Mezcla tabaibera…
“… el malvado… se obstina en el
mal camino, no rechaza la maldad…” (salmo 35).
El cabildo (miedo ambiente): “… como un león ávido de presas,
como un cachorro agazapado en su escondrijo…” (salmo 16).
… el cabildo boicotea la agricultura y la ganadería defendiendo la
sola tabaiba y basuras similares. Pena, nadie cuente lo que está pasando, por
miedo a represalias y por no perder la publicidad los Medios. Parece mentira,
nadie tome partido contra las tabaibas, y nos tengan sometidos a una continua,
constante y total importación para poder sobrevivir, dado que no lo permiten en
y con el sector primario. Sorprende la impasibilidad total ante esa lucha
desigual de ejércitos varios contra inofensivos e inocentes campesinos.
Mientras, las tabaibas se expansionan a sus anchas sin freno alguno. A un
servidor, las universidades, no le (me)
enfermaron, ni me cegaron. Si lo que ahora pretenden es cegar y embotar la
mente de los estudiantes, ¡lo han conseguido! Y ni brotes, ni luz, ni nada;
solo leche tabaiba (antes “de cacharro”). Los campesinos no tienen derecho a
vivir (trabajar y comer) del campo. Nada producimos. Solo enfermos. Y la
producción, es la clave. ¡Y, nada! Solo leche de tabaiba (sin uso alguno, ni
propiedad alguna), y de ella, toneladas de litros de leche diaria; hasta hace
poco se iban a arrancarlas, pero ahora: ¡ni eso!, se quedan, se quedan y… ¡es
una maldición! Y ello, desde hace ya más de sesenta años, que comenzó la cosa,
con los pinos (¡y el agua que éstos iban a traer!). Utilizan la mentira. Nos
alimentan los que cultivan fuera y fuera tienen ganadería, pero, ¡y a qué
precio y salud! Cada vez menos dinero, cada vez todo más caro, cada vez…
¡menos! Nos explotan. Sí cultivan: entre contaminación (huertos urbanos [¡y los
niños en las escuelas!]). Donde antes pastos y ovejas, ahora pinos y retamas;
donde antes trigo y cebada, ahora tabaibas… La isla, antes llena de
propiedades, ahora de nadie (solo del cabildo, todo). Los gobernantes son unos
abusadores. Los políticos son impunes. El hambre afecta cada vez más (¡si lo
sabré que soy el cura acompañante de Cáritas del Arciprestazgo de Telde-Sur!).
No hay seguridad alimentaria alguna (la leche de tabaiba no se toma, y con ella
no se hace queso). Nos golpea el hambre cada vez más y a más. El millo, materia
básica para el gofio viene en su totalidad de fuera (¿y es el gofio de aquí?).
Cada vez, más estómagos vacíos (¡y no te dejan tocar la tierra!). Levantas una
pared caída, ¡y se te cae el pelo! Gana la corrupción (¡y el hambre!). Los
políticos como en la Edad Media hablando del sexo de los ángeles (¡perdón, que
son ateos!, de algo perecido: echando balones fuera. Sí siempre de fútbol)…
El Padre Báez
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