¿Dónde el ganado que prevenga
los incendios?
¿Dónde el ganado que prevenga
los incendios? En otros tiempos idos, sí; pero, ¿ahora, dónde y cuántos
ganados y de qué, si los poquitos que quedan están encerrados en explotaciones y
con prohibición de pastar? Pero, ¡si los terrenos de pastos de otros tiempos
atrás, se los han llenado de pinos! Pero, ¿la falta de cabras y ovejas sueltas,
así como de vacas y burros -todo eso desaparecido- está llenando la isla de
cañaverales, que arden como rosquillas? Y, es que el pastor, a no ser que se
refieran a los sacerdotes, que lo somos, pero de almas, ya no quedan sino un
número insignificante y ridículo, ¿y van con tres cabras mal contadas –y el
cabildo mata a las libres- van a prevenir incendios cuando la hierba está a la
altura de las personas y tapan árboles frutales por todas partes y se les
prohíbe al ganado ya casi inexistente coman nada de la tierra, sino todo y solo
lo que les traen de fuera? Pero, ¿de qué hablan, cuando nos dicen desde el
cabildo que por medio del miedo ambiente, que con la ayuda de los pastores -tres
que quedan y ancianos- vamos a evitar los incendio? Pero ¿no es eso reírse de
todos nosotros? ¡Se acabó el pastoreo tradicional!, eso pertenece ya a la
etnografía y a la Historia, pertenece al pasado. La desaparición de los ganados
-de forma paulatina y constante-, solo ha conseguido desaparecer el patrimonio ,
se han cargado el paisaje -todo muerto- y ya no se produce el fruto de los
animales (queso, leche, lana, cueros, estiércol, flora, fauna, trabajo, comida,
etc., etc.. ¿Y vienen los del cabildo con el cuento de los animales para evitar
incendios?; ¿se refieren tal vez a los perros?, pues son únicos animales que van
en aumento sin parar, pero una cabra u oveja, das la vuelta a la isla a la
redonda, y no ves una, y si la hubiera, el cabildo ya saben piensa en matarlas a
todas, pero, ¿de qué me hablan? No hay ya pastoreo; ya no hay ganados; ya no
queda ganadería (salvo la perruna o de perralla [canina]). Todo lo tienen
protegido, y no te dejan pastorear. Y, la única verdad -aunque no la quieren
ver-, es: que en cuanto dejen de plantar más pinos y arranquen los que están (y
que los sustituyan por árboles frutales y que no arden como castañeros y
nogales), mientras esto no hagan, las posibilidades de los temidos y asesinos
incendios es algo más que una posibilidad, son o serán realidades, para nuestra
mayor desgracias y muertes por asfixias y quemaduras. No se olvide, que los
barrancos son los grandes olvidados, donde la flora salvaje y con cañas crecen a
mansalva y desbocadamente, justo donde los nogales harían su agosto, y nos
darían nueces, sin la más remota posibilidad –ninguna- de incendio alguno; pero
no, solo cañas y tabaibas. Y, los ganados brillan por sus ausencias. ¿dónde uno
solo?
El Padre Báez, Pbro.
04-07-18
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