viernes, 20 de julio de 2018

No nos dejemos engañar: dice el cabildo planta: almendros, nogales, higueras y olivos, y es verdad: por cada mil pinos uno de esos cuatro.
 
No nos dejemos engañar: dice el cabildo planta: almendros, nogales, higueras y olivos, y es verdad: por cada mil pinos uno de esos cuatro. De hecho, no hay una sola foto donde se vean higueras y nogales. Pero el engaño es mayor, cuando consigue de los dueños de terrenos abandonados, porque le prohíben cultivarlos, permiso para plantar lo que dicen y luego lo dejan secar, para después –una vez el dueño ha dado permiso al cabildo para que le plante eso que dicen, lo dejan secar y lo plantan todo de pinos, y a éstos sí que los riegan, y no los dejan secar. He ahí la trampa, la mentira, el engaño. Doble engaño, pues. Lo peor de todo es, que hay alcaldes que se prestan al juego, y engañan a su vez a sus conciudadanos, ¡de pena!, y todo con tal de ser amigo del que está en el poder, es decir amigos del cabildo. Y lo peor de todo todavía, es que se prestan algunos a engañar a la gente para que acepten en sus terrenos estos regalos envenenados que les hace el cabildo. Pues, de esas plantaciones, jamás se obtendrá fruto alguno, pues queda dicho y es práctica habitual: dejan secar todo lo plantado, para replantar después, los sabidos pinos. Engañan con posibles comercialización de las frutas de lo plantado, pero..., la pinocha no es mercancía de consumo, sino la mayor desgracia para el terreno, pues lo esteriliza y envenena de por vida. Así que todo el equipo del cabildo, más alcaldes colaboracionistas, animan a que dejen plantar árboles frutales en las tierras sin cultivo, diciéndoles a los engañados hay gentes dispuestas ya a comprarles el aceite y las almendras, que ellos les van a plantar olivos y almendros, pero, ¡mi gozo en un pozo! Como no recojas pinocha (que lo tienen prohibido), otra fruta no vas a poder coger, y hasta habrás perdido el terreno, habida cuenta el pinar está protegido, no lo puedes arrancar, ni cortar, ni secar, y ya es todo del cabildo. El cabildo no ayuda a la agricultura, sino a emboscar la isla de pinos, con el engaño de plantarte olivos, nogales y otras plantas, que ya después ya saben lo que hacen. Vergüenza de alcaldes que ayudan a este engaño. Encima dicen que con ello se acaban los incendios, se conserva el suelo, atraen el agua de las nubes, la estética del paisaje, la recuperación de lo de antes, etc., para engatusar a la gente, que caen como tontos. Por todo ello, nadie debiera ceder o dar permiso al cabildo para esa manipulación y engaño; es una estrategia bien calculada, pero con el paso del tiempo se verá -ya después será tarde- quién tiene razón si ellos o un servidor (no es nuevo, sino que hay experiencias y hasta citadas por un servidor ya en La Hoya de la Vieja –cerca del Nublo- han procedido así, como en muchos otros lugares). Y, es que el cabildo con tal de obtener de los 21 ajuntas y mientos los dichos permisos, les repartió dinero, y han caído en la trampa, con la pretensión de llenar de pinos la isla sin saltarse ni un solo ajunta y miento, y tienen calculado ya para este año los muchos miles de pinos a plantar, previo plantar o fingir que plantan olivos y naranjos. Sí, ¡cógelo Cuco! No se olvide, el plan del cabildo es doblar o duplicar (multiplicar por dos) los pinos ya plantados, y la estrategia es la arriba o atrás contada. Y toda vez no dejan cultivar, el cabildo pretende comprar terrenos abandonados, para su fin o plan: llenar la isla de pinos (a lo que encima llaman re-forestar [si primero plantan forestan con árboles frutales, después re-forestan plantando pinos]), Y, el que avisa, no es traidor (y dado que la Prensa nada dice -los Medios de comunicación- dense por enterados a través de un servidor, que les juro, no miento. Solo añado: como después haya un incendio -Dios nos libre- arde la isla entera (por más que bomberos hayan).
 
El Padre Báez, Pbro. 20-07-18

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