Sube, porque se hizo pequeña, y lo que no empequeñece, no sube.
Y sube la gracia, y Ella, estaba llena de Dios, por eso sube.
Sube la Virgen, porque arriba, en lo alto, está su puesto (después de Dios).
Desde la altura -simbólicamente- como que ve mejor a todos sus hijos.
Sube, porque el día 14 y 15 celebramos su asunción a lo más alto de Cielo.
Y así, subida, en lo alto, la vio San Juan: vestida de sol, calzada por la luna y coronada de doce estrellas.
Sube, porque la luz, se enciende, para ponerla en lo alto, y así alumbre.
Sube, para que miremos hacia arriba, al mirarla a Ella, donde nos espera.
Sube, porque se adelanta a nuestra morada, que está en lo alto, con Dios.
Sube, para estar así, al lado del Dios Altísimo, como lo cantan los salmos.
Sube, porque se la llevan los ángeles y la rodean con sus alas.
Por más que sube, sigue cercana a nosotros: no se aleja, está atenta.
Sube, para indicarnos el camino a seguir; Ella, va por delante...
Sube, porque arriba, están sus amores primeros: la Trinidad.
Sube, para llevarnos con Ella, y cual Madre a prepararnos sitio.
Sube, no para huir de nosotros, sino para mejor interceder por nosotros.
Sube, porque lo de Ella fue siempre subir montañas y escalar barrancos, como cuando visitó a Zacarías y a Isabel.
Sube, porque le encantan las montañas: Carmelo, Esquilino, Magullo...
Sube, para desde ahí, esperarnos en visita todo el año a su Hijo y a Ella.
Sube, porque llena de “aire divino -el Espíritu Santo-“ es volátil y sutil.
Sube, porque es como el “viento santo”, como “la brisa suave”...
Sube, porque es leve, al estar sin pecado, que la ate a la tierra o al suelo.
Sube, para indicar el Cielo o meta a los que peregrinan por la vida.
Sube, porque la nieve, cae desde arriba, de lo alto, del cielo...
Sube, porque lo de Ella fue siempre subir: subir desde Egipto, subir a Jerusalén, subir al Calvario, subir al Cielo...
Sube, para darnos la mano y ayudarnos a subir, y alzarnos mejor.
Sube, porque esposa del Espíritu, cual si también tuviera como alas.
Sube, para estar más disponible, y más y mejor acogernos.
Sube, porque es la bendita entre todas las mujeres, la más excelsa.
Sube, porque la fe eleva, y ¿quién más que Ella, creyó?
Sube, porque dichosa, Dios hizo en Ella cosas grandes.
Sube, para estar mas cerca de Dios: su alegría.
Sube, porque es libre y liberadora.
Sube, (añada usted lo que falta).
El Padre Báez, en la Subida de la Virgen de las Nieve de Telde, a su camerino en Lomo Magullo, el sábado día 13 a las 20,00 horas.
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