Miles de hectáreas de acidez en la
isla...
... por culpa de los pinos. Donde los pinos, no hay
posibilidad alguna de que otras plantas crezcan, que ya es desgracia y ruina, al
no poder tener ningún aprovechamiento de la tierra si hay pinos en ella. Pues, a
la sombra del pino, no crece nada, con la consiguiente desaparición de todo lo
nativo, ya sea endémico o no. Razones hay más que suficientes con lo dicho para
oponernos frontal y directamente contra los pinos, pues son una maldición y
castigo por parte del cabildo, que ningún bien persigue para el pueblo, sino
para sus bolsillos, pues no dejan crecer ninguna otra especie.
Es decir, el pino
es totalmente improductivo, y ese su único efecto, entre otros. Y se sabe que en
pocos años si se arrancaran los pinos, la tierra volvería a producir lo de
siempre y ello antes de diez años, según estudios; se puede volver a cultivar la
tierra ocupada por los pinos, en un rendimiento paulatino. Porque es que además
el pino -por si eran pocos sus males-contribuye grandemente a la erosión del
terreno, haciéndole perder como queda dicho más arriba toda o alguna fertilidad
a la tierra, y hace que la tierra pierda sus materias orgánicas. Y a todo esto
digamos que tenemos pinos que ni siquiera son de aquí, pues los traen del fin
del mundo o del fin de la tierra (canadienses y gallegos, sobretodo, pero los
tenemos de todas partes y variantes). Pero si lo dicho para la vegetación es
grave, pues acaba con ella, porque debajo y en el entorno de los pinos, ni
flora, pero tampoco fauna alguna. Es decir, la biodiversidad en ambas
vertientes, desaparece con los pinos, no hay resquicio ni posibilidad alguna de
otra vida que no sea la propia y única del pino. Al ser conífero, en el pino: no
hay vida con él, sino solo él, que es muerte.
El Padre Báez, que no ve solución de nada con las
plantaciones de pinos sino problemas de difícil solución o sin solución. Todo lo
que habrá que hacer es cortarlos, y dejarse de entresacas y otras maracas, que
matándose el perro, se acaba la
rabia. Pues no señor, a Veneguera le
aguardan 350.000 pinos y a la isla durante cuarenta años más de plantaciones sin
parar hasta llenarla toda de solo pinos.
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Al bueno de Gregorio: ya lo digo más arriba, y lo
repito: si nos plantaran pinos canarios, éstos pegan en los riscos; pero es que
nos los traen de Galicia, del Canadá, y ¡hasta de Marruecos!, y son éstos los
que nos plantan, y no de los nuestros, que tampoco son de recibo: planten comida
y no esterilidad, que la pinocha, sea de aquí o de fuera no se come, ¡digo! Y ya
lo repite la sociedad en general: “¡manacabrones, planten pinos!, ¿y comeremos
pinocha?” Para que dejen de plantar más pinos, de aquí o de fuera, ya lo
saben (partidos políticos -todos iguales y cuál a peor- aparte): los
miércoles, no se compre ni el valor de un
alfiler:
Que yo sepa el
pino canario no es español. Otra cosa es que se tengan dejada de la mano al
sector primario por coalición canaria y los partidos estatalistas. Y que comamos
un 90 % productos de la metrópoli convirtiendo a Canarias en un mercado cautivo
de productos foráneos, porque las importaciones son el negocio de los
mercachifles que nos mal-gobiernan y de los que pagan sus elecciones para que
siempre gobiernen los mismos (se le ve el plumero) pues las colonias están para explotarlas y
así el negocio de los hoteles y del turismo es para los de la metrópoli y ni
siquiera se invierte aquí el dinero del turismo ni se emplea a nuestra gente
(el campo: parado y de brazos cruzados, viendo y hablando de
fútbol, en vez de cabras y trigo). ¿Cuándo despertaremos y
echaremos a los esbirros coloniales que nos venden, cuando podríamos ser un país
lleno de canarios felices manejando nuestros
recursos?
El 1 de septiembre de 2016, 23:16, Gregorio H.
<gregorio2008@... >
escribió:
Lo que más se
planta en Canarias son ladrillos para los especuladores de coalición canaria
(los otros son santitos, ¡guárdeme una cría de cada uno!
¡Despierte, coño! ¡Si son todos iguales o cuál a peor!) etc. hagan su agosto. Y
llenen a Canarias de foráneos, cundo la calidad de vida disminuye y nuestros
jóvenes más preparados se nos van a trabajar
fuera.
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“... en un
administrador lo que se busca es que sea fiel...” (1 Cor 4, 1-5). / “... a comer y beber...”
(Lc 5, 33-39). / “... opresores... plantarán... y los que
plantan cosecharán...” (Jr 30, 18-31, 9). / “... sin higueras, sin viñas, sin olivos...
y los campos ya no dan cosechas, se acaban las ovejas y las cabras... ya no
quedan vacas en los establos...” (Ha 3, 2-4. 13a.
15-19).
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