Mentiras sobra la matanzas de cabras en Gu-Guy.
Mentiras sobra la matanzas de cabras
en Gu-Guy. Aunque no cejan de intentar dar con una cabra en el
noroeste, pues los saltadores no saltan hacia arriba, ni son ni están los que
dicen se dedican a matar cabras, pues van con una nube de perros que previamente
las ahuyentan y retiran a los riscos inaccesibles y distantes, y solo pretenden
hacer creer a los de la financiación europea han cumplido con lo pactado, pero
que es imposible cumplir, pues las cabras llevan allí más de tres mil años
(3.000), es su casa, su residencia, su mundo, su hábitat, sus riscos preferidos
-los más escarpados, los más arriesgados-, donde no salvajes, sino libres, se
van incorporando bien por partos o por las que se incorporan y por una que
cojan, el doble la reemplaza, pues los machos no están esterilizaos y las siguen
preñando. Pues que dan cifras falsas para engañar, mintiendo, ya que no es
posible coger una sola cabra como ha sido demostrado cuando han salido medio
centenar, y han vuelto con las manos vacías, sin cuernos entre ellas. Por otra
parte, si entre los que simulan cogerlas son de La Aldea, fingen hacerlo, pero
no matan una cabra por nada del mundo. Y, referente al personal del cabildo,
recabado de entre hijos de papá y capitalinos, no saben caminar ni por lo llano,
menos por entre riscos. Así, que en lugar de reducir el número de cabras, por el
abandono de la ganadería tradicional, éstas en el noroeste se multiplican y
crecen más de día en día. Ésta es la más pura verdad (la que ellos, no dicen).
Imposible -repito- eliminar las cabras, ¡muy al contrario! No van a conseguir lo
que pretenden, y viven engañados y engañando; en primer lugar lo de las cabras
en dichos lugares -en montañas y en riscos de más de media isla, no son un
problema, sino la solución y prevención de incendios, entre otros bienes:
paisajístico, estética, abono de la tierra, diseminadoras de semillas,
protectoras de medio ambiente, etc., etc., ¡y el cabildo las mata! Y están en su
medio natural, que lo quieren cambiar e innovar plantado pinos y otras basuras
-imposible hacerlo a no ser utilicen helicópteros, y a ver cómo los riegan
después-, impropio del lugar y zona (¡y tienen: técnicos, biólogos,
naturalistas, medioambientalistas, ingenieros, licenciados en botánica,
consejeros, etc., etc., [todos ciegos por estar comprados para que callen, igual
que los Medios de comunicación]). No, no son las cabras un problema, el problema
son ellos (todos los citados, los responsables de esta matanza, y más). Mienten
cuando dicen los pastores firmaron evitar sus cabras en explotaciones no se
liberen, pues eso es inevitable e imprevisible. Mienten cuando ven en las cabras
libres el enemigo de lo autóctono -y no la reserva ante las enfermas que mueren
en explotaciones-, cuando lo autóctono ha llegado a nosotros a pesar de los tres
mil (3.000) años de estancia de las cabras en el lugar, y son ellas precisamente
las que lo han hecho posible; mas aún, sin ellas, lo autóctono desaparecería al
nos ser sembrado por ellas llevando en el pelo el polen y en las cagarrutas las
semillas). ¡Ah, y no dudo hayan cogido alguna cabra, por supuesto que sí, alguna
vieja y moribunda por acabársele la vida como corresponde a todo ser vivo, pero
ni siquiera ninguna enferma, pues están sanas al cien por cien (100 %) , al
vivir libres y en su medio o ambiente! Y, en el supuesto que, cogieran una sola,
ésta se moriría al negarse a comer lo que desconocen y rechazan, ¡así vea los
ojos de Dios, cómo en Gu-Guy fui testigo de la muerte por inanición de una cabra
libre cogida, teniendo el mejor pesebre del mundo! Por eso, que un servidor
hable de matanza imposible de cabras. Es decir: jamás se podrá acabar -es que no
han comenzado- con las cabras en su ambiente y medio: el macizo del noroeste
(Gu-Guy y más allá).
El Padre Báez, Pbro.29-07-18
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