domingo, 28 de junio de 2015

ceguera cabildicia

Ciego cabildo tabaibero...
“... nada más mirar con tus ojos...” (del salmo 90).
“... aprisa, tres cuartillos de flor de harina, amásalos y haz una hogaza... corrió a la vacada, escogió un ternero hermoso... para que lo guisase... tomó también cuajada, leche y el ternero guisado...” (del libro del Génesis 18, 1-15).
“... rebaños de ovejas y toros... y las bestias del campo...” (del salmo 8).
... que vas y sales de Lomo Magullo, y tiras hacia la cumbre, pasando por La Breña, Cazadores (mi territorio pastoral parroquial), y después de recoger en la casa de Mary-Pino un queso tierno, te vas hasta Lereta, asomándose a Guayadeque, a donde Paquita
y sus hijos (uno abogado) y el otro ganadero con su media docena de vacas, un centenar de cabras (la mayoría rucias), y con el ganado de ovejas (que llegan solas a beber agua sobre el mediodía -sin que nadie las guíe-, llegan, beben y se van al corral -ellas solas- a la sombra hasta la tarde en que vuelven a salir, sin pastor, porque ya lo hacen como rutina, llegaban recién trasquiladas, y cuya lana en sendos sacos (más de 20) para tirarla, y previo la recogida de 12 sacos de estiércol para mis olivos, en mi pobre Clío  blanco, y los casi diez kilos de regalo de almendras del lugar (sin duda las mejores del mundo), que sigues hacia más alto, y llaneas, y en el corazón de la misma cumbre por donde la presa blanca junto a la carretera el bosque de manzaneras, parras, cirueleros (o ciruelos) y demás frutales, con rosales y geranios, y alrededor todo de estériles pinos que esperan solo arder, pues para otra cosa no sirven -¡y Dios nos libre!-que sigues y sigues y ya bajando hacia Cueva Grande camino a mi Lechuza Grande donde nací, reparo en el bosque -invito a cualquiera que se acerque por la zona, haga el visionado que les cuento-  de castañeros, de nogales, de higueras, de parras, de ciruelos, de manzanos (o manzaneros), etc., y contemplando tal jardín de Edén, donde de todo para comer, el cabildo de hace más de medio siglo -y piensan seguir en ello- llenó todo el entorno libre de lo citado de pinos que canelos -porque ni verdes son ni están-, como soldados encrestados, vigilando y chupándose las humedades, sin traer una sola gota de agua -porque es mentira que atraigan las nubes, y muy al contrario, con su resina y calor, las aleja-, que va uno -solo en el coche-, admirando y mirando todo lo que les digo y más, y me pasa por la mente: “el cabildo ciego, no ve, que la tierra nos da de comer, toda clase de frutas, y las mejores del mundo, y prefiere comamos frutas desnaturalizadas, frutas tratadas, transformadas, nada ecológicas, envenenadas y en lugar de imitar a los labriegos o campesinos del siglo pasado, que plantaban comida, o árboles que la dieran, estos mentecatos -para tratarlos finamente y no herir u ofender- en lugar de plantar árboles frutales -repito-, se dedicaron, dedican y dedicarán a plantar pinos”. ¿No es esta sola razón -me pregunto-, motivo para exigir y procurar su desaparición?, porque ciegos, no ven lo que está ante la vista de todos: que el campo nos da comida, y ellos nos plantan veneno, protegen tabaibas, retamas, cañas y zarzas, y son nuestra mayor ruina y desgracia. Todo de tabaibas, y viviendo de las multas que ponen por daños a las mismas. De demencia, corrupción, sin sentido...
El Padre Báez.
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I. Contaminación y cambio climático
Contaminación, basura y cultura del descarte
20. Existen formas de contaminación que afectan cotidianamente a las personas. La exposición a los contaminantes atmosféricos produce un amplio espectro de efectos sobre la salud, especialmente de los más pobres, provocando millones de muertes prematuras. Se enferman, por ejemplo, a causa de la inhalación de elevados niveles de humo que procede de los combustibles que utilizan para cocinar o para calentarse. A ello se suma la contaminación que afecta a todos, debida al transporte, al humo de la industria, a los depósitos de sustancias que contribuyen a la acidificación del suelo y del agua, a los fertilizantes, insecticidas, fungicidas, controladores de malezas y agrotóxicos en general. La tecnología que, ligada a las finanzas, pretende ser la única solución de los problemas, de hecho suele ser incapaz de ver el misterio de las múltiples relaciones que existen entre las cosas, y por eso a veces resuelve un problema creando otros.
21. Hay que considerar también la contaminación producida por los residuos, incluyendo los desechos peligrosos presentes en distintos ambientes. Se producen cientos de millones de toneladas de residuos por año, muchos de ellos no biodegradables: residuos domiciliarios y comerciales, residuos de demolición, residuos clínicos, electrónicos e industriales, residuos altamente tóxicos y radioactivos. La tierra, nuestra casa, parece convertirse cada vez más en un inmenso depósito de porquería. En muchos lugares del planeta, los ancianos añoran los paisajes de otros tiempos que ahora se ven inundados de basura. Tanto los residuos industriales como los productos químicos utilizados en las ciudades y en el agro pueden producir un efecto de bioacumulación en los organismos de los pobladores de zonas cercanas, que ocurre aun cuando el nivel de presencia de un elemento tóxico en un lugar sea bajo. Muchas veces se toman medidas sólo cuando se han producido efectos irreversibles para la salud de las personas. (de la encíclica de Francisco Laudate si).

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