A este paso, los veterinarios
se quedan sin trabajo.
A este paso, los veterinarios
se quedan sin trabajo. A no ser se peguen como moscas a la granja del
cabildo en Bañaderos, y mientras la perralla vaya en aumento, se sustituyan
cabras por canes. Lo que sí está más que claro es, que la clase veterinaria, ya
nada asesoran en el campo, ante la desaparición casi, de la ganadería, a no ser
alguna que otra explotación que es a donde recluye el cabildo a los tres
ganaderos que nos quedan. Y recuerda uno, a aquel viejo médico de las vacas, de
Aríñez él, y que se apellidaba y por el apellido se le conocía: Perera; que
presto acudía a la choza, cueva o alpendre de todo aquel que solicitara su
intervención, asesorando al que lo había llamado acerca de su animal. Pero, les
hablo del pasado, que al presente, caminamos hacia un futuro del sector,
desaparecido, porque, ¿dónde una sola vaca, y que no sea de plástico como la de
San Mateo, a la entrada del pueblo si se sube desde Santa Brígida a mano
izquierda antes de llegar a la gasolinera? Pero, éstas no dan leche (y por
Agüimes he visto otras). Ser ganadero, ya no es rentable; ni te dejan o no te lo
permiten. De entrada tienes que aprender que no es cuadra, alpendre o cueva sino
granja (¡ni que fueran gallinas!). Ser ganadero, y te traigan la leche de fuera,
como que, ¿para qué? En cuanto a la carne, sucede otro tanto, pero es que si
tienes que alimentar al ganado, sean vacas o lo que sea, con lo que les traen de
fuera, como que no, no. ¿Y qué hacen con nuestros campos a rebosar y reventar de
pasto o hierba que se seca, sin dejarla tocar? Pero, está más que claro, la
administración pública (también uno sabe escribir fino), no está por la labor,
pues saldrían perdiendo ellos, no les interesa, y por eso lo persigue y castiga,
y si escapa alguien es de milagro, y por enchufe. El cabildo, el suelo para el
ganado se lo destina a los pinos (¡y mata las cabras!). Es decir, el trabajo de
y con animales, se acabó, está en los esténtores finales, quedan cuatro
becerrillos, pero del Canadá, porque ya ni de los nuestros quedan. Los campos se
llenan de maleza y basura, y se vacían de ganados y de ganaderos. No se ve un
pastor a la redonda, ¡ni con lupa, que lo busques! Y es que la cosa se la ponen
de: manejo, de sanidad, de instalación, de comercialización, de ayudas, de
exigencias, de unión europea, de normativa, de..., ¡que los aburren, y
abandonan! La ganadería canaria, y su cabaña, son cosas del pasado,
¡lamentablemente!
El Padre Báez, Pbro.
12-08-18
No hay comentarios:
Publicar un comentario