nos asolan

Las tabaibas nos asolan…

 

“… bendiga la tierra al Señor… montes y cumbres… ganados…” (del Cántico de Daniel 3, 57-88).

 

“… levanto mis ojos a los montes…” (salmo 120).

 

… bajo el dictado del cabildo. Ya sin pulmón económico alguno. Nada. Se caza al campesino. La población campesina desciende alarmantemente. Los efectos son palpables: desolación, basuras, ruinas, desaparición de caminos-senderos, carrizales, zarzales, retamales, maleza…, los políticos nada hacen para frenar esta huída, al contrario: ¡la fomentan! Así, todo el campo será de ellos, para tabaibas y pinos sin fin. Casas sin tejas, árboles saqueados, alpendres rotas, cuevas hundidas, cercados caídos, estanques vacíos… se vive de sobresalto en sobresalto.  Inseguridad total. No se cultiva nada para el consumo, todo lo tienes que comprar, aún teniendo tierra donde plantar, pero que no te dejan, te multan, tienes que tener el permiso que no te dan… no hay salida. Lo mismo da sean de derechas o de izquierda, son iguales, o a peor cada cual.  Mientras, se hacinan y malviven en barrios marginales de las grandes poblaciones (Capital, Telde, Vecindario, etc.). Mayor tranquilidad no dejaron atrás. Están condenados a vivir en esos infiernos, y les hacen depender de la cara de la Iglesia -a la que atacan inmisericordes- que es Cáritas, o lo que es lo mismo: la generosidad de los pobres que van a Misa, que llevan comida para los que son menos pobres que ellos mismos (verdad que no se dice y es así, ¡más cierto que la fe!). Un ejemplo: Telde fue la despensa de esta isla y otros lugares fuera del archipiélago, hoy con cien mil habitantes vive (malvive) sin agricultura y sin ganadería, rondando las Parroquias o sus Cáritas, que son lo mismo, y es un ejemplo. Tenemos la mala suerte de un cabildo que nos destruye y acaba con todo (menos con las tabaibas y otras basuras similares). El cabildo, nos ha sumido en el hambre, en el paro, y nada hace para acabar con la crisis, sino alargarla y darle perpetuidad… sin que se pueda tocar una tabaiba, que el solo arrancarlas daría trabajo a miles por años, pero… las tienen protegidas, para vivir de las multas, ¡ah bellacos!

 

El Padre Báez.

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Es muy grato recibir correos como el de esta mujer, que me dice:

 

 

¡Buenos días Padre!

 

No siempre puedo leer sus mensajes y de los que puedo siempre me quedo con algunos mensajes. Comparto con usted ciento por ciento lo de nuestra tierra y también el abandono. Además voy pillando salmos y otros datos de interés y los mezclo también con mis comentarios.

 

Todo mi cariño y respeto por siempre.