Largo
paro tabaibero...
... persiste la crisis, y aumenta. Las previsiones,
no pueden ser más pesimistas. Por ningún lado aparece alternativa alguna, ni
programa contra tantos problemas como los que nos aquejan. Y no hay cambio
político, sí en las pobres mentes de los desgraciados tabaiberos y sus
actitudes. Incierto futuro, pero previsible. Los malos tiempos no acaban, y
parece no tener prisa en ello. Con ventanas cerradas, imposible ver horizontes.
Solo quedan y tenemos corruptos. La democracia, está muy bien manchada.
En el
horizonte, solo se ven tormentas. La autoridad, sin prestigio, y sin autoridad. Asciende el paro; se estanca
la política. Sigue la crisis. Así no podemos seguir y ello está más claro que
el agua. Estamos sin alternativa. No hay crítica alguna. Sí, se navega contra
corriente. Y los periodistas, sin cumplir con su deber. Estamos en miserias (y
ciego quien no las vea). Sin rumbo, a puerto alguno. Solo hay una enorme
perplejidad en el panorama. El momento es altamente preocupante. El entorno, no
nos invita al optimismo. No nos dan respuestas a tantas preguntas lanzadas al
aire; nos distraen con discusiones bizantinas. El panorama político en su
conjunto, no puede ser más esperpéntico. La salud de la economía es gravísima.
¿Acaso podemos estar en una situación peor? Nadie dimite, a pesar de la truhanería
en la que viven y gobiernan, y no voy a poner ejemplos por ser notorios y
notables, salvo para los ciegos por el fútbol y los carnavales (éstos, antes
que la Navidad, y posterior y por medio año). La situación es anómala en todos
los sentidos y direcciones. En el campo, contra el miedoambiente se huele a
pistolas; para las cabras, hay rifles. Y, ni se oyen voces, y no hay crispaciones.
Vivimos momentos grotescos, que nos los ocultan con mentiras y basuras. Siguen
los disparos contra las inocentes cabras; todos callan. Se respira muerte, por
todas partes. Se disparan tiros, sin ser interferidos. Y siguen. Y no se oye
nada. Y, ¿quién nos protege? Miedoambiente con metralletas en mano, habiendo
humanos entre cabras. ¡Fuegos en los campos, con impactos en el ganado! Larga
se nos está haciendo la noche, con esta balacera. Esto, ya dura demasiado. El
desempleo, está asegurado. Nada se reforma a pesar de las inminentes
elecciones; todo sigue igual, y a peor la cosa (“¡al medir contaremos!”),
La filosofía huye y se escapa, se esconde (las cabras [también la matan]).
Carecemos de pensadores. No hay profundidad crítica. No hay proyectos políticos; no nos presentan
proposiciones. Ha huido la razón. También la libertad. Ya todo es urbano y
placer. Consignas caducas y clichés baratos. Los doctores de la universidad,
callados (en sus bocas no entran moscas). Los sociólogos solo hacen
encuestas amañadas (¡ah, más que cerdos!). En el miedoambiente, especialistas y
expertos, ¿en qué? No amanece un día nuevo. Seguimos en la noche...
El Padre Báez, que por más que lo intenta, no puede
salir de este pesimismo realista en el que nos han envuelto la clase política, la
misma que nos llama el Domingo, para que vayamos a votarles (¡vayan a Misa,
primero!). Yo, (un servidor), los boto a todos. Y ello desde la fe que profeso
y la libertad de conciencia que tengo.
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(por las
cabras):
“... que en los montes, haya paz...”
(salmo 71). / (por el comentario): “... ¿me van a pedir cuentas?, ¿me
van a dar instrucciones?...” (Is. 45, 1-13). / (sobre las cabras): “... su refugio son los montes (y el cabildo), las reduce a polvo...” (salmo 89). / “... echaron sus cadáveres a las aves del
cielo, derramaron sus sangre como agua, y nadie las enterraba... y esto, ¿hasta
cuándo?...” (salmo 78). / (el cabildo): “... se burla de nosotros..” . (salmo 79).
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