Tabaiberos-pinocheros-basureros...
... los que nostálgicos de cuando estas islas estaban
sin población, llenas de hierbas, árboles, matojos, y
demás especies del reino vegetal, donde no había
espacio para los humanos, como sucedía en Madeiras, digo, los hay que
pretenden volvamos a aquellos tiempos, y nos mudemos para dejar estas más que
desgraciadas islas, para la basura, pinos y tabaibas, y así
la cosa, pretenden se reforeste esto, con lo que
expanden por el mundo de internet una llamada para que se plante todo lo que queda libre:
de basuras-pinos-tabaibas y demás
especies, y no debe haber salido de mente sana, sino
esquizofrénica, que alienta al cabildo -ahora en nuevas manos- para que sigan
con el negocio de los pinos unos
cuantos desgraciando a todos los demás, justo los que retiraron el agua de las
nubes, y nos ha traído a la miseria de
estas más que ya desgraciadas islas, de donde tendremos que emigrar sin saber a
dónde, para que en ellas se vuelva a tiempos anteriores a los guanches, los
mismos que limpiaron el terreno que nos ha llegado, para el pastoreo y la agricultura de la que vivían y
vivíamos hace cosa más de medio siglo, que desaparecidas éstas, los hay que
pretenden se vuelva todo verde sin más, y nos
mudemos -repito-, sin saber a dónde.
Debe tratarse de una mafia oculta sostenida y ayudada
por mafiosos, que pretenden algo oscuro y maléfico para mayor desgracia, pues
con más pinos, menos agua, y menos
tierra para nada. Y hay que ser del campo para saberlo y
comprenderlo, que los capitalinos solo ven “¡lo bonitos que son, todo
verde!” No quedará
tierra con hierba para una sola cabra u
oveja. Debe ocular el nombre de mafiosos cabildicios que pretenden seguir
viviendo del cuento y de la mentira, y sorprende más aún, que viejos e
ignorantes independentistas (me disculpen, que va con cariño), apoyen tan
macabra maniobra, para seguir hundiéndonos más que lo que estamos, pidiendo
apoyo y firma que yo pediría para que desaparecieran personajes tan dañinos para
la sociedad como los que se atreven -por ignorancia o desconocimiento- dar palos
de muerte y extinción a la mínima expresión que nos queda de agricultura y ganadería, pues
plántese todo de pinos y a ver
dónde pasta una cabra o dónde plantar un cantero de papas,
pues que uno sepa, la pinocha no se come, ni los pinos dan leche.
Podrido está el cabildo -falto de regeneración, ahora en
nuevas manos- y los hay que pretenden la podredumbre vaya en aumento y a algunos
le ha alcanzado ya el cerebro, sin lugar a dudas.
Porque además, hay que ser un pervertido social, para
pedir y apoyar lo que debe ser desterrado, pues ya hubieran pedido arrancar los pinos que tenemos
por millones y en su lugar plantar higueras, castañeros, nogales,
etc., que es lo propio, al paso que se despeja y recupera terrenos
para el futuro y posible ganado en su día y épocas mejores de sensatez y
prudencia -que debe haberlos -y los hay con el pie torcido, y andan por caminos
equivocados, tal vez por ser urbanitas y encantarles los parques y así quieren toda
la isla, para que en ella solo vivan pájaros y ratas. Loco hay que estar, para pedir semejante insensatez: repoblar de pinos lo poco que
nos queda libre. Hablan los que deben callar, y no dejan hablar a los que deben
y tiene que hablar: los campesinos, por aquello del sabio refrán: zapatero a tus zapatos.
Pero, -con perdón- además de ignorantes de la cosa campesina, deben ser gente mala
o pervertida, al apoyar algo más que macabro, dantesco y dañino, pues repito:
pretenden volver a cuando estas islas no estaban pobladas o deshabitadas y solo
vivía lo verde o maderas, como si
españa de la que se decía en los mismos tiempos una ardilla sin bajarse de las
ramas podía ir desde Cádiz a los Pirineos, ¿pretende acaso españa volver a
aquellos tiempos? Es, que los hay más que ilusos; son como niños, faltos de
madurez social, económica, laboral, histórica, etc., es: ¡que son la
caraba!
Es más: un cabildo que ha mermado al mínimo la ganadería
y la agricultura, y los hay que les apoya para que den la puntillada de muerte
total al pequeño resto que queda de ambas. Estos cerebros enfermos, nada dicen
del PIOT que arrasará cual vendaval
con lo poco que nos queda, y encima les apoyan en algo todavía igualmente peor.
QUE SOBRAN LOS PINOS, Y MÁS PINOS SERÍA LA MUERTE Y EL
CIERRE DE LAS ISLAS.
Necesitamos pastos, sementera, archita, cebada, trigo,
coles, millo, papas, etc., comida de personas y de animales, y no pinos, que solo alimenta a
previsibles incendios y ruinas con muerte ¡y nuevas reforestaciones (he ahí el
negocio)!, ya que su resina es tan dañina que ni la pinocha vale como estiércol.
Almendreros debieran plantar
donde hay un pino, y no pinos,
que ya con las tabaibas tenemos demasiado como
para rematar la faena con más pinos, cuya madera es alimento
de gusanos, como puede comprobar todo aquél que se dé un paseo por Tamadaba o
por cualquier otro lugar donde vean un pino en el suelo: no aguanta un
año su madera, y hasta los bancos del lugar citado son de piedras y cemento,
porque la madera de pinos se pudre y mancha.
Razones éstas por las que de rodillas pido a todo el
mundo que nadie firme y dé apoya a tan macabro como descerebrado proyecto. Esta
isla no debe soportar más castigo, sino librarse de ellos (los pinos). Y, por si alguien
despistado, no se ha enterado, se lo ¡resumo: El cabildo pretende reforestar la isla con más malditos pinos; no lo debemos
permitir, y manifestarnos en contra saliendo a la calle si fuera necesario, que
lo va a ser.
Antes se les parta las manos al que firme ese apoyo para
más desgraciarnos, con más pinos, ¡que arranquen incluso
los plantados, ¡y por Dios!, no planten uno más. No debemos volver a la isla
cuando ella era un bosque y corría agua por todas
partes, que las desaladoras ya cumplen y si en lugar de pinos se planta árboles frutales, igualmente y
más atraerán a las nubes y volveríamos al agua por los barrancos, fuentes,
remanientes, etc.; los citados son señales de vida y comida, que los pinos lo son de muerte y hambre.
Los pinos evitarán totalmente nadie
pueda volver al tajo o trabajo, pues ellos no permiten agricultura ni ganadería alguna,
que es lo que daría el campo si se le trabajara, pero lleno de pinos, nada de nada, ni comida,
ni trabajo, sino permanente y eterna crisis: hambre, paro, miseria, salidas al
extranjero... que la lluvia no viene con los pinos es algo evidente y más que
claro -sino lo contrario- es cosa de más de 60 años de comprobación. Que es
mentira -y mentira cochina- el plantar pinos cree empleo alguno, es
-repito- pura y dura mentira. Los pinos no producen sino veneno.
El agua volverá cuando desaparezcan los pinos; si más pinos, menos agua o ninguna. No
se olvide el dicho de más de 300 años, que decía y dice (sabiduría popular y
centenaria): “si quieres mal a un vecino,
plántale un pino”. Y lo desgracia,
porque le levanta incluso la casa, y en su entorno no le va a crecer ni un
pajullo. Y si la estética o belleza se come sea con árboles frutales y no con pinos asesinos encubridores de
mortales incendios y sequedad del terreno, y tanto que hasta estar a su sombra
es asfixiante.
Que el cabildo no siga perjudicando y dañando a la isla,
no siga en esa política de más de 60 años de fastidiar a pastores y agricultores. Lo que queda sin
pinos sea para el cultivo y el pastoreo, no para
más pinos. Luego: ¡venga leche
asturiana y hortalizas cultivadas con mierda
del mudo. Los pinos no generan economía sino más hambre, más paro, más
veneno...
El Padre Báez.
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