Desde el cabildo, sus consejeros, nos toman el pelo. Vean:

 

Desde el cabildo, sus consejeros, nos toman el pelo. Vean: Para que no hayan incendios, ellos, no van a dejar de plantar pinos, ni van a dejar de matar las cabras, que se comen la hierba que arde, pero es que nos echan la culpa a nosotros, porque: si no utilizamos leña para cocinar en lugar de gasoil, electricidad y gas, contribuimos a los incendios; porque si no consumimos vino de Gran Canaria -creen que todos somos borrachos , como ¿ellos?, no sé-, porque los parrales cortan el fuego; porque si no compramos queso de cabras, ovejas y vacas -a saber dónde se venden, y con qué leches los hacen- que son las que encerradas en explotaciones evitan los incendios (¿?), ¡no te digo!; porque si no comemos verduras de aquí (papas, millo, almendras, aceites, etc.), todo eso corta el fuego, pero ¿dónde nada de eso? (¿?); porque si el carbón que utilizamos en asaderos (¡...!) es de aquí -creen que todo el mundo, hacen lo que ellos hacen-, hay menos pinos secos que ardan; porque si a la cama de los animales le ponemos pinocha –la que no te dejan coger, y te multan si lo haces- se evitan en parte mínima y ridícula los incendios; y no sigo con otras medidas aconsejadas por estos sabios de Petete, porque es que dan hasta vergüenza, porque siguen diciéndonos que con diversidad de matorrales y de bosque (ellos lo llenan todo de solo tabaibas y solo pinos), se evitan los incendios. Es decir no te dejan tocar la tierra, ni plantar ni segar, y por otra nos piden que plantemos diversidad (¡sí!, ¿en las azoteas de las casas o pisos?), y otras leches (de cardones más la de tabaibas)..., en fin que dije no iba a seguir y no cumplí. Que para prevenir los incendios -y el verano camina lentamente-, solo hay un camino: no seguir plantando más pinos, y arrancar todos los que están plantados, y sustituirlos por nogales y castañeros (finamente: castaños), que éstos, ni con gasolina que se les echen arden, y de paso nos dan frutos secos, para cuando llegue el invierno y así consumir productos de aquí, y entonces sí, se habrán terminado la posibilidad de los incendios. Pero, esto último es lo que dice un servidor, que lo anterior es cosa de la consejería de miedo ambiente y emergencia, y de la también consejería del sector primario y de soberanía alimentaria, ambas del cabildo de Gran Canaria, que son los que aconsejan lo que deben hacer (plantar más pinos y acabar con las cabras).

 

El Padre Báez, Pbro. 20-06-18