martes, 14 de agosto de 2018

Si bajo desde Tejeda, y paso por San Mateo, no vengo de San Mateo, sino de Tejeda.
 
Si bajo desde Tejeda, y paso por San Mateo, no vengo de San Mateo, sino de Tejeda. Digo esto como referencia a los guanches: una cosa es que vengan del norte de áfrica a donde arriban al llegar al imperio romano, pero su origen es el norte de Europa o el mundo bárbaro, como lo demuestra bien a las claras, allí a donde los genes guanches se conservan con mayor pureza, que nos dan caras blancas, con piel blanca, ojos azules y pelo rubio, propio de esas alturas europeas y no del moreno propio de todo africano, aunque no sea negro. Quedémonos con que nuestros antepasados, eran unos bárbaros rebeldes, razón por la que Roma los deporta antes que matarlos, para evitar esa carnicería humana. Pero, no partamos para nuestra Historia de donde pasaron, al llegar y venir del norte, de más arriba. Cierto pues, que los guanches vinieron del norte de África de donde estaban de paso o se habían instalado o establecido, pero que su origen es de más arriba, del norte, de donde bajaron al Imperio Romano, que los desplazan fuera de la península y los tienen como enemigos muy insurrectos. Por tanto África del norte sí, pero como lugar de escala y no de origen, sino de paso. No nos quedemos pues, a mitad de camino, y vayamos a la fuente, al origen, a la raíz. Pues, la fuente mayor donde beber al respecto, debe ser la genética, y la histórica. Por tanto, que en largo periplo de llegada o venida a las islas de los guanches, hubieron dos periplos o épocas previas (la del norte de Europa antes, y después la del norte de África). Y, la huella primera del origen de los guanches está en la piel y su color, como hecho irrefutable y prueba indiscutible, y siendo calificados en 1402 como los más inteligentes del mundo, ¿desconocían la navegación como afirman falsos divulgadores por más títulos que tengan?, ¿acaso entraron en avión y de noche o por los barcos propios de la época y sus variantes las lanchas o balsas, con o sin troncos de árboles o sus cortezas? Resulta, que para los mismos anteriores, eran tan burros que desconocían la navegación, pero -falso- eran expertos conocedores de astros y estrellas, y más que al suelo donde vivían y pisaban, pues dependían del mismo para vivir y comer, resulta -nos engañan- con que eran científicos, expertos navegantes en astronomía y ciencias similares propias del siglo XX y XXI, en las que nos hacen creer, eran expertos navegadores del cielo, pero no del mar. Y ya va siendo hora se sepa eran cristianos, y cómo hasta tuvieron antes de llegar aquí, Obispos propios de los cannariis, pero sobre esto, preparo una publicación en libro que saldrá pronto si Dios (Acorán) quiere.
 
El Padre Báez, Pbro. 14-08-18

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