una gran tragedia, y nadie quiere verla, ni señalarla, ni verla venir, cuando nos está pisando los talones el hambre. Son muchos los ojos cerrados, para no ver la que se nos echa encima: muerte por hambre y paro por prohibición de miedo-medio ambiente, que no deja tocar el campo, ni a personas ni a animales (recluidos éstos, y encarcelados sus pastores si se atreven a cometer la locura de hacer un corral de cañas en un barranco perdido, para encerrar el ganado y poder ordeñarlo, con multas al canto por un simple cañizo arrimado a un risco perdido, hasta donde llegan los ojos escudriñadores y escrutadores del medio-miedo ambiente (caso real y actual).

Miedo o medio ambiente, está acabando con el medio natural (agrícola y ganadero), cuando estas islas vivieron desde siempre de la tierra y del cuidado de los animales; ahora, ni una ni otra actividad está permitida, sino perseguida.

Tenemos la desgracia de un cabildo o administración, que solo persigue y castiga al que intente o haga algo que siempre se hizo; cuando la obligación de los que gobiernan debiera –es, o debe- ser la de facilitar, no obstaculizar y ayudar y defender a toda esta actividad; la única que saca gente del paro, devuelve la economía y riqueza perdida, dándonos independencia y la posibilidad de exportar nuestros excedentes, si nos dejaran cultivar y cuidar del ganado.

Dicen conservar y lo que hacen es momificar y petrificar el pasado, sin permitir se vuelva a lo que siempre se hizo. Así, nuestra naturaleza o ambiente se pierde, como es el caso de la flora y fauna, reducida a la mínima expresión: hormigas por todas partes y solo retamas con tabaibas, más pinos por todos lados.

Sin materia alguna para ninguna industria, solo producimos mierda y basuras, malezas y cardones, con una normativa que protege a estos hierbajos, que son puro veneno y desertizadores del terreno al que vuelven estéril, y alejan las lluvias al desertizase la isla o con un sistema y plan donde no te plantan, ni dejan hacerlo, un solo nogal y castañeros que atraen el agua y nos dan comida.

El Padre Báez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario