domingo, 12 de agosto de 2018

A este paso, los veterinarios se quedan sin trabajo.
 
A este paso, los veterinarios se quedan sin trabajo. A no ser se peguen como moscas a la granja del cabildo en Bañaderos, y mientras la perralla vaya en aumento, se sustituyan cabras por canes. Lo que sí está más que claro es, que la clase veterinaria, ya nada asesoran en el campo, ante la desaparición casi, de la ganadería, a no ser alguna que otra explotación que es a donde recluye el cabildo a los tres ganaderos que nos quedan. Y recuerda uno, a aquel viejo médico de las vacas, de Aríñez él, y que se apellidaba y por el apellido  se le conocía: Perera; que presto acudía a la choza, cueva o alpendre de todo aquel que solicitara su intervención, asesorando al que lo había llamado acerca de su animal. Pero, les hablo del pasado, que al presente, caminamos hacia un futuro del sector, desaparecido, porque, ¿dónde una sola vaca, y que no sea de plástico como la de San Mateo, a la entrada del pueblo si se sube desde Santa Brígida a mano izquierda antes de llegar a la gasolinera? Pero, éstas no dan leche (y por Agüimes he visto otras). Ser ganadero, ya no es rentable; ni te dejan o no te lo permiten. De entrada tienes que aprender que no es cuadra, alpendre o cueva sino granja (¡ni que fueran gallinas!). Ser ganadero, y te traigan la leche de fuera, como que, ¿para qué? En cuanto a la carne, sucede otro tanto, pero es que si tienes que alimentar al ganado, sean vacas o lo que sea, con lo que les traen de fuera, como que no, no. ¿Y qué hacen con nuestros campos a rebosar y reventar de pasto o hierba que se seca, sin dejarla tocar? Pero, está más que claro, la administración pública (también uno sabe escribir fino), no está por la labor, pues saldrían perdiendo ellos, no les interesa, y por eso lo persigue y castiga, y si escapa alguien es de milagro, y por enchufe. El cabildo, el suelo para el ganado se lo destina a los pinos (¡y mata las cabras!). Es decir, el trabajo de y con animales, se acabó, está en los esténtores finales, quedan cuatro becerrillos, pero del Canadá, porque ya ni de los nuestros quedan. Los campos se llenan de maleza y basura, y se vacían de ganados y de ganaderos. No se ve un pastor a la redonda, ¡ni con lupa, que lo busques! Y es que la cosa se  la ponen de: manejo, de sanidad, de instalación, de comercialización, de ayudas, de exigencias, de unión europea, de normativa, de..., ¡que los aburren, y abandonan! La ganadería canaria, y su cabaña, son cosas del pasado, ¡lamentablemente!
 
El Padre Báez, Pbro. 12-08-18

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