sábado, 7 de julio de 2018

El cabildo entuba nuestros barrancos...
 
El cabildo entuba nuestros barrancos, con lo que se acaba con la flora y la fauna, es decir con hierbas, arbustos, árboles y gusanos, pájaros, palomas, y es cosa de poner solo tres ejemplos de cada. Y que se trate de una institución, que tiene un compartimento o “ministerio” con el medio o miedo ambiente, y en lugar de favorecerlo lo obstruya y vaya contra ello, es que no cabe en cabeza humana alguna, sino en la hueca de ellos. Y es que toda la sociedad, debe despertarse ecologista, tomar conciencia de la muerte de dichas áreas, con lo que el Sáhara entrará en la isla poco a poco y al fin todo esto será un desierto, donde solo habrán serpientes, que nos comerán por las patas arriba. Manifestaciones debieran haber constantemente y con pancartas, banderas, pintadas, gritos, y cuanto al respecto se pueda hacer; a ello invito, para que se suelte el agua y corra por donde la naturaleza siempre lo hizo, sin que el cabildo solo pretenda favorecer por amiguismo a gentes que nos les importa la mayor, con tal de satisfacer sus egoísmos, contra todo y todos. ¡Ya está bien de corrupción, de mentiras, de hacer lo que me da la gana! Este pueblo, engañado y entontecido con un fútbol ahora de gente mayor y la mayoría de fuera, que seguirá bajando –al medir contaremos, mientras la fuerza y el talento joven y de la tierra, es despreciado- no ve sino campos de césped, bien regados, pero los barrancos secos no los ven, porque les absorben el deporte rey, que los tiene idiotizados, gritado: ¡¡Gooolll..., gooolll..., gooolll...!!, hasta desganatillarse, cual si pidieran auxilio de un ahogamiento desesperado, y sin que les vaya lo más mínimo, pero..., que organización alguna no haya al respecto, que organice manifestaciones y otras acciones, es de pena y dolor, de tragedia y de muerte (con la contribución por silencio de los distintos medios de comunicación comprados). Es decir, el cabildo ladrón de agua -y de tanto- debiera devolver el agua a su cauce de siempre, desde que el mundo es mundo, y en ello, cuando están tan ocupados en llenarlo todo de pinos, habida cuenta en las orillas de los barrancos no hay pinos, les importa un rábano quitarnos el agua, que es de todos –con las cabras hacen lo mismo: las matan-, pues como el sol, no es algo privativo, ni nadie es dueño, sino un regalo del Creador (que si es usted ateo, ponga en lugar de Dios, Naturaleza).
 
El Padre Báez, Pbro. 07-07-18

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