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Turismo rural y las tabaibas…

 

“… hay muchos que andan como enemigos…” (de la carta de san Pablo a los Filipenses 3, 17-4,1).

 

“… cien barriles de aceite… cien fanegas de trigo…” (Jesucristo Lc. 16, 1-8).

 

“… son… más duros que mis huesos, los que me atacan injustamente… se burlan de mí… se ríen de mí…” (del salmo 68).

 

“… terrible desgracia… sucede la turbación” (del cántico de Jeremías 14, 17-21).

 

“… se burlan de mí… me acorrala… me cercan… me cerca una banda de malhechores… me miran triunfantes…” (del salmo 21).

 

… o, las tabaibas y el turismo rural, que tanto monta, monta tanto… y viene esto al caso, porque, si usted, con la crisis, paro y hambre, piensa en abrir un hotel rural en su vieja propiedad, tendrá que pasar por un largo y duro vía crucis, que tal vez, hasta le haga desistir. Y después, se les llena la boca a estos babiecas de la administración y gobiernos todos desde los ajuntas y los otros dos, del turismo cual panacea y tabla de salvación. Veamos, usted quiere solventar la situación calamitosa de la economía en lo suyo, y… le van a complicar la vida, y no sé si tirará la toalla ante las dificultades de convertir una vieja casa en un hotel o negocio; las administraciones le van a poner mil dificultades y una más siempre, pues como se sabe, no están por el desarrollo rural ya sea agricultura, ganadería o este tema que hoy les comento, y no solo con la licencia, es que te marean hasta volverte loco, porque si esta casa está en un paraje, que si esto está protegido, que si se rompe el paisaje, lo que dice la ley… y ante la ley ni la sensibilidad pertinente y menos todavía la susceptibilidad, y esto por decir lo menos, que todavía no he llegado a lo que es más que grave, y todo porque la ley y el que gobierna y su interpretación de las mismas a raja tabla sin saltarse una coma, y no hay quien coma de esto, porque le amargan la vida con leche de tabaibas, porque si rompes una tabaiba, te cargas el paisaje rural -te dicen y multan-, y ¡ya la cagaste tío!, porque la tabaiba está protegida y usted no puede tocarla, y se queda usted sin su casa rural, y sin su negocio, ¡ni nada!, ¡la tabaiba es intocable -recuerden lo de la cantera de Arucas, que no se puede expandir, porque hay unas tabaibas de por medio, y al paro los canteros, y el negocio que levantó catedrales! Es que si hay protección, ya no hay posibilidad de negocio alguno (no ya solo el turismo rural), porque la ley es la ley y aquí el sepro y el miedo, son legalistas cuales fariseos, al pie de la letra y no se saltan una tilde, férreos e inflexibles, pues son indomables, y por la ley matan y mueren. Así que, ante tales problemas, y casi no he dicho nada -por el espacio-, y es que no se puede hacer nada; mejor dicho: no te dejan hacer nada. ¡Ese es el problema! Y ello, por más que no sea sino una nimiedad, nada de nada. Nada de cara a infraestructura, nada de comodidades para el que venga al hipotético hotel rural, pues nada te dejan tocar en el entorno, y a todo que solicites, de cara a arreglar, acondicionar, mejorar, etc., a todo-todo, te dicen: ¡nooo…! Es decir, igual que al campesino, ya sea agricultor o ganadero; a todo, le dicen no, y nada pueden hacer. Está claro, que a nadie, dan facilidad para nada, Y estoy tratando temas o asuntos, que pueden estimular la economía, ante el paro y la crisis (también el hambre). Pues, de inmediato algo comience a funcionar, necesita una gran diversificación de personas, que tiene trabajo, ¡y ni por esas, estos más que malandrines (por no decir algo más fuerte)! Y a todo te ponen freno, prohibición, stop. Y es que expertos en integración en la naturaleza, todo aquello que no sea silvestre, no tiene puertas abiertas, y si tocas una tabaiba, ¡te desgracian!, ¡y adiós a proyectos, a sueños y esperanzas! Y es que a estos del miedo y el sepro (el cabildo), todo-todo, estropea o afecta a la naturaleza, todo-todo estropea el paisaje. Y es que la flora y la fauna, aquí se antepone a las personas, que deben estar sometidas a retamas, a saltamontes, pájaros azules o verdes, y… ¡el coño la madre que los parió!

 

El Padre Báez.

 

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Esto viene del locutor de radio y periodista amigo:

 

Buen día de Domingo, mi entrañable Padre Báez.
Gracias por tus envíos y comentarios que como gota a gota de agua ("no de leche tabaiba") van minando en la buena conciencia de nuestra gente.

(S. G. R.).