miércoles, 1 de mayo de 2013

Popurrí 577 y Locura y violencia en el campo.

POPURRÍ 577:
En el Año de la Fe (201): La Fe que he recibido, debo guardarla sin mancha hasta el día que ya la pierda al ver al objeto (Sujeto) de la misma.

Mes de María.
1 de mayo.
De Ella, el mejor perfume.


Al habla el historiador (201):

1 de mayo día del trabajo...
... eso era antes.

1 de mayo día del trabajo...
... ¿o de los parados?

1 de mayo día del trabajo...
... ¡es un insulto y un agravio!

1 de mayo día del trabajo...
... en todo caso, día de los parados.

1 de mayo día del trabajo...
... eso es lo que quieren en espakistania más de seis millones.

1 de mayo día del trabajo...
... eso es lo que buscan en el tabaibal quinientos mil.

1 de mayo día del trabajo...
... es el día de buscar trabajo.

1 de mayo día del trabajo...
... más parece una burla, una tomadura de pelo.

1 de mayo día del trabajo...
... en todo caso el día de los sindicatos.

1 de mayo día del trabajo...
... mejor: ¡el día del paro!

1 de mayo día del trabajo...
... ¿dónde, dónde hay tajo?

1 de mayo día del trabajo...
... en el campo (agricultura y ganadería), sí que hay trabajo, pero no dejan trabajar. Raro, ¿no?

1 de mayo día del trabajo...
... de brazos cruzados.

1 de mayo día del trabajo...
... todos los días de mayo, de junio, de julio...

1 de mayo día del trabajo...
... todo el santo año, año de paro.

1 de mayo día del trabajo...
... y por lo de “santo”, día también de san José, obrero.

1 de mayo día del trabajo...
... la Iglesia lo puso, para santificar el día, y presentar un modelo.

1 de mayo día del trabajo...
... pero también es el comienzo del mes de las flores.

1 de mayo día del trabajo...
... el mes de María (que enseñó a trabajar a su Hijo Jesús).

 1 de mayo día del trabajo...
... María, la flor más hermosa del jardín de Dios (esposa que fue de un pobre trabajador “carpintero”).

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“... Señor, el rey se alegra por tu fuerza, ¡y cuánto goza con tu victoria! (Salmo 20).

“... hacen el bien, y son castigados como malhechores; y, la ser castigados a muerte, se alegran como si les diera la vida...” (De la carta de Diogneto).

“... la Iglesia los proveyó para el viaje; atravesaron Fenicia y Samaria contando a los hermanos cómo se convertían  los gentiles y alegrándolos con la noticia...” (Del libro de los Hechos de los Apóstoles).

“... Salvador nuestro, Señor Jesús, que con tu victoria sobre la muerte nos has alegrado y con tu resurrección nos has exaltado y nos has enriquecidos...” (De las preces de Laudes).

“... mi alegría es el camino de tus preceptos, más que todas las riquezas...” (Salmo 118).
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Locura y violencia en el campo:

Ya son miles, y no dejan de crecer, las familias que pierden su trabajo en el campo, al no dejárselas hacer lo único que saben hacer: cuidar de la tierra y de los animales. Como hagan algo de esto, y si encima se atreven a reabrir un camino emboscado, levantar una piedra de una pared caída, o simplemente poner un estorbo –que ellos llaman valla- para evitar los roedores se coman lo que plantan para ellos comer, te desgracian, porque aún sin tener para comprar y comer, vas a tener que pagar la multa enorme que te ponen por una simpleza o hacer lo que siempre se ha hecho y que hay que seguir haciendo, porque es lo que hace todo el mundo en el mundo, menos aquí, que no te dejan hacer nada, ni tocar nada. Pierden el trabajo, la comida, la salud, la paz, y hasta la casa (y cada vez más, pierden hasta la vida, ante la desesperación, el abuso, el acoso, las visitas, etc., etc.). Y la cosa viene de atrás, y no se les ven visos de acabar, o de cambiar de política, pues cumplen órdenes de los políticos, que viven y cobran de esas multas que ponen a los cada vez más pobres campesinos, ya sin papas plantadas, sin animales en el alpendre, y con el estanque vacío (porque no les dejan arreglar los “machos” (zanjas, canales o acequias) para recoger el agua de lluvia. Encima este pueblo tabaibero todo él multado, para igualar a todo vecino, por más que familiar y amigo sea, como te vea hacer algo ya está llamando al miedoambiente o al seprona, que los coge in fraganti, o lo que es lo mismo, con las manos en la masa. Denuncias que iguala a todo campesino, sin que haya unos solo que no hayan sido multados (muchos, muchas veces), por lo más mínimo y sin culpa (coger comida para una cabra, plantar un árbol, preparar la tierra para plantar algo, etc., [todo prohibido, todo protegido]). Se ofende así a los mayores, a la tradición, a la Historia, a las familias en paro, etc., sin respeto a nada ni a nadie. Se ha destapado una persecución que raya la locura, al no dejar hacer nada de nada, y vivir el campesino –todos- asombrado, con miedo, con susto en el cuerpo, que le hace mirar y desconfiar, temer y vivir sin poder vivir, escondiéndose para hacer algo m(aprovechando la bruma cuando la hay), y si hace fuego de unos pajullos, aún dentro de un bidón y con un cacharro de agua al lado, y sin que nada pueda arder a la redonda, si lo cogen lo arruinan y hasta le puede salir cárcel por pirómano, y delincuente, asesino y criminal (¡quemar unos pajullos de nada!) Se ha perdido la cordura, se vive en la locura, y no hay sino represión, acoso, vigilancia, y todo eso es la más cruel y dura violencia. Se está saqueando las pobres casas de los campesinos, que están quedando en la ruina. Le queman la vida al pobre campesino, que queda sin salida. Ya son muchos los que abandonan el campo, que queda fantasmagórico, sordo, sin vida, sin ruidos, mudo, callado, sin nadie que se mueva. No hay partido político alguno, que frene o intente cambiar la cosa, dado que todos participan de este genocidio del pueblo, pues en la alternancia, siempre tienen la misma fuente de ingresos: el campesinado paga multas callado y borreguilmente que los mantienen con buenos sueldos y mejor vida, escachando la de los del campo, de los que medran y viven cuales sanguijuelas o garrapatas, chupándoles la sangre. Podemos afirmar, sin riesgo a equivocarnos y mucho menos exagerar, que: se vive en estado de franco vandalismo miedoambiental, sepronil y cabildicio. Los tres en uno (el cabildo), se están cargando la isla llena de tabaibas por todas partes, y sin que se le pueda amputar un esqueje o rama a una de ellas, por más que moleste o impida el paso, porque eso es tratado como cosa muy grave, penada y castigada con mucho dinero. No hay gobierno para el campo, sino un desgobierno. Nadie del campo es asesor, ni consejero, ni concejal, sino pobres víctimas de los partidos todos y sus técnicos, que jamás le cogieron el ubre a una cabra, ni plantaron un cantero de papas, sin que haya uno solo que haya tomado partido por defender al sector primario y a los que al mismo pertenecen, pero que no pueden ejercerlo. La cosa es más que preocupante. Parece como si los campesinos, no fueran personas, y que vivieran fuera de la ley, y que hubiera que extinguirlos, pero que por lo pronto hay que controlarlos en güettos, y encerrados en sus propias casas, no se les dejan ni salir, ni tocar o hacer algo. Se han cargado los derechos humanos del campesino –iguales para todo ser humano-, que no tienen derecho a vivir, y por tanto no tienen derecho a trabajar. Es decir, el campo y el campesino (el campesinado), vive y está asediado, por varios ejércitos uniformados y armados con libreta y bolígrafos, para multar sin ton ni son. Cada vez, los campesinos son una minoría que decrece, cada vez son menos. El cabildo con su miedoambiente y el seprona, es el culpable de esta situación alarmante y sin precedente en el tiempo y en ningún lugar de la tierra; que se prohíba el comer del trabajo de la agricultura y de la ganadería. Es y hay una auténtica cacería violenta sin violencia (muy educados, con gafas negras, te visitan, saludan..., pero te clavan la puñalada trapera, por la espalda, y sin piedad, sin razón y sin motivo). Nadie controla ni frena esos abusos, ni se toman medidas algunas para cambiar este estado de cosas, que claman al cielo y justicia. Son unos auténticos intolerantes, inflexibles, dictatoriales, sin que nadie ayude al campesino, sino que se les obliga a pagar y a callar, sin rechistar. Se está negando ya al extremo, más ya casi es imposible. Y ningún medio de comunicación se hace eco de nada de esto (por la dichosa publicidad, que los compra y calla). Son, como una mafia que ataca inconsideradamente a gente inocente, que ningún mal hace sino que intenta sobrevivir, ya que no les dejan vivir. Solo un párrafo más, para concluir diciendo se trata de una en regla y verdadera persecución contra el campesino, que sufre este acoso sin igual en tiempos de democracia y libertad, que les condenan a desaparecer, y soportan a unos bárbaros que les han caído encima y los aplastan y desparecen basándose en multas y más multas, sin más, y sin motivo.

El Padre Báez.

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