No nos dejemos engañar: dice el
cabildo planta: almendros, nogales, higueras y olivos, y es verdad: por cada mil
pinos uno de esos cuatro.
No nos dejemos engañar: dice el
cabildo planta: almendros, nogales, higueras y olivos, y es verdad: por cada mil
pinos uno de esos cuatro. De hecho, no hay una sola foto donde se vean
higueras y nogales. Pero el engaño es mayor, cuando consigue de los dueños de
terrenos abandonados, porque le prohíben cultivarlos, permiso para plantar lo
que dicen y luego lo dejan secar, para después –una vez el dueño ha dado permiso
al cabildo para que le plante eso que dicen, lo dejan secar y lo plantan todo de
pinos, y a éstos sí que los riegan, y no los dejan secar. He ahí la trampa, la
mentira, el engaño. Doble engaño, pues. Lo peor de todo es, que hay alcaldes que
se prestan al juego, y engañan a su vez a sus conciudadanos, ¡de pena!, y todo
con tal de ser amigo del que está en el poder, es decir amigos del cabildo. Y lo
peor de todo todavía, es que se prestan algunos a engañar a la gente para que
acepten en sus terrenos estos regalos envenenados que les hace el cabildo. Pues,
de esas plantaciones, jamás se obtendrá fruto alguno, pues queda dicho y es
práctica habitual: dejan secar todo lo plantado, para replantar después, los
sabidos pinos. Engañan con posibles comercialización de las frutas de lo
plantado, pero..., la pinocha no es mercancía de consumo, sino la mayor
desgracia para el terreno, pues lo esteriliza y envenena de por vida. Así que
todo el equipo del cabildo, más alcaldes colaboracionistas, animan a que dejen
plantar árboles frutales en las tierras sin cultivo, diciéndoles a los engañados
hay gentes dispuestas ya a comprarles el aceite y las almendras, que ellos les
van a plantar olivos y almendros, pero, ¡mi gozo en un
pozo! Como no recojas pinocha (que lo tienen prohibido), otra
fruta no vas a poder coger, y hasta habrás perdido el terreno, habida cuenta el
pinar está protegido, no lo puedes arrancar, ni cortar, ni secar, y ya es todo
del cabildo. El cabildo no ayuda a la agricultura, sino a emboscar la isla de
pinos, con el engaño de plantarte olivos, nogales y otras plantas, que ya
después ya saben lo que hacen. Vergüenza de alcaldes que ayudan a este engaño.
Encima dicen que con ello se acaban los incendios, se conserva el suelo, atraen
el agua de las nubes, la estética del paisaje, la recuperación de lo de antes,
etc., para engatusar a la gente, que caen como tontos. Por todo ello, nadie
debiera ceder o dar permiso al cabildo para esa manipulación y engaño; es una
estrategia bien calculada, pero con el paso del tiempo se verá -ya después será
tarde- quién tiene razón si ellos o un servidor (no es nuevo, sino que hay
experiencias y hasta citadas por un servidor ya en La Hoya de la Vieja –cerca
del Nublo- han procedido así, como en muchos otros lugares). Y, es que el
cabildo con tal de obtener de los 21 ajuntas y mientos los dichos permisos, les
repartió dinero, y han caído en la trampa, con la pretensión de llenar de pinos
la isla sin saltarse ni un solo ajunta y miento, y tienen calculado ya para este
año los muchos miles de pinos a plantar, previo plantar o fingir que plantan
olivos y naranjos. Sí, ¡cógelo Cuco! No se olvide, el
plan del cabildo es doblar o duplicar (multiplicar por dos) los pinos ya
plantados, y la estrategia es la arriba o atrás contada. Y toda vez no dejan
cultivar, el cabildo pretende comprar terrenos abandonados, para su fin o plan:
llenar la isla de pinos (a lo que encima llaman re-forestar [si primero plantan
forestan con árboles frutales, después re-forestan plantando pinos]), Y,
el que avisa, no es traidor (y dado que la Prensa nada
dice -los Medios de comunicación- dense por enterados a través de un servidor,
que les juro, no miento. Solo añado: como
después haya un incendio -Dios nos libre- arde la isla entera (por más que
bomberos hayan).
El Padre Báez, Pbro.
20-07-18
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