Desgraciadamente estaba soñando...
... que en Radio Faycan, estaba Morales el que manda
matar las cabras, y que un tal Ezequiel, lo entrevistaba sobre el tan, candente
como prioritario asunto que nos ocupan estos días, y que el presidente
contestaba así:
“... las cabras deben sentir todo mi apoyo
moral (de Morales) y real; apoyo a las cabras, y la rehabilitación de la cabaña
caprina libre; que las visitaré en el Macizo del Noreste para verlas disfrutar
de vida y libertad, para no poner en peligro tal patrimonio heredado de los
guanches; y es que sin las cabras, no habrá progreso posible en la isla, las
mismas dan empleo; pues y tal como prometí en la campaña para que me eligieran
presidente prometí fomentar e incrementar la ganadería y de paso la agricultura,
al tiempo de defender la arqueología, en lo que el Padre Báez me asesora y
ayuda; por lo que no voy a defraudar la confianza puesta en mi, defenderé las
cabra a capa y espada, hasta renovar la cabaña caprina; no tendremos leche si
matamos las cabras, tengo que defender las cabras como algo prioritario, para
cambiar el panorama que tenemos, las cabras nos aportan estabilidad;
-añadió- el cabildo no me quita tiempo para escribir
larguísimos artículos (que nadie lee por lo extenso y rollos que son, pero que a
mí me da igual, es mi afición, y en ella voy a seguir, dando lecciones que nadie
aprovecha); que lo de las cabras lo tengo muy claro y daré la vida en su
defensa, pues cumplen una acción social de primera magnitud y trascendencia; no
permitiré me maten una cabra más, que donde ellas están no pega ni cedros ni
nada por el fuerte sol y falta de agua; que renuncio a los 500.000,00 €., que me
daría Bruselas si mato las cabras, pues una sola vale más que todo ese dinero,
que ya que nos quedamos sin agricultura hay que cuidar bien de las cabras
-añadió sin venir a cuento-; que me llevo muy bien con CC., pero mis
mayores amores quedaron manifiestos, y que todo mi trabajo y esfuerzo está en
proteger y recuperar las
cabras...” ... y ante tanta alegría, desperté, y me di cuenta todo esto
fue un sueño, que era mentira, que era todo lo contrario. Pues, ¡qué pena!
Desperté...
El Padre Báez, que soñaba, y se despertó. Sin más. Hay
formas de echar balones fuera, y es que ésta, es un de ellas. En la entrevista
citada, sobre las cabras, ¡ni media palabra!, ¡ni nombrarlas! Pues, ¡oléee...!,
¡por la buena información!, y ¡las mejores entrevistas!, todo en terrenos de NC.
No, no se ve el verde de la agricultura.
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