Fútbol y tabaibas…
“… cíñete los lomos… no les
tengas miedo…” (del profeta Jeremías 1, 17-19).
“… mi alma está pegada al
polvo…” (del salmo 118, 25).
“… sé… pastor…” (del salmo
27).
“… no os encerréis en
vuestros intereses…” (Flp 2, 2b-4).
… son contrapuestos entre sí: éste o aquellas. Pasa, que
nos entretienen con que el jugador equis, metió el gol con la pierna derecha, el
otro le duele una muela, el tercero está muy contento-él-su mujer-, su hijo y
toda su familia, al otro que tiene un dolor en el peroné, éste tiene tristeza,
al otro se le murió un amigo, uno costó una millonada, al otro lo traspasan, el
aforo esté a medio llenar, la afición llena los asientos, la pitada a éste por
lo que dijo, el otro empujó y fue penalty, aquel que se cayó, pero
enseguida se levantó, ganaron por el árbitro, faltó el apoyo de la afición, este
se quiere ir, el otro cuesta mucho dinero y lo quieren comprar aunque sea cien
millones de euros, el presidente no lo ve claro, subir no conviene y preparamos
la cosa, y porque con el fútbol la cosa no llena, el cabildo se saca el balón
cesto, y los gigantes que no tienen ropa ni caminan derechos valen para meter
balones por un aro, y si viene Estados Unidos, le ganamos y el estadio o lugar
de la cancha es lo más moderno y reciente en arquitectura de premio, dinero por
un tubo, para los aficionados (la familia y no toda- de los gigantones de más de
dos metros, y suma y sigue, que este tiene un músculo estirado, el otro de
reposo seis meses, la operación del otro en Alemania, el entrenador es
extranjero, los jugadores son de siete idiomas distintos, somos los más mejores,
peleamos por el título real o del coño su madre, nos los meten todas las horas
de día y de la noche, todos los día -aún en vacaciones- todos los días, semanas,
meses, años, el dios fútbol reina y sus templos se llenan, etc., etc., y
tonterías mil, como si durmió bien, comió mejor y hasta si hizo antes o no el
amor, todo-todo sobre sus vidas e intimidades, y todo-todo, para que de otra
cosa no se hable, y así la cosa, no vean las tabaibas y su producción de leche
que ninguna hambre matan. Y quien dice tabaibas, dice tantas otras cosa, porque
el fútbol y demás, solo hacen una cosa: idiotizarnos, evadirnos, cerrar los ojos
a la realidad, y lógicamente, esto está bien programado desde los que gobiernan
(¡ya lo hizo Franco, y le copian) a través de los medios de comunicación social
sus acólitos y aliados. ¡De pena usted, con tanto “deporte”, no ven cómo la
tabaibas nos comen por las patas arriba…
El Padre Báez.
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Muy buena pregunta, y mejor comentario a
continuación:
“… ¿para qué cultivar si luego no puedes
vender la cosecha? No se puede subvencionar los productos extranjeros en
detrimento de los nuestros –y esto es lo que hace el gobierno de canallas que
tenemos en esta Comunidad Autonómica-…” (D. L.
M.)
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