Agricultura y tabaibas no son
compatibles…
“… estabas debajo de la
higuera…” (Jesucristo Jn 1, 47-51).
“… la hierba, florecen como
flor del campo…” (del salmo 102).
“… tiempos difíciles, como no
los ha habido…” (del profeta Daniel 12, 1).
“… un camino ancho,
buscando…” (del salmo 118, 41-48).
“… pobre y desgraciado…” (del
salmo 39, 2-14, 17-18).
… ¡ni mucho menos! Fuera de la agricultura, nadie busque
salida, porque es que no hay otra. Y cuanto más se tarde, peor. El único
desarrollo viable, es la agricultura, tanto para mayores, como para los jóvenes.
No hay otro camino o senda para dejar atrás la pobreza; sin agricultura, la
pobreza se agudiza. ¿Es eso lo que quiere el cabildo y el gobierno en nuestro
caso? No hay alimentación posible fuera de la agricultura y ganadería; todo
procede de ahí, y eso da comida y antes trabajo y ¡se acaba con ala crisis! ¿Qué
interés tiene la administración (gobierno y cabildo) en que no se active y
promueva la agricultura y su hermana gemela la ganadería? Sin el sector primario
activado y produciendo, la pobreza se expande y crece, y Cáritas cada vez podrá
dar menos al repartir entre más. Otra salida no hay, ni es posible otra salida
sino volver a la agricultura, a la cultura del campo (no los de fútbol y
balón-cesto, sino al que se siembra y planta). El futuro está -como en el
pasado- en la tierra, en su cultivo y cuidado del ganado, sea el que sea.
Tampoco se debe dejar de mirar a los árboles frutales, sustituidos todos por
pinos y tabaibas; deben volver los castañeros, nogales, almendreros, higueras,
etc., etc. (el Domingo pasado, día 14 de septiembre, comprobamos cómo en
Artenara, hacían me mermeladas de todo [de higos, de melón, de tunos, etc.]), y
esa es una solución barata, que deja mucho dinero a los que se dedican a lo
mismo, y no deja de ser un simple ejemplo. Ese mismo día 50 personas pudimos
comprobar cómo había en Tamadaba una cuadra que en otro tiempo albergaba un
centenar de vacas, toros, becerros y daba a otros tantas 50 personas de las
inmediaciones de las presas de los Pérez, que daban al mercado cada semana dos
camiones de frutas y hortalizas; ahora todo de pinos y tabaibas, y ¡ni una cabra
en todo aquello! [y si la hubiera habría que matarla a tiro, como a las de
Güi-Güí]). Es decir, el campo siempre dio trabajo y comida. Volviéndose al
campo, se acabaría el paro y el hambre, sin más. No hay desarrollo posible fuera
de la agricultura. Cierto, que los hay que quisieran volver al campo, pero
tienen pánico al cabildo y a sus guardias pretorianas, que multa a todo aquel
que se arriesgue a recuperar lo abandonado (la tierra [para el cultivo] y las
cuevas [para la ganadería]). La tierra, está llamando a gritos a que se ocupen
de los campos (pero no los de deporte [fútbol y baloncesto]). ¡Manos que vuelvan
a las faenas del campo, y vuelvan a abrevar el ganado! Crece la necesidad de
alimentos, que solo salen de la tierra, y del trabajo de los hombres (sean o no
jóvenes). Va a salir (a no ser que esperen salga de los contenedores llenos de
conservantes y venenos) la comida de la tierra si se la cultiva y se cuida de
los animales (y no solo perros). Pero, ¡si tenemos la mejor tierra y el mejor
clima del mundo!, ¿y solo permitimos crezcan las tabaibas? No habrá futuro, sin
pasar por y volver a la tierra. Entonces, volveremos a vivir con dignidad, sin
pobreza, sin hambre, sin paro. Son muchos los que sueñan y desean volver a la
agricultura, pero el cabildo les ha robado la tierra, y se la ha entregado a las
tabaibas, pinos, retamas, y las cuidan dos ejércitos que multan sin piedad al
que intente volver al campo y dañe a una sola de sus protegidas plantas. No, no
se ayuda al que quiere volver al campo, se le castiga, persigue, multa, etc. Y,
sin agricultura (y ganadería) seguirá creciendo la pobreza. Y me consta hay
muchísimos jóvenes dispuestos a emprender el futuro pasando por el sector
primario, pero, con el cabildo esto es imposible (solo les da cursos, cursillos,
charlas, etc., pero ¡leche cacharro! Los entretienen con chorradas, y esperan
mueran los ancianos, sabios de la tierra, y sea imposible volver a la tradición,
la sabiduría o cultura del campo, permitiendo la gente muera de hambre y ellos
enriqueciéndose como el Pujol (o Puyol), cobrando tasas, entradas, aduanas, etc.
por la basura que nos enferma, para y mata. Los auténticos doctores en la
cultura del campo, son los ancianos, que aunque analfabetos, de la tierra y de
animales, ¡se las saben todas! Pero el cabildo y los otros, solo nos hacen mirar
a los campos de fútbol y de baloncesto, donde los idiotiza, embobece, drogan y
fanatizan…, ciegos para no ver otra agricultura que no sea sino la del césped,
en esos otros campos.
El Padre Báez.
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Un amigo catalán, esto es lo que me
dice:
Hola Padre
Báez.
Soy Leónidas
y le escribo desde Barcelona, únicamente quería felicitarle por su intervención
en el programa "Polinomia" de Pepe Crespo (el cual lo he subido también a mi
podcast de Ivoox "El Oro de los Dioses"), para darle mayor
difusión.
No soy amigo
de curas, pero ojala hubieran mas personas como usted. He disfrutado mucho
escuchándole, espero que el libro mencionado que va a publicar tenga el honor de
leerlo.
Un saludo
cordial.
Leónidas
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