Anda por ahí una empresa –no le
hará publicidad, aunque se la merece- porque no prohíbe que en sus bolsas se
tire la basura.
Anda por ahí una empresa
–no le hará publicidad, aunque se la merece- porque no prohíbe que en sus bolsas
se tire la basura. Pues ya tomara nota otra gran área comercial de
arreglos de la casa, que en sus sacos con el membrete de la dichosa empresa
reparadora de pisos, paredes, techos y demás, se está llenando la isla -fuera de
los basureros-, por todas partes de escombros, dado que en oferta de todo lo
necesario para arreglar la casa, los escombros, son echados en las bolsas vacías
de dichos sacos blancos con su nombre bien a las claras, grande y en colores
–tampoco le haré publicidad, aunque habría que hacerlo para que no se le
compre-, sí que le hacen publicidad llenando la isla de basura, dado que se ha
metido todo el mundo a reparador de desperfectos de albañilería y semejantes, y
la isla toda se está convirtiendo en un auténtico basurero, dado que la
conciencia social, de higiene y de buena educación brilla por su ausencia, se
están cargando la isla con el nombre en dichos sacos, sin que la dichosa empresa
haya abierto la boca para prohibir en sus sacos se tire escombros, una vez
vaciados de su contenido, porque si en lugar de multar a los que no se cogen
porque tiran sus restos y escombros en los lugares menos imaginados, se multara
a la empresa por la publicidad consiguiente por todas partes, y toda vez la
basura campea por todos lados, ya va siendo hora la empresa pague por permitir
en su nombre ensuciar la isla que está quedando que da asco y pena. En fin, que
me repito por si no quedó claro: que se está utilizando unos sacos blancos con
el logotipo de la marca, que están llenando la isla de basura fuera de los
basureros o contenedores, sin que la dicha empresa haga nada por prohibir el uso
de sus envases una vez vaciados de sus contenidos, porque si las multas le
llegaran a la dicha empresa, ya se ocuparía de evitar se usen para eso su marca,
a la que queda asociada como ensuciadora del medio ambiente; conste que la fama
de dicho establecimiento va en declive y por asociación de ideas –repito-
perderán clientes al no sancionar o prohibir se use sus bolsas o sacos para
ensuciar la isla que por si era poco la matanza de cabras del cabildo, y que el
mismo cabildo llene la isla del sucio e inútil pino, van y vienen estos ahora a
aumentar la basura que supone las cabras heridas, muertas y malolientes y el
terreno lleno de la basura de pinocha, es decir tres desgracias o triple
maldición, sin que se tome medida alguna al respecto, sino el silencio más
absoluto, por parte de uno y otro (el cabildo).
El Padre Báez, Pbro.
09-07-18
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