Tabaibas dulces, tabaibas
amargas...
“... el que siembra
tacañamente, tacañamente cosechará; y el que siembra generosamente,
generosamente cosechará... el que proporciona semilla para sembrar y pan para
comer, os proporcionará y aumentará la semilla, y multiplicará la cosecha...”
(de la segunda carta de san Pablo a los Corintios 9,
6-11).
“... el árbol en la savia se
apoya, que le nutre y le enflora y verdea...” (del himno de Vísperas del
miércoles I).
... que según tengo entendido, no todas sino alguna
tabaiba amarga si pides permiso, que casi siempre, por no decir siempre te lo
niegan, y como lo hagas hasta con permiso la policía miedoambiental, no va a
perder la ocasión de multarte al decir, que en lugar de una amarga, arrancaste
tabaibas dulces, y entonces se te cae el pelo: te las cuentan y a razón del
número multa, cárcel y hasta suicidio, como tantos, ¡y los que te rondaré
morena!
Y toda vez nadie estudió (salvo los técnicos y la policía -que
interpreta fotos, y creen la rama de papas está también protegidas y no te las
deja coger- interpretadas también por el seprona), botánica y las tabaibas, por
más que las mires, las compares, no se diferencian, sino en razón de la zona y
altura, según la tierra y clima, que para arrancar una tabaiba, por más que sea amarga, te la
juegas, porque vamos a ver: ¿cómo se sabe si el café con leche está dulce o
amargo? Respondo: tomándolo un poco, un sorbito, ¡y ya está! Usted lo prueba, lo
cata, y sabe si tiene o no azúcar; pues bien apliquemos el cuento a las
tabaibas: usted, para saber si es amarga o dulce, tendrá que mordisquearla,
probarla, es decir, mascarla, chuparla, o pasarle la lengua por su leche, y
ahora, si por mor del diablo, es amarga, ¿a dónde acude para que se le quite y
desaparezca ese fuego abrazador, que como mínimo le va a durar tres días, sin
que haya agua o remedio que le quite esa amargura? Así, que mejor: no menearla,
es decir: ¡ni tocarla! Se libra de multas, de cárcel y hasta del suicidio. ¡Deje
las tabaibas, que protegidas, van y te dicen que la que arrancaste, aún con
permiso!, -¡si lo consigues, y ello a muy duras penas!-, te van a decir
arrancaste una dulce y entonces, sí que la has armado. Por eso mi consejo: no
jueguen con el fuego de las tabaibas, que te acechan: el miedo y el sepro, y no
hay quien te libre de unas de esas tres posibilidades anunciadas. Y es que,
mientras no haya un político informado sobre la realidad tabaibera, y permitan
desaparecerlas todas, sean dulces o amargas (y se mantenga en un refugio
tabaibero un par de cada especie), que un servidor, se lo prometo, y hasta lo
juro: jamás morderé una tabaiba para saber si es dulce o amarga, no quiero
correr riesgo alguno, y para mí amargas o dulces, no dejan de ser
tabaibas.
El Padre Báez.
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Toda vez hace algunos días no les añado correos
recibidos, este no puedo por menos reenviárselos por su contenido. Léanlo,
lean:
¡Hola Padre
Báez!
Me pregunto: ¿por qué no tomáis las tierras y os ponéis todos a sembrar papas y millo? Hay que dejarse de sermones y salmones y poner manos a la obra; hay que expropiar las tierras y ponerlas al servicio de las personas necesitadas, desocupadas, sin comida, etc. Ya una vez analizada la situación, la crítica viene bien, ¡claro!, pero después hay que dar ejemplo y pasar a la acción, cultivar y generar trabajo y ¡conquistar el pan! ¡No vale quejarse! Si hay que perder el respeto a toda ley injusta que nos ahoga, ahora es el momento, ¡más que nunca! Si vamos a esperar que haya voluntad para cambiar la situación, por parte de los cerdos que apoyan el genocidio este generalizado, ya extendido y normalizado en todo el planeta, vamos a pasar más hambre que después del 36, porque voluntad de muerte es lo que siempre han demostrado con hechos y con toda la impunidad han obrado estos asesinos de los pueblos, sembrando miseria y hambruna, negociadores de vidas ajenas...
¡Salud a las que luchan!
“... Esta señal os doy:
cada pueblo habla su lengua propia del bien y del mal:
el vecino no la entiende. Cada pueblo se ha inventado su lenguaje propio en costumbres y derechos. Pero el Estado miente en todas las lenguas del bien y del mal; y diga lo que diga, miente -y posea lo que posea, lo ha robado-.
Falso es todo en él; con dientes robados muerde, ese mordedor. Falsas son incluso sus entrañas. Confusión de lenguas del bien y del mal: esta señal os doy como señal
del Estado. ¡En verdad, voluntad de muerte es lo que esa señal indica! ¡En verdad, hace señas a los predicadores de la muerte! Nacen demasiados: ¡para los superfluos fue inventado el Estado! ¡Mirad cómo atrae a los demasiados! ¡Cómo los devora y los masca y los
rumia! «En la tierra no hay ninguna cosa más grande que yo: yo soy el dedo ordenador de Dios» - así ruge el monstruo. ¡Y no sólo quienes tienen orejas largas y vista corta se postran de rodillas!... "
Así habló Zaratustra (Nietzsche).
Me pregunto: ¿por qué no tomáis las tierras y os ponéis todos a sembrar papas y millo? Hay que dejarse de sermones y salmones y poner manos a la obra; hay que expropiar las tierras y ponerlas al servicio de las personas necesitadas, desocupadas, sin comida, etc. Ya una vez analizada la situación, la crítica viene bien, ¡claro!, pero después hay que dar ejemplo y pasar a la acción, cultivar y generar trabajo y ¡conquistar el pan! ¡No vale quejarse! Si hay que perder el respeto a toda ley injusta que nos ahoga, ahora es el momento, ¡más que nunca! Si vamos a esperar que haya voluntad para cambiar la situación, por parte de los cerdos que apoyan el genocidio este generalizado, ya extendido y normalizado en todo el planeta, vamos a pasar más hambre que después del 36, porque voluntad de muerte es lo que siempre han demostrado con hechos y con toda la impunidad han obrado estos asesinos de los pueblos, sembrando miseria y hambruna, negociadores de vidas ajenas...
¡Salud a las que luchan!
“... Esta señal os doy:
cada pueblo habla su lengua propia del bien y del mal:
el vecino no la entiende. Cada pueblo se ha inventado su lenguaje propio en costumbres y derechos. Pero el Estado miente en todas las lenguas del bien y del mal; y diga lo que diga, miente -y posea lo que posea, lo ha robado-.
Falso es todo en él; con dientes robados muerde, ese mordedor. Falsas son incluso sus entrañas. Confusión de lenguas del bien y del mal: esta señal os doy como señal
del Estado. ¡En verdad, voluntad de muerte es lo que esa señal indica! ¡En verdad, hace señas a los predicadores de la muerte! Nacen demasiados: ¡para los superfluos fue inventado el Estado! ¡Mirad cómo atrae a los demasiados! ¡Cómo los devora y los masca y los
rumia! «En la tierra no hay ninguna cosa más grande que yo: yo soy el dedo ordenador de Dios» - así ruge el monstruo. ¡Y no sólo quienes tienen orejas largas y vista corta se postran de rodillas!... "
Así habló Zaratustra (Nietzsche).
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