Cáritas y las tabaibas (2)…
“… el momento es apremiante…”
(de la primer carta del apóstol san Pablo a los Corintios 7,
25-31).
“… los que ahora tenéis
hambre…” (Jesucristo: del santo Evangelio según san Lucas 6,
20-26).
“… sembraré, mientras es
tiempo, aunque me cueste fatigas…” (del himno de Laudes del miércoles
III).
“… con abasto de pan y
provisión de agua…” (del Cántico del profeta Isaías 33,
13-16).
“… yo soy pobre y
desgraciado…” (del salmo 69).
“… como el árbol en la savia
se apoya, que le nutre y le enflora y verdea…” (del himno de las Vísperas del
miércoles III).
“… los que sembraban con
lágrimas cosechan entre cantares…” (del salmo 125).
“… que comáis el pan de
vuestros sudores…” (del salmo 126).
“… los trabajadores, que
ganan su pan con el sudor de su frente…” (de las preces de las Vísperas del
miércoles III).
… no disponible, ningún servicio, depresión,
imposibilidad de trabajo alguno, etc., estas son las consecuencias de tantísimas
tabaibas como tenemos y a más. El matrimonio tabaibas con agricultura, es algo
que no, no funciona. Ninguna actividad laboral proporcionan las multimillonarias
plantas de tabaibas. Tenemos toda la tierra dedicada a la plantación de
tabaibas. Y, a su cuidado dos ejércitos y un falso o sobrante gobierno
cabildicio. Las tabaibas, solo dan trabajo a Cáritas, a todas las Cáritas
parroquiales y a la diocesana, que cada vez reparte menos al ser más los
mendigos o pobres. Cáritas, una organización de la Iglesia católica, que les
saca las castañas del fuego a los alcaldes todos de la isla y fuera de ella.
Ahora -y gracias a las tabaibas- las colas pidiendo comida están siempre llenas.
Y no se ve una sola cara feliz. Cercen los colaboradores de Cáritas, llamados
voluntarios, que comienzan a ser también ellos beneficiarios de la propia
Cáritas. Sí, pobres al frente de algunos grupos de Cáritas, con lo que todo
queda en casa. ¡Lamentable!, pero es lo que hay. Y a más. Pero todo esto, no un
día sino 365 días al año. Y a más. El trabajo ya de tantos miles -y a más- el
salir de su casa a los salones de la parroquia a buscar comida o algo (no tanto
a Misa, pero…). Intensa labor la de la Iglesia, dando de comer a tanto
hambriento donde se podría coger hasta tres cosechas al año, pero el cabildo ha
echado los candados, y nada de nada en la tierra, solo tabaibas. Y Cáritas se
sostiene con la caridad de los pobres que vienen a Misa y traen comida -muchas
veces- más pobres que los mismos pobres que recogen lo de los pobres iguales que
ellos, pero que solidarios contribuyen con Cáritas desde la fe que profesan a
favor de los indiferentes, ateos, o de otros credos. Y nos llegan madres con
hijos, con esposos y abuelas de varios nietos (esto lo más normal, pero hay
casos para no contarlos). Desestructurados,
enfermos, ancianos, inmigrantes, niños, jóvenes, etc. Y, a nadie se les
puede dar un bote de leche de tabaiba, ¡los mataríamos! Y la Iglesia escucha (es
lo que buscan muchos y lo más que necesitan). Sin posibilidad de mandar a los
beneficiarios de Cáritas a que solucionen sus problemas; labor imposible y a
peor. Podemos y acogemos…
El Padre Báez
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Lo de “Rvdo.”, me llegó al
alma (¡es broma!). Y si les pongo este correo, es por el tratamiento, que me
hizo mucha gracia. Y como éste: ¡miles! Pero pasando del tema, vayan al simple
meollo: “Gracias por sus comentarios…”:
“Estimado
Rvdo.
Gracias por sus comentarios, que a diario me
remite.
Reciba nuestro cordial saludo y hasta luego.
Reciba nuestro cordial saludo y hasta luego.
(P. F. y su
esposo)”.
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