Huertos escolares
tabaiberos…
… cuando persiguen a todo anciano u hombre de cualquier edad que
practique la agricultura y la ganadería, le han dado por sustituirlos por niños
en los patios de recreo, y que en lugar de estudiar -¡así nos luce el pelo!-
los entretienen con tomates y lechugas, porque lo que son las calabazas, esas
cuelgan de los pupitres, pues, que con niños en colegios y escuelas, institutos
y otros lares estudiantiles, que en lugar de estudiar, juegan a ser
agricultores, no he visto todavía de ningún centro escolar salga un camión de
frutas y hortalizas para la plaza, pues que dados a plantar, también a los
niños se les enseña a plantar tabaibas entre sus hortalizas. ¡Éstas tenemos!:
niños plantadores de tabaibas, en el colegio y fuera del colegio. Y, pasa lo
siguiente: para que los niños se sensibilicen con el medio ambiente, y con lo
verde, se les enseñan a plantar, y regar, para que cuando mayores, practiquen
lo aprendido en lugar de inglés, matemáticas, filosofía, etc., les vengan las
multas encima, por no haber pedido permiso antes, por arrancar una hierba mala
protegida (verbi gratia: la tabaiba),
estos malandrines, astutos, preparan el futuro, para seguir multando, que lo de
menos es que produzcan algo, sino que lo intenten y ya maldecirán la hora,
cuando en la escuela, en lugar de prepararlos bien para la universidad;
mientras, al abuelo y padre, les prohibían cultivar, a ellos niños -creo a eso
lo llaman explotación infantil- les
hacían trabajar en huertos en el patio de recreo. Así se escribe, una pobre y
vergonzosa historia, que no merece ni la “H” en mayúscula. Mayúscula la
idiotización de los niños. ¡Mejor dejaran cultivar a sus mayores, sin castigarlos
por todo, y por nada! Y si era poco para el potaje; ahora, los niños plantan
también tabaibas (vamos a no desmerecer el centro educativo en cuestión y el
municipio, y los obviamos, para que no se rían de ellos [¡o vayan a
arrancarlas, pues no dejan de ser un peligro para los menores!]). En fin, es lo
que tenemos.
El Padre Báez.
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