sábado, 17 de noviembre de 2012

Lo digo...

Lo digo gritando:

Ante la masa de parados, que dan pena verlos quietos todo el día, sin poder hacer nada, sino esperar a que todo empeore y todo vaya a peor, y ello por todas partes y a más...

... quiero prestarles mi voz (mi escrito), y unirme a ellos –una auténtica masa- que crece más cada día y a más, donde se ve más que el drama la tragedia de quienes piden trabajo, buscan trabajo, y a los que avergonzados no se atreven a pedir comida porque tienen ropa de cuando tenían qué comer, y que las pasan canutas, por no decir putas, con esas caras de pena y tristeza que te arrancan el alma, y que caminan sin saber a dónde, sin esperar nada bueno sino preparándose a lo peor por venir, sin que se vea el cambio por ningún lado sino promesas y engaños, y fiándolo largo aún mintiendo, porque es mayor la distancia, y tanta que no se ve por ningún lado lo que es justo y necesario, el derecho a un trabajo, a un sueldo, a que no te quiten la casa, a que haya comida en tu mesa, alegría de vivir (sin droga carnavalera o futbolera más balón cesto), donde si pones una cabra te buscas la ruina y si pisas el campo te sale tan caro, que te puede costar la muerte (¡hay ya muchos casos!), porque por encima de la razón se han colocado unas leyes que ni divinas, cumplen a raja tabla castigando a pobres inocentes, que nada malo hacen sino pretender sacar la comida de la tierra o de un animal, y se lo prohíben y persiguen, con normas y leyes...

No puedo callar, y hablo (escribo) por ellos, porque pastor de almas que es uno, se preocupa de esos cuerpos lánguidos y apáticos, acobardados y temerosos, acobardados y silenciados, que alargan sin día que acabe el dolor, la pena y tristeza, la amargura y la angustia por una crisis que nadie quiso ver venir, ni vieron de dónde venía al suprimir el sector primario, como si la comida lloviera del cielo, cual en el desierto el maná con Moisés, donde se rompen familias, familias que no se fraguan, tensiones que rompen relaciones familiares por un paro en el que se molestan en casa, y se echan a la calle, sin saber a dónde ir, sin una economía familiar y tradicional, que no se les permite vivir como los antepasados, PORQUE PREFUIEREN EL VUELO DE UN PÁJARO AZUL, MATANDO CABRAS QUE DICEN SE COMEN LOS PINOS, Y ROBAN TIERRAS A PASTORES Y A SIEMBRAS, que rompen las reglas de una sociedad que marcha al derrumbe y al ocaso, y todo ello bajo la mirada impertérrita, de quienes tienen la misión divina de guiar al pueblo, pero que se han cargado previamente la moral, la ética, los principios y valores, para medrar, robar, mentir, etc., manteniéndose impasibles, ante tanta lágrima oculta, y sueños en vela, porque sin amor viven dejando en la cuneta a los más pobres y desgraciados, muertos de hambre y ya sin dignidad, al quitarles incluso el techo donde cobijarse...

Ante tanto desmadre, de una situación caótica, y sin salida, con lo fácil que sería devolver la libertad para potenciar el sector primario, que daría trabajo, comida, libertad, alegría, etc., uno se pregunta y pregunta –sin esperar respuesta (pues llevo en ello, ya muchos años [varias décadas])-, digo, que...

PREGUNTO: ¿por qué no se devuelve el hombre a la tierra y a los animales (no me refiero a perros y otras mascotas)?; ¿por qué se aleja al hombre del medio y se le asusta con un miedo ambiente que acobarda y para al que se resiste a dejar el campo?; ¿por qué se permite que mientras no tienes para coger el coche los tienen paseando todo el santo día de un lugar para otro, sin hacer nada?; ¿qué coño hacen para salir y sacar al hombre de hoy de este atolladero que ya viene de ayer y va camino de mañana?; ¿por qué plantan solo árboles estériles (pinos y acebuches) que no dan comida, que es lo que demanda la gente cada vez más de las Cáritas parroquiales y otras entidades, mendigando en lugar de estar trabajando la tierra?; ¿por qué permiten las enfermedades de: depresión, complejo, neurosis, esquizofrenias, etc., devenidas de una situación de paro y hambre?; ¿cómo engañan a la gente con no sé qué de desahucios, que van a seguir y que solo mienten y camuflan y todo va a seguir igual o peor, permitiendo le quiten lo más sagrado que el hombre tiene que es su propia casa?; ¿por qué todo es estudiar, sin aprender de los sabios de la tierra a los que les sobran libros y aulas?; ¿por qué tienen parado el desarrollo de una agricultura y ganadería que nos daría hasta para exportar?; ¿por qué nos van a mantener por siempre pobres, sin abrir las puertas al campo, so pretexto de defender a tabaibas y retamas antes que al hombre, verdadera planta salida de las manos del creador, que lo puso todo a su servicio?; ¿es que no piensan en solucionar el problema, teniendo la tierra encadenada (y con candados)?; ¿es que no cabe esperar, sino la muerte y ésta por inanición?...

El hombre no fue creado por Dios, para que viva con la mano tendida pidiendo “... una caridad, por amor a Dios...”, sino para tener  ambas manos en el tajo, ganándose los garbanzos, y ordeñando un animal, que le dé la leche, sin tanta burrocracia, permisos, registros, autorizaciones, papeles, etc., etc. ¡ya estamos bien servidos de normas que paran y frenan cualquier actividad! ¡Se vive sin esperanza!

Indignados, no; están (mos): desesperados, desesperanzados, angustiados, etc., así está el pueblo, y hay que estar ciegos para no verlo. Me uno a ellos, mis hermanos, y grito por ellos, para todo esto cambie ya, de una (puta) vez. Que vuelva la cordura y la sensatez; que vuelva pronto, antes que sea tarde, que ya anochece...

El Padre Báez.

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