Detrás de la muerte de los pinos, se
esconde...
...el cambio del clima. Cada vez se ven más pinos
muertos, y otros mortecinos, o empezando a secarse o morir. Y ya no es cuestión
opinable, sino científico y constatable el hecho: los ecosistemas forestales,
están sufriendo las incidencias y en gran magnitud según latitudes y lugares.
También nos toca y con mayor virulencia a nosotros aquí, dadas las condiciones
orográficas y otras.
Hay negativamente una evolución del daño en la masa de
pinos que desgraciadamente tenemos gracias al cabildo sin cabeza que está al
frente, y ello a pesar de los “técnicos” e ingenieros, que no ven lo que ven
hasta los ciegos, que la conservación de las plantaciones de los pinos gracias
al cambio climático sufren un retroceso brutal y terminal y ello constatable por
evidente en cualquier región, más en esta isla donde el agua fue siempre un
problema y ahora agudizado precisamente por la acción de los pinos sobre el
acuífero. Es decir, la masa forestal que sufrimos, padecemos o tenemos sufre una
reducción considerable al paso de los días, meses, semanas, años, y sin embargo
van a por 350.000 en Veneguera y no
desisten de seguir con ellos -plantándolos- durante cuarenta años más. ¡Están
locos (o negocio redondo que tienen con ello)! En realidad, no tienen -los
pinos- ningún valor ecológico y sí muchos daños al ecosistema, y sobre todo a la
biodiversidad, sin olvidar el daño al propio terreno entre otros, por y para no
repetirme, pero que pasan los pinos por un periodo frágil es evidente y está más
que claro, va a ser my difícil por no decir imposible conservar la isla llena de
pinos como la tienen y menos repletarla como pretende el cabildo de forma cerril
y absurda, contra natura y toda investigación
científica.
El Padre Báez, que a la hora de proteger, ofrezco la
desprotección, pues luchar contra la naturaleza es batalla perdida, y tal como
se ve la cosa en general, esto no tiene visos de marcha atrás, sino hacia
adelante o a más, con lo cual aparte de otros peligros, que no quiero ni citar,
para no incitar, el seguir plantando pinos representa un proceso absurdo, que no
tiene en cuenta: ya no llueve como llovía, y el futuro para el medio ambiente no
es precisamente halagüeño.
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Por ser Domingo, aunque ya casi terminando el día del
Señor, permítanme les ofrezca una foto y texto de Don Carmelo Martín, Director
de Radio Aventura, que me ve así, con esos sus ojos y amistad, y breve texto
(¡todo un detalle!):
“El último guanche” (Don Carmelo
Marín)
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“... el Señor lo
ha jurado y no se arrepiente: Tú eres sacerdote eterno, según el rito de
Melquisedec...” (salmo
109).
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