miércoles, 10 de agosto de 2011

La Iglesia, es apostólica, por eso vienen tantos millones de jóvenes a Madrid.


Para fundar su Iglesia, Jesús escoge a doce discípulos, pero hay otros apóstoles (Pablo, Silas, Timoteo, Bernabé, etc.). Nos encontramos a Pedro (siempre el primero en ser citado) y a los apóstoles; también a Santiago y los apóstoles. Hay pues, diferentes apóstoles. Por tanto, hay que situar a cada apóstol en su puesto, y ello según su función.

La palabra “apóstol” deriva del verbo “enviar”, y de ahí “enviados”. Y, el apóstol, representa al que lo envía. Por tanto, viene a ser, algo así como un: emisario, delegado, embajador, plenipotenciario... Función y honor, que pertenece solamente a los doce.

Quiso Jesús multiplicar su presencia y propagar su mensaje por medio de hombres, a los que llama, para que pesquen hombres, para que estuvieran con Él, para que anunciaran el Evangelio, para que expulsaran demonios, para que hablen en su nombre y los reviste de autoridad (“... el que los reciban a ustedes, a mí me reciben...”)...; aprendieron a repartir el pan, recibieron autoridad especial sobre la comunidad que deben dirigir, etc. En definitivas: son el  fundamento del nuevo Israel: la Iglesia (simbolizada con el número 12 de los apóstoles), base y esencia de la Iglesia de Jesús.

Con ellos (los apóstoles), el resucitado estará hasta el fin de los tiempos, les encarga llamar discípulos, bautizarlos de todas las naciones (catolicidad).

Serán testigos de Cristo, de su resurrección, son únicos, y son (los 12), el fundamento (y cimiento) de la Iglesia. Los doce son los apóstoles por excelencia. La Iglesia, es “apostólica”. Es así cómo Jesús quiso multiplicar su presencia y su palabra, por eso, los doce comunican a otros el ejercicio de la misma misión apostólica (transmisión de poderes).

Quiso pues, Jesús, que el cargo pastoral confiado a los doce continuara a lo largo del tiempo, aún conservando el vínculo con los apóstoles, con su presencia de resucitado. El apóstol es un representante oficial del resucitado en la Iglesia, fundada sobre los doce, con autoridad.

Cuanto precede, la multitud de jóvenes que se llegarán a Madrid para encontrase con Benedicto XVI, lo saben, de ahí que vengan de todo el mundo, y son solo una representación de sus comunidades o Iglesias particulares (Diócesis). Sin esa base teológica, fundamentada en las Sagradas Escrituras, nadie vendría a Madrid, si no fuera por las razones dadas o expuestas en breve y apretado resumen, además de simplificado, para su mejor comprensión, que no es esto una lección de Teología (Eclesiología), sino una muy simple divulgación, pues ni hay tiempo para más, ni están los oídos para tanto, que donde documentarse -quien quiera- hay y tienen en abundancia.

Sucede, que el apóstol, es un hombre despreciado por el mundo, perseguido, entregado..., las verdaderas razones de su autenticidad, ya que lo del apóstol, lo suyo -como Cristo- es dar la vida por los demás.

En cuanto a su autoridad, lo es en: respecto a la doctrina, en cuanto servicio y jurisdicción.

Comentario aparte merece que Pablo quisiera informar a Pedro (el jefe de los doce) de su apostolado o acción...

El Padre Báez, que sabe nuestro Obispo (Francisco Cases Andreu, “nuestro apóstol”), con un grupo de unos 300 jóvenes, estarán en Madrid -donde se les sumaran otros 400-, con el Santo Padre, ¡qué suerte!; pues son muchísimos los que desde las distintas parroquias quisieran ir, pero ya se sabe, la situación social y económica no lo permiten, por eso, se conformarán con verlo por televisión, oírlo por radio y leerlo en la buena prensa (que ya sabemos cómo algunos: dos que se opongan llenarán cuatro páginas y discursos de una semana, los dejan en una columnita).

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