¡Dios, cómo se ríe de todos
nosotros el cabildo!
¡Dios, cómo se ríe de
todos nosotros el cabildo! Compruébenlo ustedes mismo mis
amigos: El Cabildo informa
Ayuda al consumo humano de productos
de leche de vaca de origen
local. Es
decir, toda vez mata las cabras, y ya casi cabras no hay, y las que hay con
leche sin grasa, al no ver el sol y leche envenenada con los piensos y yerbas
secas traídas de fuera a las que las obligan a alimentarlas a los tres cabreros
que quedan, ahora nos hacen tomar leche de vacas, de las que no se ven por
ningún lado, sino de romerías en romerías que son siempre las mismas y que
recorren la isla todo el santo año detrás de todos los santos, y detrás de la
Virgen incluido Nuestro Señor Jesucristo, porque –es que no respetan ni a los
santos, ni a Dios, y menos a su y nuestra Madre- precisamente que por andar de
camión en camión –las vacas- ya no son vacas lecheras, y ahora viene nuestro
papá cabildo a alimentarnos con leche de vacas, pues ganaría más en credibilidad
si nos explicara cómo y con qué se endulza y se puede tomar leche de tabaibas, y
acompañada de bocadillos con pinocha podemos estar bien alimentados. Porque
¡vamos hombre!: “nos ayuda a consumir leche de vacas”.
Pero, ¡ojo con la precisión: Con “vacas de origen
local”, es decir con vacas canarias, no con vacas holandesas, o de
donde sean, sino que tiene que ser leche de vacas de aquí, de Canarias, esas que
son coloradas, y que dan menos leche que las de fuera, aunque a decir verdad,
aunque con menos cantidad, pero mayor calidad. Pues eso, ahora ya sin vacas –las
cabras las mata el cabildo- el cabildo quiere que tomemos leche de vacas, pero
de vacas que sean de aquí. ¿Dónde ven ustedes, mis amigos una sola vaca fuera de
las romerías? Un servidor, párroco de medianías y cumbres (Tecén, Arenales, Lomo
Magullo, La Breña y Cazadores), en toda mis parroquias, donde cientos y miles de
vacas, no pasan de tres las que tengo o hay, y quiere el cabildo tomemos leche
de vacas. Pues será de vacas en sueños, vacas en la imaginación, vacas soñadas,
vacas ideadas, vacas pintadas, vacas de plástico, vacas en papel, vacas en
fotos, vacas..., pero vacas de carne y hueso, vacas lecheras, ¿dónde?;
¿cuántas?, ¿de quién? Pues, generoso papá cabildo, va a ayudar a la industria
lechera o láctea, el papá cabildo que mata cabras y desaparece vacas, va a
ayudar a producir leche de vacas... Y que uno tenga que leer noticias como
éstas, es que no sabe uno ni qué decir..., pues dicho queda. El cabildo –repito-
nos ayuda a consumir leche de vacas. Y usted, ¿usted, qué piensa o dice de este
informe? ¡Sea libre, diga lo que piensa! No sea tonto. Abra los ojos, y sea
realista: ¿Vacas?, ¿leche de vacas de aquí?, ¿de las de Canarias? ¡Donde?,
¿cuántas?, ¿de quién? ¿de las dos que tienen en Osorio, allá en Teror, con más
de doscientos trabajadores –el doble de curas que tienen la Diócesis. sin dar
golpe y escondiéndose de un servidor, si me ven aparecer por allí? Vayan para
que vean los coches copando los dos aparcamientos que tienen allí para sus
“trabajadores”, allí enchufados?
El Padre Báez, Pbro.
03-07-18
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