viernes, 7 de noviembre de 2014

pájaritos azules (grises)

Tabaibas y pinzones…
 
“… si uno de vosotros tiene cien ovejas…” (Jesucristo Lc 15, 1-10).
 
“… gentes con hambre…” (del himno de Laudes en el común de mártires).
 
“… el trabajo nos urge…” (del himno de la Hora intermedia del jueves III).
 
 
… o pinzones y tabaibas, las dos grandes preocupaciones del cabildo; con tabaibas y pinzones vamos a salir del hambre y del paro. Les cuento. Andan por ahí, unos pájaros azules, color mar, que vuelan y vuelan, y son muy felices entre ramas y ramas de pinos, y el cabildo brincando sobre una pata sola de contentos por el paisaje verde y los pájaros azules. Y esto, sin poesía, porque si les metemos el trino pajarero, los cielos celestes (como los pájaros pinzones), porque con la leche de tabaiba y con los huevos de pinzones, ¡alimentación más que asegurada! Y trabajen los pájaros y las tabaibas. Pues, que del susto del incendio del 2007, provocado por un trabajador del cabildo, ya se han recuperado los pájaros, siete años después, porque quedaron los pobres pajaritos padeciendo del corazón, y por miedo, ni salían del nido y hasta el presente, 7 años después, no habían vuelto a enseñar sus picos amarillos en cuerpos plúmbeos o plumíferos azules color mar, o cielo según la vejez o juventud del dicho pajarito, porque a decir verdad, tampoco pasan de cuatro, que…, les digo, que ya se echan fuera del nido en Inagua, y ya vuelan más allá, así que con muchísima suerte, usted senderista o dominguero de fin de semana, si los ve o ve a alguno, péguese con un canto en el pecho, porque será uno de los pocos afortunados que disfrutará del éxito cabildicio, que ha sido sacar adelante la nidada de pajaritos azules, que a la par de la tabaiba, le sigue el vuelo a los pinzones, cuales si pájaros también ellos fueran. Y como los dichos pajaritos solo vuelan entre pinos y pinos, el cabildo les va a llenar la isla de pinos, para que se expandan y puedan volar y volar por doquier, ¡qué maravilla!, ¿no? Un cabildo pajarero y tabaiberil, nos va a sacar del hambre y del paro, con pájaros y tabaibas. Y vote usted, para esto. Y todo esto viene de europa, que nos manda cuidar pájaros y cuidar tabaibas, y aquí tabaiberil y bobaliconamente sumisos a europa, ¿qué más mandáis facer, señor? Y, con esta vedad me salvo: los del cabildo gasta millones en vigilar con anteojos o prismáticos a gentes del ramo pajarero a vigilar, y controlar, pero sobre todo  a contar cuántos pájaros tenemos (sin contarlos a ellos, se sobreentiende, por supuesto). Pero la del Mar consejera, sabe -porque así se lo dice el de los pájaros-, los pinares ya no son suficientes para los pájaros y hay que plantar más pinos, porque si no, se estabiliza el número de pinzones, y ¡oh desgracia! Pues, como no maten o les pongan pienso por las cumbres a los gatos, los pájaros, ¡tararí que no te vi! Así que científicamente -no va contra el cáncer- hay que expandir los pinos, para que los pajaritos celestes azul marino o azul cielo, no desaparezcan -¡oh tragedia y desgracia mayúscula!, si esto ocurriera-. Hay que expandirles la zona verde, y toda vez que a los pajaritos color mariano inmaculado, no les gusta la leche de tabaiba, hay que plantarles más pinos aunque sea en el patio de su casa abandonada en el campo. Ud., y los campesinos no; pero pajaritos de san Francisco de Asís y de san Antonio de Padua y el otro, sí, sí, pajaritos mil, muchos pajaritos, pajaritos azules con sus matices del arco iris, sí, sí. Operación delicadísima de traslado de pajaritos por otros lares secretos, para que nadie los espante, no sea que se asusten y vuelen, vuelen a su antiguo refugio. Así que si pasea usted dominguerilmente o de senderista aficionado, y se tropieza con un pajarito de estos, baje la voz, dé marcha atrás, y no moleste a los pajaritos que son de Dios, (perdón: ¡del cabildo!). El cabildo, que no se preocupa de cabras y ovejas, de vacas y burras, que dan leche, sino de los pajaritos que ponen huevos. Porque palabras textuales, la población pajarera es muy pequeñita, ¡oh desgracia mayor!, y hay que aumentar la granja pajarera, la isla pajarera toda. Y saben ustedes, mis amigos lo que han hecho los responsables de los pájaros del cabildo, que a los pájaros, les han puesto unos radiotransmisores, con lo que los defensores de los animales debieran protestar, por esa carga del aparato ese que les impiden volar alto y largo a los pobres pinzonitos azules o celestes -aunque las malas lenguas me han dicho y jurado, que no son azules ni celestes sino grises y muy grises-. Y lo del aparato ese, es para seguir sus evoluciones, saber por dónde vuelan y vuelan, y eso es ciencia más que universitaria, cabildicia, que así reduce el paro y el hambre y la crisis, con pájaros de colores falsos y mintiendo en ello, ¡si señor! Pues, así es. Y según por donde vuelen o muestren sus inclinaciones el cabildo reforestará de más pinos la más que desgraciada isla que nos toca para mal vivir; y esa es la prioridad del cabildo: abrir un corredor para que los pájaros vuelen de pino en pino, sin bajarse de ellos. ¡Ah bellacos, malandrines, más que macacos, corruptos y degenerados, que gobiernan para pájaros y los usan como pretexto para arruinar la poca o ya casi nula ganadería y agricultura que queda! ¡Pájaros les daba yo, como los de aquella película en la que los pájaros negros -estos no eran azules-, que atacaban a los humanos en enormes bandadas, y que les sacaba los ojos a la gente, para que no vean -los nuestros- más tierra donde plantar pinos y tabaibas; que este pueblo necesita leche y trigo, papas y millo p´ al gofio, pero no señor, aquí cigarrones y alpiste para pájaros azules y llenarles la isla de pinos, para que vuelen y vuelen. Así que van a gastar un millón de euros en reforestar el paso del vuelo de los pinzones. Y vote usted, vote para esto. ¡¡Dios!!, ¡qué desgracia! Porque que muera la gente de hambre y un millón para reforestar de pinos el paso del vuelo de los pinzones. Y acabo: ¿no tardan los pinos unos 20 años en poder ser usados por los pájaros azules?, Mientras, ¿por donde vuelan?, ¡ah granujas!, sinvergüenzas, delincuentes, mangantes, chorizos, traficantes, mafiosos, degenerados, deshumanizados, bandidos, ladrones, corruptos, mentirosos, embaucadores, facinerosos… pinos, para que dentro de 20 años vuelen unos pájaros de ahora, ¿no te digo?, ¡son basura humana, y nos gobiernan! ¿Y vamos a seguir votando?, sí, con “B” grande o de burro.
 
El Padre Báez.
 
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Éste, viene con humor:
 
Padre Báez, yo no soy quien para decirte sobre lo que deba escribir, estoy con muchos problemas en una lucha política contra los mierdas que hay metidos en el independentismo y cada vez que abro un correo me salen las tabaibas. Hace poco tuve una pesadilla, que las tabaibas me desbordan, quería hablar con usted para que me hicieras un exorcismo, pero después que acordé de que era ateo y que tu no me lo ibas a permitir. Tengo tabaibas en la cocina, dentro de la nevera, en el motor del coche, en la caseta del perro y ya los vecinos se me están quejando porque le suben y entran por sus ventanas. Un abrazo. Braulio me dio recuerdos para ti.
(I. S. L.).
 
 
 

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