sábado, 10 de mayo de 2014

omnipresente


Mes de mayo (día 10), mes de María…

Mes de la flores, mes de la flor más hermosa…

María, con S. S. Francisco…

María en La alegría del Evangelio (Evangelii Gaudium)…

flores para compartir,regalos a amigos,facebook

… Como a San Juan Diego, María les da la caricia de su consuelo maternal y les dice al oído: “No se turbe tu corazón […]. ¿No estoy yo aquí, que soy tu Madre?”.

 

La estrella de la nueva evangelización.

 

287. A la Madre del Evangelio viviente le pedimos que interceda para que esta invitación a una nueva etapa evangelizadora sea acogida por toda la comunidad eclesial…

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¿Dónde sin tabaibas?...

 

… si salgo por la isla, en todas partes las veo; las veo cerca y a lo lejos, todo lo llena la tabaiba, obstruyendo caminos, e impidiendo avanzar o caminar, en todas partes otra cosa no hay. No me llevo su leche a la boca, y ya me sabe su maldito olor; me coge por delante, por detrás, por los lados, lo llena todo con su presencia; tantas tabaibas nos emborrachan, nos acosan, no hay quien aguante tanto. ¿Adónde me esconderé que no la vea?,  ¿adónde ir que escape de ellas? Si están por la costa, medianías y cumbres; tanto en el norte como en el sur, en las orillas del mar, y en las crestas de las montañas, en todas partes se encuentran; desde el este al oeste, ningún lugar escapa de ellas; no hay sitio a donde ir que no se encuentren, a un lado y a otro, a derechas y a izquierdas, por todos lados que uno se vuelva allí está ella. Nos cubre y acompaña a todos lados, su leche amenazadora alrededor nuestro. Lo cubre todo cual paño. Su leche cual madre que nos nutre; se ha hecho potente y ha derrotado toda otra hierba o arbusto, que no sea ella, la triunfadora, la única. Ella está en el fondo de los barrancos, laderas, riscos, alturas, etc., nada escapa a su presencia, está por todas partes. No hay sitio sin ellas. Se esconden en todos los lugares, se enseñorea en todos los terrenos, cercados, cultivos, patios, etc., se va como la mancha de aceite manchando todo, expandiéndose en todos los lugares y huecos que hayan; no se esconde, es altanera, soberbia y orgullosa de su maldad; si alcanza a nuestros ojos, nos deja ciegos; si la garganta, amargura por varios días; contarlas es tarea imposible, son casi infinitas. En otro tiempo estaban, como cualquier otra planta, compartiendo espacio; ahora, solo y todo para ellas. Son inmensos los tabaibales. Están protegidas. Son poderosas. No se les puede hacer daño, no se las puede molestar en su expansión y colonización. Conquistan el territorio, en exclusiva para ellas. Nadie se salva de ellas, si las molesta. Hay que respetarlas. Hay centinelas que las guardan. Sin misericordia te castigan, si las tocas, con multas enormes. Es delito muy grave atentar contra una sola de ellas (creen hay riesgo de desaparición). Ellas nos van a sacar de la crisis. Es delito dañarlas, o hacerles algo. Mejor, ¡ni tocarlas!

 

El Padre Báez.

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