miércoles, 21 de noviembre de 2012

Belén...

Belén y el Papa:

“Muy buenas, Padre Báez, ayer salía este artículo por la presentación del Libro del Papa y ha sido duramente criticado en esta web, por decir que en el Belén no estaba ni el buey ni es asno, ¿qué piensa usted de todo esto? Quizás podría hacer un artículo para dejar callados a todos esos que hablan sin saber... Le dejo aquí la dirección del mismo: http://www.canarias7.es/articulo.cfm?id=282590  
Un saludo.

Toda vez que suelo decir siempre sí a lo que se me pide y esté en mis manos y no sea malo, contesto y hago lo que se me pide en este correo. Pues, allá va:

De entrada, me da pena, que un periódico se dedique a dar cancha al insulto y a que se expanda la ignorancia, ¡y ello con la que está cayendo!, que eche balones fuera para ayudar a quien yo me sé; pero, me voy a limitar a lo que se me pide:

Se trata de un tema teológico bíblico y solo los teólogos, conocedores de esa materia deben opinar (algo así como si el diagnóstico de un enfermo lo da el médico, y porque es cáncer y no guste, me dedico a insultar al doctor en medicina, porque me ha dicho la verdad).

No se trata de algo nuevo, y tanto que lo que ha sido portada y noticia, a un servidor no le interesó lo más mínimo, porque es algo sabido desde cuando ya lejos en el tiempo, uno estudió Teología (y así lo hemos impartido y enseñado a los creyentes practicantes, que se forman en catequesis, homilías, comentarios bíblicos, estudios, etc.).

El libro no trata ese tema, sino de pasada, y no se le dedica sino un párrafo y lo han convertido en el argumento y temática central, cuando es algo tangencial y sin mayor importancia o ninguna.

Las personas formadas, habrán pasado del tema, en primer lugar porque en ello, no hay novedad alguna toda vez que se sabía, y basta para ello leer los Evangelios  y ver dónde aparecen los dichos animales. Es algo apócrifo y como tal, a no tener en cuenta, o sin más no darle importancia porque no la tiene.

Tan accidental y secundario es el asunto, que hasta el mismo periódico que trata el hecho -como si algo importantísimo fuera-, el Domingo pasado a los compradores del mismo, les regalaba una cabra en sustitución de la burra. Esto, es anecdótico, pero real. Si tanto se alarma, ¿por qué no regaló según esa falsa tradición una burra?

La centralidad del libro, no pasa ni mucho menos por esa minucia, sino que es el misterio del Nacimiento del Niño Dios, Éste y no los animales que allí hubieran es lo que importa.

El Papa, se merece un respeto al margen de su condición de Vicario de Cristo, como persona, y en cuanto Maestro de y en la Fe, los que somos creyentes, lo aceptamos sin más. Es así, y basta.

Los animales en el Nacimiento no añaden nada al hecho trascendental que marcó la Historia y desde entonces se cuenta el tiempo con relación a Él (a Jesús). Es de agradecer al Santo Padre, vaya purificando nuestros conocimientos acerca de Jesús, y se le quite esos añadidos, que no afectan a la Fe, sino que la distraen y va más allá de lo central.

Las interpretaciones piadosas y otras, nada añaden a la Revelación, sino que hijas de su tiempo han dicho lo que han dicho, pero en ningún caso eso es Palabra de Dios (citando el caso de San Agustín y otros al respecto), ni dogmas de Fe.

Con humor: dada la crisis, será más barato hacer el Belén en casa, y centrarnos en las figuras de la Sagrada Familia, los ángeles, los pastores, los magos..., más que en unos animales.

En serio: Belén es, el cúmulo de todas las profecías que se cumplen en ese acontecimiento que es el mayor jamás ocurrido junto con la Resurrección de Nuestro Señor.

Espero haber cumplido el deseo de quien me pedía me pronunciara al respecto; espero haberle satisfecho. Con un saludo:

El Padre Báez.

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