Vida entre tabaibas…
“… al filo de los gallos, en
guardia labradora… convoca brazo…” (del himno de Laudes, martes
IV).
“… en este momento no tenemos
príncipes, ni profetas, ni jefes… carneros y toros… corderos cebados…” (del
Cántico de Daniel 3, 26-29. 34-41).
“… nos mostraste un trozo de
viña y nos dijiste: Venid y trabajad.
Nos mostraste una mesa vacía y nos dijiste: Llenadla de pan…” (del himno de la Hora
intermedia del martes IV).
“… me rodean como las aguas
todo el día…” (del salmo 87).
“… la lluvia… (que) empapa la
tierra… y (la) hace germinar, para que dé semilla al sembrador y pan al que
come…” (Isaías 55, 10-11).
… no es vida, y ya pasa de sesenta (60) años. Nos
metieron en un medio de vida muy difícil y de nulos resultados con las tabaibas
(y similares [pinos, retamas, escobones, etc.]). En todo este tiempo ni
disturbios ni rebeliones de ninguna clase contra el cabildo y sus secuaces.
Somos un pueblo castrado. El cabildo no ha propiciado al pueblo sino
sufrimientos. Los mandaron a la construcción y al turismo sin formación. Se taló
el campo de árboles frutales (higueras, almendreros, castañeros, nogales, etc.).
Se ha expulsado del campo al campesinado (queda un resto insignificante, ya
enfermo y anciano). Y ahora carecemos de todo. Las chozas están vacías.
Difícilmente se sobrevive en el campo ya. Sobre el campo, ha caído la mayor y
peor de las lepras: el cabildo y los suyos. Del campo, ha desaparecido la
alegría. Y los “técnicos”, no piden consejo a los ancianos (o viejos). El dinero
ya, no alcanza para el azúcar, la sal, el aceite, etc. Este viaje, ¿a dónde nos
llevará? Las perspectivas de futuro no son nada halagüeñas. El campo está armado
(no por los campesinos, sino por los del cabildo). ¿Cuál será el destino de este
pueblo? Fuera de aquí, todo es o son conflictos. Los nuestros andan soterrados,
¿aflorarán algún día? ¿Viviremos desplazados, todos? Los hay que quieren seguir
y muestran deseos de reconstruir el campo, pero, no hay sino obstáculos,
prohibiciones, leyes, normativa, técnicos, etc., etc. No faltan muestras de
disponibilidad, pero para todos no hay sino un stop prolongado, barreras que no
se quitan ni una, ¡al contrario!, cada vez más y más. ¿Se volverá al campo algún
día? Para ello hay que arrancar e impedir la propagación de la maldita tabaiba,
que nos ha sumergido en la miseria actual y en la por venir. El campo vive
triste, en tristeza (los psicólogos llaman al asunto “depresión”, que no es
precisamente “salud”…
Hola Fernando,
muchísimas gracias por tus comentarios.
Es increíble lo de las tabaibas, las multas, etc. ¡Vaya políticos de mierda que tenemos!, así nos va... sin nadie que nos represente..Saludos Fernando.
El Padre Báez.
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Es, ¡uno de entre
tantísimos!:
Es increíble lo de las tabaibas, las multas, etc. ¡Vaya políticos de mierda que tenemos!, así nos va... sin nadie que nos represente..Saludos Fernando.
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