Aunque las matan, se “preocupan” de las que siguen
vivas...
... y así el cabildo, tratando de lavarse la cara y dar
la impresión de que las ama, las quiere, las apoya, etc., si usted quiere tener
una explotación caprina, el cabildo le ayuda (¡a enterrarte!), dice que prima, a
las cabras de un año -por tanto con sarcillos- y que hayan parido al menos una
vez (registrado todo en el libro pertinente del
ganadero-universitario-administrador-secretario y economista, y te adiciona el
cabildo otra ayuda (¡mentiras!) si estás agrupado con otro explotador para
defenderte del veneno que supone alimentar a las cabras con comida de fuera (la
de aquí, no te la dejan ni tocar, ¡te multan si te ven cogiendo un puño p´ la
cabra, como antes).
Ellos te ayudan, pero si no estás asegurado, ¡naranjas de la
china! El seguro funerario de las cabras muertas, que antes se enterraban y
donde el sepelio, la hierba crecía el doble de altura y de grosor, ahora, ¡p´
Zaragoza! Pero papá cabildo es tan bueno con las cabras, que si usted quiere
sembrar algo (archita, cebada, avena, ¡o lo que sea!), para echarle de comer a
sus cabras comida de aquí, también le ayudan a sembrar, te apoyan (para que no
te caigas), y te ayuda para que no compre piensos, ni paja de p´ fuera. Y lo mismo si usted quiere plantar papas, que
aunque no tiene que ver con las cabras, el cabildo, también le ayuda (no
especifica si a plantarlas, regarlas o a cogerlas, pero te ayuda [¡con la soga
al cuello, y multa que te pego, si te piden el libro y no tienes allí el
historial día a día del plantío!]), pero el requisito de la ayuda es por la media estación (¡a su madre por si
acaso!), es decir tiene que plantar -ellos dicen sembrar (¿las papas se siembran como
si fuera trigo?, ¡es que no se enteran!, ¿y te van a ayudar? ¡Sí, si se quitan
de en medio!). Pero el curso mejor de todo es el que trata del bienestar animal
cuando lo llevas a la feria, o de paseo, o al macho -si no tiene uno-, que ha de
ser en coche confortable, aire acondicionado, moqueta, música relajante, un
extra de comida para el trayecto, y así el animalito de Dios, goce, goce, goce,
sin sufrir (ellos las matan y dejan heridas en el Macizo del Noroeste, pero
usted, tiene que hacerles feliz la vida a sus cabras, que como se les escape,
les caen encima con rifles andaluces). Y, para prevenir el riesgo de sus cabras
(para las libres no hay prevención de riesgos; las matan), usted es introducido,
le leen la normativa que vige, le explican los riesgos (la cabra se puede
enriscar, se puede empanchar, se puede clavar, etc., etc.); la cabra, tiene
muchos riesgos (y más si come piensos con vísceras de animales en el pienso y
otras basuras que les meten), y le enseñan a prevenir (por ejemplo no sacarlas
del corral o de la cueva, y así no corren riesgo de insolación u otros
accidentes, lo de EPIS (¡ni puta idea!), pero ellos -los del cabildo se lo
explican-; lo de PRL, ¡lo mismo que antes! Y sobre los agentes, les meten: los
del miedoambiente, los del cabildo, los químicos, los biológicos, los físicos,
los ergonómicos (¿que no sabe lo que es eso?, ¡eso se lo explican en el curso,
para cabras), los de la benemérita (el seprona), psicosociales (porque las
cabras viven o cohabitan en sociedades comunes [corrales o explotaciones]), y
tal y tal, y etc., total que sale usted capado no, sino capacitado, y citado y
casi veterinario, porque además les pondrán casos prácticos, por ejemplo, cómo
se ordeña a una cabra, o cuándo se la lleva al macho o cabrón si no tiene uno,
etc., etc.
El Padre Báez, que con toda esta información acerca de
las ayudas que le va a prestar el cabildo si usted tiene una cabra, queda
demostrado que el amor de cabildo por las cabras, -a pesar de que él las mata a
rifles andaluces- se mueren por ellas, y se desviven por ellas, y a usted le
ayuda en todo eso (con trampa, lo registran para después visitarlo, y si no
cumple, ¡multa que te pego!). Mejor, mi consejo, es: que no vaya a ningún lado,
y si quiere aprender algo, póngase unos días con un pastor viejo (mayor), aunque
ya no tenga ganados, pero que se las sabe todas. El otro día, uno me dijo cómo
engaña con los sarcillos, se los quita a una cabra -la mata y se la come o
vende- y le pone los sarcillos a otra, haciéndoles el agujero más grande en la
oreja de la cabra para que le entre (el sarcillo), y así engaña al veterinario,
y a cualquier inspección del seprona o del miedo ambiente; también me contaron,
que..., ¡bueno, mejor me lo callo! Total: no se fíen de ellos, no vaya a ningún
sitio, y sale ganando; que así es como los cogen después echados, al
registrarlos, ¡no me sean bobos, ni mentecatos, que son cursos con
trampa!
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“... mis
enemigos... mis oídos escucharán sus
derrotas...” (salmo 91). / “...
enredados en los matorrales de la maldad
y la perdición...” (del libro de la Sabiduría 5,
1-15). / “... gente torcida y
depravada...” (Flp. 1,
29-2,16).
Lo del hermano en el sacerdocio, es de importante
consideración:
Me temo que el "famoso
pueblo", del que tanto hablan "algunos",
PUEDA ESTAR BASTANTE
ADORMILADO (⁉)
¡Ánimo! A ver si termina este
PROBLEMA, y puedes dedicar tus magníficas fuerzas a otras URGENTES
causas...
Buena tarde. Un
abrazo,
Juan Antonio Santamaría
Alonso – Sacerdote.
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