... nuestra ruina: los pinos se secan y mueren por acción tan dañina de
cabras y ovejas, y si una imagen vale más que mil palabras, ahí lo tienen.
Razón tiene miedoambiente cuando mata cabras guaniles, porque dicen -y ya ven
es verdad- las cabras y sus hermanas las ovejas, se comen los pinos, y no
prueban la hierba. Mejor, incluso, creo que estas ovejas de la foto,
domesticadas por el sabio pastor, las ha enseñado a respetar los endemismos, y
ya ven cómo no prueban la hierba protegida, y solo comen pinocha.
Hay que matar
ovejas y cabras, porque si siguen estos animales, que además han sido
introducidos, se van a cargar los pinos, que existen desde la creación del
mundo en nuestra tierra, con exclusiva a tal producción de madera, que
exportamos. ¡Muerte a las cabras y a las ovejas, porque se comen los pinos! No
hay derecho que unos animales foráneos, invasores, se coman la flora, vivan haciendo
tanto daño, no es de recibo: ¡fuera el ganado, y palos de desaparición a los
pastores! Todo de pinos, y ni una oveja, ni cabra más. Despreciemos la leche de
cabras y ovejas y comamos pinocha, que alimenta una barbaridad. Los pinos, son
una maravilla en la mesa y bien cocinados, la leche de cabras y ovejas no tiene
nada que ver en comparación. ¡Qué buen acierto ha tenido el cabildo de quitarles
el terreno de pastoreo a los pastores para llenar la isla de pinos! Si un litro
de agua vale tres veces más que un litro de leche de cabra o de ovejas, ¿qué
razón hay para mantener los ganados, aparte del daño que hacen a los pinares? ¡Salvemos
los pinos depredados por los ganados! Obsérvese en la foto, el estado de los
pinos, cómo las ovejas han tirado al suelo ya varios ejemplares de pinos, que
nos dan la mejor madera del mundo, que exportamos al mundo y son nuestra
riqueza y mejor economía. Toda la tierra para los pinos, y ¡tiros de rifles a
las cabras y a las ovejas! ¡Invasoras cabras y ovejas, vuelvan a sus lugares de
origen! ¡Librémonos de esta plaga de cuatro patas, con ubres y lecheras, que
además llenan el campo de cagarrutas!, ¡oh, qué asco! ¡Limpiemos el Gran
Tabaibal de tanta suciedad (cabras y ovejas)! Compremos leche en polvo o
productos lácteos, o si quieren leche-leche compre la leche asturiana, y la canadiense,
¡esas sí que son leches, frescas, nutritivas, buenas, no la de cabras y ovejas
que saben a resina y nos envenenan...!
El Padre Báez, que felicita al Brito del cabildo, consejero matacabras por acción
tan benefactora para el Gran Tabaibal, que se va a ver libre de ese cáncer que
son las cabras y ovejas que se comen los pinos, y nos vamos a quedar a este
paso, sin un pobre pino donde se posen los pájaros azules.
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