Las
últimas cabras que nos quedan, nos las matan...
...que se nos acaban
las cabras, y están rematando las pocas que quedan. Andan por ahí escasas un
centenar y, ¡van a por ellas! Antes, lo rural era para el cultivo y los
animales; ahora, para correr desalados, arrancándoseles el alma a pobre gente
con el cerebro lavado, que previamente tiene que vestirse y calzarse de la
forma que ellos les indican, ¡y les cobran por correr!, ¡menudo negocio! Da más
que plantar papas o tener ovejas. Y los hay que le siguen la movida:
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Jonathan Rodríguez Santana
Padre Báez, no puedo reseñar nada ante lo que usted dice, porque es verdad lo
que usted habla. Por mi parte decirle que claro que es rentable, a finales de
Enero estaremos corriendo por San Mateo, en la Ruta de los Molinos, pagaré 45
euros por ir a correr, a una media de 500 corredores multiplique a ver si da o
no dinero. Un abrazo de un seguidor acérrimo.
Ya, ni el patrimonio agrario y ganadero interesa
conservarlo, sino destruirlo por mor de un nuevo negocio de ropa y calzado deportivo,
que da más “leche”. Nada importan las tradiciones, y la forma más limpia de
trabajar, honradamente, cuidando animales y la tierra, que te da comida,
libertad, dinero, paz, familia, valores, principios, etc. Profesión que se
acaba, la del pastor (y la del agricultor, igual). Profesión y no deporte,
trabajo y no entretenimiento, ordeñe y guía del ganado, madrugadas y multas por
pisar terrenos protegidos y de pinos, donde antes nunca los hubieron, robando
al presente terrenos a unos y a otros (pastores y agricultores). Ya los perros,
no cuidan ovejas, ni cabras, sino en casa entre sillones y mantas, gordos como
cochinos y asquerosamente ensuciándolo todo, en lugar de seguir a cabras y
ovejas en kilómetros adelgazantes. Acaban con las cabras; sentados todos en las
gradas del estadio o delante del televisor o/y radio con los del fútbol en sus
campos (no de ganado y cultivo) de céspedes. Es salud que se pierde junto con
ello. Ya sin queso tierno (¡ni curado!, todo de fuera, y malo). Se acaban esos
hermosos ejemplares de cabrones o machos cabríos. Ya, las únicas cabras que
quedan por esos riscos, tienen sentencia de muerte. ¡Claro, las cabras exigen
atendimiento fijo, exigen entrega y sacrificio!; pero, a cambio tienes
libertad, trabajo, comida, dinero, paz... La cumbre se vacía. Se acaban los
pastores... Las cabras se nos
van a los riscos, y van a por ellas, nos quedamos con la crisis, en lugar de
con las cabras. Y compañero era el perro que acompañaba al cabrero, ahora es
mascota...
El Padre Báez, sabe que desde que ha habido vida, hubo
pastores; ahora, sin ellos se nos va la vida. Vivir sin cabras, es vivir menos
y peor. Cuidar cabras fue parte de nuestra Historia desde su comienzo, y
siempre nos acompañaron. Se ha pasado del campo, a otro campo, desde el que da
vida, al de deporte; el primero te da leche, el segundo...
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“... montes y cumbres... cabras y ganados,
bendecid al Señor... (¡y
también los corredores!)” (Dn. 3, 37-88.
56). / “... los pastores fueron corriendo y encontraron a María y a José y
al niño acostado en el pesebre...” (Lc. 2, 16-21). / “... ¿No sabéis que en las carreras del estadio
todos corren, mas uno solo recibe el premio? ¡Corred de manera que lo
consigáis! Los atletas se privan de todo; y eso ¡por una corona corruptible!;
nosotros, en cambio, por una incorruptible. Así pues, yo corro, no como a la
ventura; y ejerzo el pugilato, no como dando golpes en el vacío,
sino que golpeo mi cuerpo y lo esclavizo; no sea que, habiendo proclamado a los demás, resulte yo mismo descalificado..." (1 Cor 24-27). Entremos en el 2016, con esta disposición.
sino que golpeo mi cuerpo y lo esclavizo; no sea que, habiendo proclamado a los demás, resulte yo mismo descalificado..." (1 Cor 24-27). Entremos en el 2016, con esta disposición.
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