Violencia en el campo
tabaibero...
“...ovejas y vacas...”
(del libro del Éxodo 12,
37-42).
“...nuestra humillación...
opresores...”
(del salmo
135).
“... que
anuncie el derecho...”
(del evangelio de san Mateo
12, 14-21).
“...
pasaban hambre...”
(del salmo
106).
“...
siembren campo, planten huertos, recogerán
cosechas...”
(bis).
“... se
acercan mis inicuos perseguidores...” (del salmo
118).
“...
gente torcida y depravada...”
(de la carta de san pablo a
los Filipenses 2, 14-15).
“... me
oprimen los insolentes...”
(del salmo
118).
“... los
ricos empobrecen y pasan hambre...”
(del salmo
33).
“...
provocándonos a unos y otros...”
(de la carta de san Pablo a
los Gálatas 5, 26-6, 2).
“... que
defiendas el derecho...”
(del profeta Miqueas 6,
8).
“...
andan extraviados...”
(de la oración conclusiva del
oficio de lectura, del sábado XV).
“... me
ofreciste el trigo...”
(del himno de las I Vísperas
del Domingo IV).
“...
respeten los derechos...”
(de las preces de las I
Vísperas del Domingo IV).
“...
¿hasta cuándo nos ultrajarán el honor?...”
(del salmo
4).
... el campo tabaibero, genera violencia, contra la
gente. Si se oponen, multas. La fuerza pública: miedo ambiente y seprona, no
dialogan. Violencia contra los pueblos. Gente que ya no están. Matan.
No solo
mueren, es que los matan. ¿Quién nos libera de esto? La Iglesia... ¿Quiénes se
levantan?; ¿hay alguna organización?; ¿es el pueblo el sujeto de su destino?;
¿dónde movilización alguna?; ¿dónde la lucha?; ¿dónde la gente en pié?; ¿quién
se levanta y anda?; ¿quién acompaña?; ¿qué o quiénes caminan?; ¡hay miedo!;
¿dónde la solidaridad?; ¿hay movimiento popular?; ¿hay algún trabajo en equipo?;
¿dónde hay una red?; ¿se conoce o sabe lo que sucede [con tanto fútbol]?; ¿se
conoce la realidad [con el solo y todo fútbol]?; ¿tiene protagonismo el pueblo,
la gente?; ¿fortalecemos a la gente? Ya, sin escuelas; ya sin pueblos (o
Barrios); ya sin participación de la gente en el campo; ya sin organización. Hay
que romper todo esto. Hay que sensibilizar a la gente. Y es un desafío el cuidar
de la tierra, y los derechos que tenemos como humanos, como isleños. En el
centro, hay y tenemos derechos. La tierra, es un derecho sagrado; la tierra, la
naturaleza nos habla (salmos, profetas, himnos, etc.). Hay que rastrear en la
naturaleza, en la tierra. Hay que escuchar a la tierra. Ya no hay gente cerca de
la tierra. La tierra, gime. La tierra, está abandonada. La tierra, es pobre. Nos
han desligado de los otros; nos han impuesto otra forma de vida, y hemos roto
con lo sagrado. Todo esto, nos lleva a desequilibrios varios. Ya andamos sin
ética, y sin mística. Vivimos sin eso (lo anterior). Se adultera todo. Quedamos
solos, Antropomorfismo puro. Sin trascendencia, nos quedamos solos. ¿Qué hacen
con la tierra? Hemos perdido la dimensión política. Hay miedo. Y sin embargo, la
política, es sublime (se ocupa del bien común). No hay proximidad a la tierra.
No estamos religados a la tierra (ni con los otros, ni con el Otro [Dios]).
Somos tierra, somos barro. La tierra, está herida, degradada, con tantas y solo
tabaibas. Y, la responsabilidad es diferente (nosotros y ellos). La tierra, está
sometida al miedo ambiente. Hay que religarse con la tierra. Pobres y tierra,
tierra y pobreza. Se expulsa a la gente de la tierra, del campo. La tierra, no
se cuida (continuaré mañana)...
El Padre Báez.
--------------------------------------
V. Inequidad
planetaria
48. El ambiente humano y el ambiente natural se degradan
juntos, y no podremos afrontar adecuadamente la degradación ambiental si no
prestamos atención a causas que tienen que ver con la degradación humana y social. De
hecho, el deterioro del ambiente y el de
la sociedad afectan de un modo especial a los más débiles del planeta:
«Tanto la experiencia común de la vida ordinaria como la investigación
científica demuestran que los más graves efectos de todas las agresiones ambientales los sufre la
gente más pobre»[26]. Por ejemplo, el agotamiento de las reservas ictícolas
perjudica especialmente a quienes viven de la pesca artesanal y no tienen cómo
reemplazarla, la contaminación del agua afecta particularmente a los más pobres
que no tienen posibilidad de comprar agua envasada, y la elevación del nivel del
mar afecta principalmente a las poblaciones costeras empobrecidas que no tienen
a dónde trasladarse. El impacto de los
desajustes actuales se manifiesta también en la muerte prematura de muchos
pobres, en los conflictos generados por falta de recursos y en tantos otros
problemas que no tienen espacio suficiente en las agendas del mundo[27].
49. Quisiera
advertir que no suele haber conciencia clara de los problemas que afectan particularmente a los
excluidos. Ellos son la mayor parte del planeta, miles de millones de
personas. Hoy están presentes en los debates políticos y económicos
internacionales, pero frecuentemente parece que sus problemas se plantean como
un apéndice, como una cuestión que se añade casi por obligación o de manera
periférica, si es que no se los considera un mero daño colateral. De hecho, a la
hora de la actuación concreta, quedan frecuentemente en el último lugar. Ello se
debe en parte a que muchos profesionales, formadores de opinión,
medios de comunicación y centros de poder están ubicados lejos de ellos, en áreas urbanas aisladas, sin tomar
contacto directo con sus problemas. Viven y reflexionan desde la comodidad
de un desarrollo y de una calidad de vida que no están al alcance de la mayoría
de la población mundial. Esta falta de contacto físico y de encuentro, a veces
favorecida por la desintegración de nuestras ciudades, ayuda a cauterizar la
conciencia y a ignorar parte de la realidad en análisis sesgados. Esto a veces
convive con un discurso «verde». Pero hoy no podemos dejar de reconocer que
un verdadero planteo ecológico se
convierte siempre en un planteo social, que debe integrar la justicia en las
discusiones sobre el ambiente, para escuchar tanto el clamor de la tierra como el clamor
de los pobres. (de la encíclica de Francisco: Laudato
si).
No hay comentarios:
Publicar un comentario