jueves, 1 de mayo de 2014

1 de mayo y tabaibas

Mes de mayo (día1), mes de María…
Mes de la flores, mes de la flor más hermosa…
María, con S. S. Francisco…
María en La alegría del Evangelio (Evangelii Gaudium)…

II. María, la madre de la evangelización.
284. Con el Espíritu Santo, en medio del pueblo siempre está María. Ella reunían a los discípulos para invocarlo (He 1,14), y así hizo posible la explosión misionera que se produjo en Pentecostés. Ella es la Madre de la Iglesia evangelizadora y sin ella no terminamos de comprender el espíritu de la evangelización…
----------------------------------------------------------------------------
 
Tabaibas en el techo…
 
… y no solo en el techo, sino también en las paredes. Ya es grave, que encaramadas en los techos de casas antiguas, que sin herederos o por peleados entre ellos, o por el BIC que las define, o por lo que sea vemos entre modernos edificios en nuestros pueblos, y en campos abandonadas, esas casas que algunas con varios siglos, lucen en los aleros de sus maltrechos tejados, sendas plantas que enraizadas entre tejas y piedras de sus paredes, cargan y soportan distinta flora, con predominio según en dónde de las plantas del lugar, pero lo que ya grita al cielo, que estas lechosas y envenenadoras plantas, no solo hayan invadidos viejos patios y jardines, terrenos y cercados, sino que se hayan subido por paredes y techos y así en edificios viejos, y hasta de valor histórico, la maldita tabaiba eche sus raíces y abran paredes, rompan techos, y destrocen Historias y patrimonio sin que nadie ose o se atreva a poner remedio cortando o arrancando -por miedo a multas millonarias y cuyos dineros no van en reparación de esos mismos edificios-, que parecen ser terreno cultivado ante la abundante familia de distintas plantas, pero entre las que sobresalen, como señora y dueña (de la casa), la dichosa y maléfica, dañina y estéril tabaiba, a pesar de su leche inutilizada, pues a ver quién se atreve a echar un chorrito de ella en su café u otras comidas y bebidas. Dañan a la sola visión, ver esas tabaibas inhiestas y vencedoras, en los techos y no se les libre de ese cáncer que soportan esos cimientos, incapaces de sostener ese bosque entre tejas y paredes, y de los que se desprenden tejas, piedras, barro, tierra, etc.
 
El Padre Báez.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario