Las tabaibas y el ttip
nos tupen, y hacen tripas...
“... somos... los pobres que
enriquecen a muchos...” (de la segunda carta de san Pablo a los
Corintios).
“... os agravia...”
(Jesucristo, en el evangelio de san Marcos 5,
38-42).
“... no aceptaré... urde el
engaño... te acusaré, te lo echaré en cara...” (del salmo
49).
“... será el árbitro de las
naciones, el juez de pueblos numerosos...” (del cántico de Isaías 2,
2-5).
“... malvados, esperan para
perdernos...” (del salmo 118).
“... hasta que lograrán
aniquilarnos...” (del libro de los Jueces 4, 1-24).
... ya saben, lo del dichoso tratado ese de
américa-europa, el mismo que viene a aumentar el paro, o que destruye los pocos
empleos que nos van quedando. Además, se carga las distintas políticas, al
convertirse en algo supranacional, o por encima de los países firmantes.
Desde
entonces comeremos lo mismo todos, y todos caeremos como ratas al alimentarnos
con veneno. A partir de entonces, nada podremos producir (solo y más tabaibas).
Eso y más es lo que conlleva ese tratado (o tartazo) transatlántico con la unión
euro-pea. Será como la dictadura de
un golpe de estado supranacional, eliminando democracias y otros regímenes. Será
(es) una supe constitución por donde navegarán libres las multinacionales
aplastando todo a su paso, incluidas las leyes propias de cada país, así como
toda economía que no sea la de ellos, destrozando vidas cuales apisonadoras.
Desaparecerán los derechos de todo tipo, ya sean: sociales, laborales,
ambientales, etc., al tiempo que la clase política afectada quedarán desnudos de
todo poder. El capitalismo resurgirá con la mayor fuerza que jamás antes tuvo.
Naciones y empleos, van a desaparecer, absorbidos por el TTIP. Repito: el TTIP
destruirá los pocos empleos que nos quedan. Crecerá el desempleo, hasta
desaparecer todo empleo por completo. Desaparece todo trabajo y la posibilidad
de volver al único medio de crear trabajo o sus puestos: el campo (agricultura y
ganadería: ellos nos alimentan con sus leches y sus carnes envenenadas). Solo
tendrán vida las grandes áreas comerciales o empresariales. Y lo dicho es el
comienzo o principio, pues alcanzarán al cuidado de ancianos, colegios de niños,
actividades recreativas, etc. Y sin valores ni principios, solo buscan el
negocio padre a costa de los firmantes del tratado, que es como si vendieran sus
almas al diablo. Solo buscan el negocio, sin importar la ruina y desgracia de
todos los firmados (que firmarán sus propias muertes o desaparición). Nada
redunda en bien de los firmados, salvo sus desgracias y ruinas, con muertes
incluidas por enfermedades al consumir basuras y venenos. Lo que quede -si
empresarial-, quedará sin convenios, ni salarios mínimos estipulados, ni
igualdad de sexo, etc. Las pequeñas empresas desaparecerán como nubes que se
deshacen al salir el sol. La competitividad será prohibitiva y absorbente el
TTIP. Se terminarán las ayudas sociales y se acabará con el miedo ambiente (¡lo
único bueno!). La economía propia desaparecerá, como rayos. Los pobres
disminuidos quedarán olvidados, aparcados, relegados, sin prestación alguna. Y
un largo etcétera, pues no quiero alarmarles demasiado, sino simplemente
informarles brevemente. No obstante, les añado: el TTIP, es la mayor amenaza que
pesa sobre nuestras cabezas, donde no tendrán cabida: las cooperativas, tampoco
los mercados sociales, mucho menos la economía ecológica, y ¡fuera lo femenino!,
esto, por citar algo del todo, solo una parte. Por eso,
continuaré.
El Padre Báez
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