martes, 9 de diciembre de 2014

ex-agricultura

Agricultura por tabaibas…
 
“… Adán comió del árbol… me ofreció del fruto y comí… y comí…” (del libro del Génesis 3, 9-15.20).
 
“… para tomar venganza y aplicar el castigo… sujetando a los reyes con argollas, a los nobles con esposas de hierro…” (del salmo 149).
 
“… los tribunales de justicia…” (del salmo 121).
 
“... que comáis el pan de vuestros sudores...” (del salmo 126).
 
… es lo que nos han hecho estos malandrines del carajo. Y pensar, en el floreciente y rico caudal agrícola donde todo era cultivo, siembras, plantaciones, cosechas y fijo en la tierra todo el mundo pegado, pues de ella dependía la economía, la vida, el trabajo, la alegría, y esperanza, todo se ha ido al garete, como logro de un cabildo malogrado, que solo ha buscado comida y alimentos fuera, para llenar sus arcas a costa de matar cultivos, agro y campesinado. Todo lo ha llenado de tabaibas, sin dejar espacio para nada. Y, ¿cómo olvidar aquellos camiones de mi infancia que bajando de las cumbres (Tejeda, Las Lagunetas, Artenara, etc.), pasaban rebosando sacos de papas, de coles, de frutas al mercado, fijo un día y al otro también, y se sembraba y se cultivaba y se vendía y había vida y trabajo, pues hasta lo más mínimo en cercado estaba plantado y regado, cultivado y cuidado? Se aprendía desde niño las labores del campo, y hasta con canutos de cañas jugábamos a vacas en el establo, con cuatro palillos de patas y dos de cuernos, que era un encanto, y reflejo de lo que se veía y se reproducía en juegos y luego al cuidado, donde las madres hacían de ganaderas y agrícolas si los esposos tenían otro trabajo, que no dejaban el primero aunque de noche fuera añadido lloviera o tronara, con viento y en secano, que la vida era la tierra y su cuidado, pues de ella dependía la economía y la comida, por eso todos en ella entregados, que felices se vivía y así lo demostraba los cantos ya fuera del pastor o del que araba con sus toros enyugados. Felices años de la infancia que perdidos en años, se fueron también estos trabajos que nos han traído al paro y al hambre, porque lo que en otros tiempos y siempre así fueron, ya acabaron y cuyo comienzo tuvo en el último tercio del siglo XX pasado, justo cuando finalizó o acabó, lo que siempre se hizo, para nada hacer ahora sino tener hambre y los brazos cruzados, esperando nos traigan de fuera lo que nos arruina y nos mata, pudiendo sacarlo de la tierra que encima es la más privilegiada por clima y tierra del mudo, y la tenemos dada o entregada toda a una planta maldita que nos envenena y mata si quisiéramos tomar su leche, que ningún bien tiene y todo ella lo llena, con defensa de dos ejércitos al mando y ordeno del cabildo que vigila nada se plante, ni animal alguno haya sino perros por todos lados, sin otro animal lechero, que para leche con la de tabaibas tenemos de sobra y estamos bien servidos, aunque de nada nos sirve porque de ella nada se saca, sino que seca la tierra a su paso y se extiende como aceite por llanos y barrancos, cercados que en otros tiempos eran de papas, millo o coles hoy solo tabaibas tiene. Es decir: después de una época gloriosa, nuestra agricultura de siempre a nada ha pasado, pues se acabó o se terminó hace ya en torno medio siglo.
 
El Padre Báez.
 
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En la línea de un servidor:
 
… así es, la cesta de la compra de frutas y verduras frescas y otros alimentos está el doble que en muchos sitios peninsulares.
 
La cosa es que ya no es ESPAÑA... son los nuevos caciques politiqueros y sus funcionarios para chupar tasas de entrada, y los importadores de siempre forrarse... Y MANTENER UNIFORME y plano EL PAISAJE AGRO-SOCIAL RURAL (TABAIBAS como Usted dice...) y a comer cemento, O PETRÓLEO.....

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