Popurrí 598 y Relación con el campo.

POPURRÍ 598:

En el Año de la Fe (222): La fe, se madura.

 

Mes de María.

22 de mayo.

Ella, el mejor fruto de Dios.

 

 

Al habla el historiador (222):

 

Sigue el hambre a más...

... y siguen sin sembrar, solo plantan pinos, ¿qué vamos a comer?

 

Las movilizaciones, hay que hacerlas al campo...

... para en lugar de pedir, se siembre y plante papas, millo, coles, etc.

 

No hay partidas para ayudar y dar comida...

... hay que partir hacia los terrenos y sembrar, plantar, arrancar, etc.

 

Con ayudas, prestaciones, el paro, etc....

... ¿quién va a trabajar en el campo, si se lo dan sin dar golpe?

 

¡Eso, que sigan con trenes, metros, puentes, carreteras, túneles, etc...

... y comeremos cemento con alquitrán!

 

El cabildo le pide aviones y helicópteros, para apagar incendios...

... y el Ministerio de Medio Ambiente, le dice que suelte las cabras.

 

Eso, ya lo están haciendo en Tenerife, con resultado positivo...

... aquí no, aquí tienen la hierba protegida; ya saben que las cabras nuestras, comen hierba traída de cataluña.

 

Es decir, no suelto las cabras...

... y pido aviones y helicópteros. ¡Tiene cara este cabildo!

 

Precisamente, por tener todo protegido...

... no se puede sembrar, ni plantar nada. ¡600,00 euros, por plantar un olivo, para lo cual se arrancó tres cerrillos! ¿Quién se atreve a plantar o sembrar algo?

 

Una vez más, hay que repetirlo:...

... sobra el miedoambiente y el seprona (¡sobre el cabildo!).

 

El cabildo, en lugar de dejar a cuatro pastores que quedan, que suelten el ganado y se coma la hierba...

... prefiere pagar a 400 bomberos durante 8 meses, vigilando si hay humo por cualquier rincón o barranquillo.

 

Lo más curioso, es que aquí, se prefiera incendios...

... a cabras, ovejas, burros, vacas, etc., sueltas comiéndose la hierba: la materia que arde.

 

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“... servid constantemente al Señor. Que la esperanza os tenga alegres; estad firmes en al tribulación, sed asiduos en la oración...” (De la lectura breve de Vísperas [Rom. 12, 9-12]).

 

“... se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador...” (De la antífona al magnificat).

 

“... si a un hombre le concede Dios bienes y riquezas y la capacidad de comer de ellas, de llevarse su porción y disfrutar de sus trabajos, eso sí que es un don de Dios. No pensará mucho en los años de su vida si Dios le concede alegría interior...” (Del libro del Eclesiastés).

 

“... Dios, en efecto, hace que se distraiga con alegría de corazón; no estará triste, sus pensamientos no lo molestará, absorto como está por la alegría y el goce presente..., ésta es la suerte que nos pertenece: alegrarnos de nuestros esfuerzos y fatigas...” (Del comentario de san Jerónimo, presbítero, sobre el libro del Eclasiastés).

 

“... tus preceptos son mi herencia perpetua, la alegría de mi corazón..., alégrense y gocen contigo, todos los que te buscan...” (Salmo 118).

 

“... el amor..., no se alegra de la justicia, sino que goza con la verdad...” (Lectura breve de Tercia [I Cor. 13, 4-7).

 

“... alégrense y gocen contigo todos los que te buscan, Señor...” (Versículo a la Hora Intermedia).

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Relación con el campo:

 

A nadie se le esconde, que a un servidor, le gusta el campo. Es que desde niño, metido en él. Otra cosa no vi. Creo en el campo. Mi vida sin el campo, no sería vida. Siempre me relacioné con él. Y él me influyó. De hechos de la infancia hay tanto, que llenaría libros (en una ocasión, jugando a conducir coches, sin más que haciendo el ruido y dirigiendo un volante invisible, cogiendo curvas sobre un charco de un barranquillo, rumbo al barranco, pisé a un pájaro, y me volví para ver cómo y si lo había matado). Cierto. Se era entonces, uno, más veloz que los mismos pájaros, pero..., ¡volvamos al presente!). Veo, que no se valora el campo, y me da pena, rabia... Árboles. Animales. Ahora solo hay aridez. Y uno, con sus experiencias campesinas. Se muere el campo; es triste. El campo, se vacía, se tupe de maleza. Ya no se ve las cenizas, que eran abono, ni... Entonces no había maltrato, ni explotación infantil. El campo, no es fácil. El campo, no es para ganar dinero, sino para vivir (¡la mejor fortuna!). Los políticos no quieren saber nada del campo; permiten los desahucios; nos recortan; gente con hambre; gente en la calle... Hay muchos locos en política. Se olvidan de la Biblia (¡el mejor de los libros!). Por los montes ya no andan los campesinos, sino los uniformes. El campo donde tantas actividades, ahora nada se mueve, a nadie se ve, nada se hace. Incluso, ¡aquellas fiestas! Lo que vienen de atrás, desde siglos, se ha parado. Desaparece una cultura (agricultura). Era y es, una manera de vivir. Ya las vacas no aran; ni los pastores llevan sus ovejas a pastar. La gente ya no se divierte. Ahora, hacen parques y playas para los perros (las cabras encerradas en corrales). Ya nadie canta; nada se oye. Desaparece la tradición. Se ha vaciado el campo y se ha expandido, se hacinan en las ciudades. La gente emigra desde el campo a las ciudades. Otros navegan o velan fuera. Las casas, alpendres, corrales chozas, etc. del campo, se vacían, se caen. Sobre la calidad de nuestra tierra, no hay dudas a nivel científico y mundial. Nada se hace para frenar la proliferación del rabo gato, planta invasora, que acabaría con toda y ninguna agricultura y con la ganadería. Casonas y casas caciquiles, casas de señores, casas de la arquitectura tradicional, que se caen, sin protección (protegen hierbas malas o basuras, como la tabaiba, las retamas, los veroles...). Se cargan nuestra rica Historia (incluida la arqueología, que destroza nuestros yacimientos). Antes, los turistas, iban por los campos todos, en excusiones; ahora no se ve un turismo por el campo (no hay nada que ver)...

 

El Padre Báez.