sábado, 13 de junio de 2015

tierra

Tierra tabaibera...
“... tierra reseca,  agostada, sin agua...” (del salmo 62).
“... bendiga la tierra al Señor...” (del cántico de Daniel 3, 57-88. 56).
“... los que sembraban con lágrimas cosechan entre cantares. Al ir iban llorando, llevando la semilla; al volver, vuelvan cantando, trayendo sus gavillas...” (del salmo 125).
“... comerás del fruto de tu trabajo...” (del salmo 127).
“... yo decía en mi apuro: los hombres son unos mentirosos...” (del salmo 115).
“... ¿hasta cuándo... amaréis la falsedad y buscaréis el engaño?...” (del salmo 4).
... la tierra, que es nuestra madre, nos da leche amarga de tabaibas en la nuestra. La tabaiba, no es ecológica, es veneno. Las tabaibas devastan nuestra isla (e islas). Las tabaibas consumen, acaban y terminan los recursos naturales. Las tabaibas, extinguen y desaparecen la flora autóctona y otras.
Las tabaibas no nos benefician en nada. Las tabaibas nos empobrecen. Las tabaibas son causa de grandes sufrimientos (hambre, pobreza, paro, multas, cárcel, suicidios...). No se puede cuidar la tierra. Nos despegan de la tierra. Venimos y somos tierra, y no nos la dejan ni tocar. Y eso, que un mandato divino nos impuso su cultivo, para comer de ella. Más aún el imperativo divino es someterla, y no nos la dejan ni pisar. De poder trabajarla, el hombre sería con-Creador. Dependemos de la tierra. ¿Qué futuro nos aguarda, sin la tierra? Nos prohíben la relación con la tierra. Y, ¡hasta somos tierra! De la tierra nacimos (y a ella muertos, volvemos). San Francisco de Asís, la llamaba: “la hermana madre tierra”. Nos destruyen y envenenan la tierra con las tabaibas. Las tabaibas son una sobreexplotación de la tierra (de nuestra tierra insular). Las tabaibas son un desequilibrio en la tierra: hambre, paro, desigualdad...  Las tabaibas acaban con la armonía en la tierra. Nos matan la tierra, y ella es fuente de vida. Las tabaibas son un mal trato a la tierra. La tierra es de todos y la acapara -robándola-el cabildo. Han politizado la tierra, y se la han quitado al campesino que la cuidaba, la mimaba, la regaba con sus sudores... Mal tratan a la tierra, la hieren, la destruyen. La están convirtiendo en inhabitable (se llena de maleza, de basuras [tabaibas, retamas, zarzas, cañas...]). Hay que eliminar al seprona, al miedo ambiente y al cabildo de la tierra, porque son ellos los que la dañan irremediablemente. La tierra no tiene otro remedio sino quitar de en medio a quienes nos la hieren (que son ellos, y no los campesinos [agricultores y ganaderos], a los que les prohíben todo, y por todo los multan severamente). No respetan ni la flora autóctona. No nos dejan cuidar  nuestros árboles de siempre y nos plantan todo de estériles y envenenadores pinos. No nos dejan cuidar de las especies en peligro de extinción. Nos prohíben alimentarnos de la tierra (no te dejan sembrar, ni plantar o cultivar nada; tampoco tener animales). Y todo es natural, protegido, paisajístico... y no hay donde cultivar ni tener un animal (salvo que sea perr@ o gat@). No es posible economía alguna desde la tierra. Nada producimos. Nos hemos quedado sin materia prima alguna. Todo (al 100 %), lo importamos; nada exportamos. No te dejan volver o regresar a la tierra, a tu tierra. De esto, no aparece absolutamente nada en los programas de los políticos, ¡y ello a pesar de ser tantos! Ya, ni los en otros tiempos llamados “verdes”. Y así la cosa, ¿qué nos aguarda?, ¿quién nos devuelve la tierra?, ¿quién nos quita de encima al cabildo con el sepro y el miedo?, ¿...
El Padre Báez.

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