¿Exportamos tabaibas?...
“... irrisión y burla de los
que nos rodean...” (del salmo 43).
“... la viña... la cepa... la
han talado...” (del salmo 79).
“... muchachos y ancianos,
vacas, ovejas y burros...” (del libro de Josué 5, 13-6,
21).
“... alza de la basura al
pobre...” (del salmo 112).
“... no confiéis en las
príncipes...” (del salmo 140).
“... los dioses y señores de
la tierra no me satisfacen...” (del salmo 15).
... está claro, que plantas salidas de lo que antes era
Canarias (ahora el Tabaibal), está el planeta lleno o tenemos representación de
la flora nuestra en el mundo exterior a nosotros.
Veamos algunos ejemplos:
Desgraciadamente, hemos echado al mundo nuestro representante autóctono mayor,
el tajinaste; otro tanto hemos dejado hacer con nuestros veroles (o verodes); lo
mismo cabe decir de las margaritas tan nuestras y exclusivas; otro tanto con la
siempreviva y así nuestros símbolos botánicos repartidos por el mundo en gesto
de prostitución y rechazo o poco aprecio por lo que es de aquí en exclusivas.
Pero, no acaban en los dichos las plantas que hemos dejado salir perdiendo en
ello la originalidad y distinción, que contamos con: las palmeras fuera y tanto
endemismos, que no me caben en esta corta entrega. Pero sigamos señalando
algunas más, que incluso llegan a ser tenidas como invasoras allá a donde las
han mal llevado, pues nunca debieron haber salido de entre nosotros, dado que la
naturaleza a nosotros nos hizo esos regalos en particular, y no es cosa de
expandir por el mundo perdiendo en ello hasta señas de identidad, pero es que
este pueblo, es..., ¡de lo que no hay! Plantas tenemos por el mundo desde la
categoría de adornos u ornamentales; también le siguen las llamadas forrajeras
(al fin y al cabo, toda vez que aquí ya sin ganadería, ningún servicio
prestaban); y cuando estas islas eran un jardín -como canta o dice la canción o
pasodoble- hemos convertido en jardines los de otros lares y vaciado los
nuestros (llenos de tabaibas). Pena de margaritas o mazargas repartidas por
otras tierras fuera de las suyas (estas islas, menos Fuerteventura). Rabia, pena
y dolor siente uno, que ama esta tierra, y en ella quiere lo propio, sin
regalarla a otros climas y desprecios. Y que nuestro tajinaste del Teide y los
azules de otras islas y colores, y que los tengan como agresivos fuera donde los
desprecian y arrancan y tiran a la basura, es que duele, ¡de verdad!, y que
hasta la flor blanca de Anaga esté por el mundo es como prostituir nuestra
flora, pues lo que aquí es tesoro, fuera lo consideran plaga. Que verodes (o
veroles), junto con bejeques se silvestre por el mundo, ¡no es de recibo! Pero,
que hasta la siempreviva de Masca haya salido fuera, es como tirar la casa por
la ventana, pues en lugar de su aprecio fuera, las tienen como plantas de
“hierba mala”. Malos hijos de estas islas han sacado semillas fuera (sin nombre:
no se les debe ni citar). ¡Que hasta el tagasaste de La Palma se pasee por el
mundo, no es de recibo!, pues los tienen como agresivos (y saben lo que se hace
con ellos); ¡lamentable! Y la que más duele por su extensión por todas partes
fuera de aquí, es la que es considerada fuera como amenazadora planta canaria (la
palmera)...
Y, si les he contado todo esto (y más que pudiera, pero
no quiero abusar de la paciencia de los que me leen pacientes a diario), es,
porque me pregunto, y acabo: ¿por qué diablos no exportan las tabaibas (pero
todas-todas)? ¡A esas sí, si no quieren triturarlas en estiércol, échenlas al
mundo y verán lo que hacen con ellas!
El Padre Báez.
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