martes, 4 de febrero de 2014

estímulo


Si usted…

 

… se encuentra con una tabaiba, dé un rodeo, aléjese y apártese de ella, y no ya por el daño que le pueda ocasionar, si su leche maligna y envenenada le pueda salpicar, sino que si lo denuncia alguien porque la dañó o le hizo algo, entonces más le hubiera no haber salido de campo ese día, porque la multa ¡le levanta una muela! Y es que si usted va por un camino, de toda la vida, y a su vera se nació una tabaiba sagrada, ya usted, enrísquese pero no ose ni se atreva, no ya a quitarla del sendero, es que ni un esqueje o rama. Y mucho menos, si tiene usted la desgracia, de tener un cacho tierra, y esperando la época de su siembra o plantación, se le adelanta en nacer en su feudo, una tabaibita, ¡ni se atreva a quitarla!, porque le van a quitar a usted la paz, además de su dinero, porque… ¡pobre hombre de Dios (o sin dios)!, ¿no sabía usted, la sagrada y divina planta, no se la puede extirpar o quitar de su terreno, y así en poco tiempo -un par de años- su cercado, cadena o finca, estará cual manto, todo ello copado por las cientos y  miles de tabaibas que con prodigiosa y milagrosa proliferación pronto se llenará o copará todo de su presencia, y contra ella, nada puede hacer usted toda vez que protegida por las autoridades, no se la puede ¡ni tocar!, salvo las multas dichas…, y ello, con tener tantas, que las islas se repletan de ellas, al estar ya completas, y es que en Bruselas y en las mentes de los cabildos, creen es un endemismo, próximo a desaparecer al solo haber dos o tres ejemplares de ellas, sin caer en la cuenta que hay que contarlas ya por millones, billones, trillones…, de ejemplares, que llegará en su día -antes por los pájaros o canarii-, a ser cambiadas de nombre (las islas tabaiberas), y nos tendremos que ir, para que en su reino, solo ellas al sol se sigan reproduciendo hasta el infinito.

 

El Padre Báez.

 

PD.- La multa más pequeña, por hacerle algo a una tabaiba, es de 6.000,00 €., así que ándese con cuidado y huya de ellas. El caso es, que están por todas partes y es difícil no rozarse con ellas, y…

¡el que avisa, no es traidor!

Buenos días Padre Báez;

 

Me alegro mucho que retomara la escritura diaria de los correos, para mí es un privilegio el leerlos, ya que en ellos hay una gran verdad, le comento que con los perros y las tabaibas estamos arreglado.

 

Tengo un amigo concretamente en  tres cruces por la zona del Madroñal, tiene unas  cabras padre , “Dios mío”, las suelta por la mañana y ellas solas regresan por la tarde noche abastecidas de comida y agua que por la zona hay, los ubres  llenos de leche riquísima, amigo me pegue una escudilla recién ordeñada con gofio, riquísima, cuando ya me iba me preparo unos cartones de huevos frescos y una cajita de papas del país riquísimas, le comento esto porque es lo que usted dice y me digo tiene toda la razón el padre Báez, podemos vivir del campo sin problema alguno, y el que pasa hambre es porque no le gusta trabajar, porque tierra para eso sobra.  

 

Yo traería a más de cuatro políticos de estos   que no tienen ni pajolera idea de lo que es el campo, solo piensan en salvar una planta maldita que no sirve para nada más que envenenar nuestra tierra, enseñen ustedes a ordeñar y labrar la tierra y déjense de mariconadas para perros, la verdad padre que en los momentos que estuve con mi amigo me acorde de usted y de lo que siempre comenta, es la pura verdad, siga usted con su guerra que muchas personas le apoyamos y a ver si algún día estos se dan cuenta y espero que no sea demasiado tarde.

 

Un cordial saludo y un abrazo.

 

L. S. R. 

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