Cultivamos tabaibas…
“… un propietario que al
amanecer salió a contratar jornaleros para su viña… los mandó a su viña…”
(Jesucristo Mt. 20, 1-16).
“… como un árbol…” (del salmo
1)..
“… pastores, a los pastores…
a los pastores… la leche y la lana de las ovejas…” (del sermón de san Agustín,
obispo, sobre los pastores).
“… el que siembra… el que
siembra… cosechará… cosechará… a su tiempo cosecharemos…” (de la carta del
apóstol san Pablo a los Gálatas 6, 7b-8. 8-10).
“… como carneros… como
corderos… como carneros… como corderos…” (del salmo 113
A).
… y por ello, precisamente, nada nos va a afectar la
guerra de europa contra rusia (ya todo eso, degradado, se escribe con
minúsculas, no me lo tomen como falta de ortografía [y por otra, si Saramago
escribía sin puntos y apartes, ¿por qué los tengo que poner yo?]), que toda vez
que ya no tenemos agricultores, ningún plato roto tenemos que recomponer.
También los campesinos de aquí, son sancionados ¡y no pasa nada!, que sancionen
ellos a allá, ¡allá ellos!, ¿no? A nosotros, como no sea por el turismo, y ello
¡gracias a Dios!, en nada nos afectará esos asuntos, y además por estar en la
ultraperiferia del mundo, y salvo por Juan Verde, Obama ni sabe que existimos.
Que si aquí hubiera algún tipo de agricultura nos podría afectar, pero
produciendo solo tabaibas, a nosotros eso como que ni nos roza, mucho menos nos
toca. Así que tranquilos, ¡nos salva las tabaibas! Y nos beberemos solitos su
leche. Porque a ver quién me dice ¿qué le mandamos a Putin?, ¿acaso almendras de
Tejeda, millo de Artenara, tunos de Tirajana? Al menos los españoles
continentales, ya han pedido ayudas por las aceitunas que no mandan a Rusia,
pero es que aquí nosotros, ¡nada! Ayudas que nunca llegan y si llegan sabemos
dónde se quedan y a qué balones ayudan, pues mejor, que nada. Aquí, la
preocupación o preocupaciones son muy otras: conservar y mantener el plantío y
favorecerlo al máximo por la leche que nos dan las tabaibas. ¡Tabaibos ellos!
Porque fuera de tabaibas y tabaibitas, con tabaibas y tabaibotas, ¿qué frutas y
hortalizas mandamos a Rusia?; ¿madroños tal vez, viñátigos y palos blancos?, ¡no
te digo! ¡Bendito sea Dios!, ¿en qué nos va a repercutir esos follones
europeos-americanos-rusos?, ¿acaso se hunden los mercados de por ahí afuera si
no les mandamos zarzas, retamas, tabaibas, etc.? Me imagino la preocupación del
sector exportador de aquí, al no poder enviar tabaibas o su leche a Rusia y por
toda esa área mundial que nos castiga sin dejarnos exportar, pero sí nos deja
importar, porque si no, es que no queda uno con vida, ni pa contarlo. Pero, cabe
que podamos desviar el envío agrícola de aquí a otros continentes, y tal vez
ÁFRICA SE INTERESE POR NUESTRO PRODUCTO NACIONAL BRUTO: LAS TABAIBAS Y SUS
DERIVADOS, TAL VEZ VÁLIDO PARA COMBATIR ALGUNA ENFERMEDAD (¡Y LO DIGO EN
SERIO!). En fin, que toda vez que no producimos ni frutas ni hortalizas, como
que eso no nos va ni nos viene, que en nada nos perturba. Y más porque toda
Latinoamérica estará muy gozosa de enviar cuanto Rusia les pida, como a
nosotros, porque de una cosa sí que estoy seguro, de nuestras exportaciones de
tabaibas, no creo en el mundo haya nadie -salvo para laboratorios de medicina-
nadie se ocupe de pedírnosla, y toda vez que está protegidas, ¡pues ni eso!
¡Quieta la burra ahí!
El Padre Báez.
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Ésta, es una muy buena idea, que se debiera llevar a
cabo, por las malas autoridades que peor nos gobiernan:
Buenos días Padre.
Pues tendríamos que buscar un remedio farmacéutico para hacernos ricos y sanar vidas gracias a las tabaibas. Así al menos logramos tener excusas argumentadas de su extensión.
Un saludo.
C. N.
Pues tendríamos que buscar un remedio farmacéutico para hacernos ricos y sanar vidas gracias a las tabaibas. Así al menos logramos tener excusas argumentadas de su extensión.
Un saludo.
C. N.
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