muerte

El protagonismo de las tabaibas…

 

… del sistema que nos gobierna, en una situación totalmente incierta, ya sin esperanza y con preguntas como éstas: ¿qué se pretende con toda la isla llena de tabaibas y su monocultivo?, ¿para qué son necesarias los cuatrillones de tabaibas y que van a más imparablemente?, ¿qué economía es posible con todo lleno de la sola tabaiba por todas partes?, etc. Y, nadie se moviliza contra el cabildo y gobierno; ya este pueblo sin sueños ni aspiraciones, sino las de saber el resultado de partidos de fútbol y de balón cesto cabildicio. Nada difícil saber a dónde nos va a llevar este estado de cosas. Por lo pronto el pueblo sigue callado; pero, ¿hasta cuándo?, ¿no surgirá la violencia ante tanto abuso y atropello?, ¿hasta cuánto se aguantará? Sabido es -aunque no lo publican- hay campesinos que se suicidan ante la imposibilidad de dar de comer a los suyos. Repito: estos casos de los que se quitan la vida, no los hacen públicos. Hora es recordar, cómo en tiempos no lejanos todavía exportábamos frutas y otros productos a Inglaterra, Japón, Estados Unidos, Holanda, etc. Pues, seguimos teniendo la misma tierra, ¡la mejor del mundo!, con el mejor clima -y también- del mundo, y sin embargo, no producimos sino leche de tabaiba en cantidades incontables de litros, pero que solo envenenan la tierra. La columna vertebral de estas islas e isla, era la agricultura, y el protagonismo lo tenía el agricultor; ahora, lo tiene las tabaibas; la tierra maltratada, y en situación de intocabilidad o inmovilidad.

 

El Padre Báez.

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DEP

Domingo Valerón.

Murió a los 84 años, conduciendo su vieja ranchera.

¡Claro que lloré al conocer la noticia!, lo quería como a un padre. Confió en un servidor, para que escribiera sus Memorias (“Tres siglos de la otra Historia de Telde”), recogidas en 500 páginas, y que esperan ahora la imprenta las saque a la luz, con fotos impactantes. No quería morir, sin verlas publicadas, y en ellas: su visión de la vida, su trayectoria, su amor al deporte, sus Llanos de San Gregorio, etc. Ojalá, vean pronto la luz pública en cuanto testamento y última voluntad.

Hemos perdido tres siglos de nuestra Historia.

 

Padre Báez.