caballo

Caballo, no es igual que las cabras...

... muere un caballo en Santa Brígida, y van a por el dueño; mueren a tiro un centenar de cabras por el Cabildo, ¡y no pasa nada! La muerte del caballo, pudo ser por enfermedad, por viejo, por hambre..., pero las cabras estaban sanas, eran jóvenes, y estaban bien gordas. Mueren cien cabras (a tiros), y no es noticia; muere un caballo, y lo es. ¿Quién puede saber si el caballo murió de hambre? Saben murió a las 03,00 horas de la madrugada, ¿por qué si lo estaban velando, no le echaron de comer?

¿Murió o lo dejaron morir asistido, mirando al reloj?, Murió, ¿o lo mataron de hambre? Hay principio de maltrato animal, ¿qué pasa, las cabras no han sido, son y serán maltratadas? El sabio veterinario, ya sentenció la muerte del equino: maltrato. Y si enfermo, ¿no tenía que morir, sin apetito o ganas de comer por la enfermedad? Si estaba en una finca, ¿cómo no comía hierba que ahora hay en abundancia? Pero, ¿investigan lo de un caballo, una mota en el ojo ajeno, y no averiguan, estudian, y persiguen al matador de cabras (en la persona del cabido, y en número de un centenar)? ¿Acaso cien cabras no valen lo que un caballo viejo y enfermo? ¿Y si murió de muerte natural, como cualquier anciano de cien años, delgado y desnutrido? ¿No es el cabildo el maltratador mayor del reino, el número uno de animales (las cabras que ha matado, ha dejado heridas, y sin madres a tantos baifitos? Lo del caballo, puede que sea un posible maltrato, pero las cien cabras a tiro, ¿también es un posible maltrato? Se le abren diligencias al desgraciado dueño de un caballo que muere, ¿y no se abren diligencias al cabildo por matar un largo centenar de cabras, que las deja morir heridas, desangrándose, enriscadas, caídas, cojas, etc.? Este, ¿es también posible o real sufrimiento y mal trato? La situación familiar en trámites de separación pudo influir en la desatención del caballo, ¿y en el caso de las cabras, cual pudo ser el detonante, o cuál el detonante?, ¿tal vez -y sin tal vez- cobrar de europa? ¡Ah, y lo del veterinario, no deja de ser una opinión! ¿Quién sabe la verdad? Pues, por la muerte de un caballo, habrán detenciones, la cosa llegará al Juzgado, y de ahí cabe esperar multa y cárcel, pero al cabildo por cien veces más lo mismo, ni multa, ni cárcel, ni nada, ¿es eso justicia? ¿O es que hay una doble vara de medir?

El Padre Báez, que haciendo comparaciones entre el caballo, y las cabras, como que no le calza ninguna pieza. Muy al contrario, sale muy mal parado quien desde fuera del cabildo cometa la más leve falta, mientras que las gravísimas del cabildo, nadie las ve. Agravio comparativo: a ti no te dejo pasar una. Mientras, yo (cabildo), ¡ancha es Castilla!, y contra mí, nadie, porque de lo contrario, lo retiro del reparto. ¡Ah malandrines (por decirlo finamente)!

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Y ahí va, ¡una de tantos entre miles!:

“Lo que hace el Cabildo es de vergüenza. Sin duda, los Grancanarios estamos aplatanados, inmóviles ante lo que nuestros ojos ven; hasta que lo normalicen. Ya verán en unos años diciendo: ¡ya es octubre, caza de cabras, como marca la tradición!
Gracias Padre Báez por abrir los ojos a más de uno”. (Carlos).

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Permítanme también este otro, de un hermano sacerdote:

“Fernando  (...) a seguir a pesar de las noches oscuras (...) Que la salud siga contigo y llevándote por senderos  donde no haya ni leyes cabildicias sino evangelio puro.  Oye, qué bueno (...) esas buenas ideas que el ángel te da (...), hombre indomable por donde  vayas, por todas partes (...) tu hermano”.  (Paco Martel Pbro.).

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Y, como “no hay dos sin tres” ahí va el tercero (otro):

“Ante la carnicería que han llevado a cabo los matones del Kabildo, asesinando a tiros a centenares de cabras, que sobrevivían en los pinares donde no le hacían daño a nadie, les propongo: que para el día de Reyes les regalen a sus hijos una baifita, un corderito, un par de pollitos o un pato, ¡pero nunca un perro!

Ante tamaña barbaridad, tengo que decir que el personaje que dio la orden de asesinar las cabras -nuestro ganado guanil-, esos personajes son: unos canallas...” (J.R.M.).