domingo, 7 de diciembre de 2014

aclarando

Aclarando las tabaibas…
 
“… la semilla que siembras en el campo, y el grano de la cosecha del campo será rico y sustancioso… tus ganados pastarán en anchas praderas; los bueyes y asnos que trabajan en el campo comerán forraje fermentado, aventando con bieldo y horquilla…” (del profeta Isaías 30, 18-21. 23-24).
 
“… al ver a las gentes se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y abandonadas, como ovejas que no tiene pastor. Entonces dijo a sus discípulos:- La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos…” (Jesucristo Mt 9, 35-10, 1.6-8)´
 
“… higueras y viñas… hierba de su tierra… frutos de sus campos… codornices… los sació con pan…” (del salmo 104).
 
… los hay que no trascienden más allá y se quedan con las solas tabaibas, cuando las tabaibas son la tapadera de todo esto: se nos está quitando el derecho a la tierra, y como consecuencia también el del trabajo que le es afín, lo cual nos está llevando a una mayor pobreza y dejando marginado a todo el campesinado, que va quedando poco a poco en el olvido, y pasando a engrosar el número de pobres camino a Cáritas, al quedar al margen y excluidos. El asunto mayor es la privatización de lo que nos da la tierra, que queda desbastada por las trasnacionales, y en ello la complicidad del cabildo protegiendo todo, para ayudar al capital. Esa es la razón por la que el campesino es perseguido y multado por cualquier acción en la tierra, que iría en perjuicio de los grandes. Razón esta por la que están consiguiendo acabar con el sector primario. Y todo ello con la complicidad y silencio de los medios de comunicación. Y es que el cabildo prefiere ganen las multinacionales antes que el pueblo trabaje y se alimente en y de su tierra; a cambio nos llenarán de cultivos transgénicos que nos sumirán en un mayor paro y en una mayor hambruna, contaminando de paso la tierra y eliminando los cultivos de siempre, frente a los alimentos tóxicos que nos enferman y matan, pues es sabido el uso de agro-tóxicos de forma total y absoluta. Esta el la única razón por la que el cabildo acapara todas las tierras, prohibiendo el cultivo y la ganadería y adueñándose de las aguas y cualquier otro recurso natural, permitiendo con ello, el avance del capital y avasallando al campesino y a su propio campo, al que le arrebata el derecho sagrado a la propiedad, es decir a su tierra, al que multan si la trabaja (encarcela y mata). De paso consigue que la tradición, cultura e identidad desaparezcan y obligan a que el campesino se desplace y abandone su tierra y propiedades. La situación es grave, alarmante e indignante según palabras del Papa Francisco. Ya es bueno el Vaticano denuncie la migración del campo a las grandes ciudades o al extranjero de estos campesinos por quedar atrapados por el capital, que se ven obligados a consumir neoliberalmente según su mercado, dejando a la población sin apoyo alguno de ningún gobierno. Por eso precisamente, los gobiernos no impulsan la política agraria, términos estos que no aparecen en programa alguno, ni son tema de debate alguno, para así poder arrebatar tierras y legítimas propiedades a sus dueños; y si alguien cultivara algo, queda desprotegido por el gobierno que sale garante del comercio, pero no de la comercialización del producto propio, al que le ponen trabas mil. Se favorece así el abandono de las tierras, y favorecen así la pérdida de puestos de trabajo, al no remunerar justamente al que aún se resiste en el campo hundiendo el bien familiar. El campo nos da la comida, pero la tierra está protegida y así nada obtenemos de ella, robando la tierra o su propiedad a sus dueños, con lo que se acaba con el campo y el campesinado. Y los que todavía cultivan algo, es transgénico, con lo que afecta a la salud con graves deterioros de esta como son: cáncer que aumenta, abortos no deseados, malformaciones de niños, etc., condenando incluso a la muerte a muchos, por esos agro-tóxicos con los que el gobierno acaban con personas, animales y la misma tierra. Solo cultivan las multinacionales que nos llenan de hambre y muerte, y si vivos cargando enfermedades o problemas de salud. Y ante lo relatado, no hay autoridad alguna que frene esta situación que acaba con lo que ha sido tradición y señas de identidad, cultura y puestos de trabajo, que nos llevan a graves situaciones a la hora de alimentarnos. Pues han despojado y han privatizado la tierra, y nada se puede hacer en ella; y de ahí la persecución al campesino por parte del cabildo con sus dos ejércitos: miedo ambiente (disculpen: cada vez que quiero decir medio ambiente, me sale miedo ambiente, que es lo mismo), y el Seprona, cuyos ambos ejércitos tienen declarada la guerra a todo campesino, criminalizando cualquier acción de éstos, bien sieguen hierba o planten semilla alguna, persiguiendo por igual si de ganadería se trata. Y todo lo que precede es ocultado por los medios de comunicación que manipulan y tergiversan engañando de continuo al respecto, haciendo enmudecer hasta con la muerte a aquel que se atreva a denunciar cualquier atropello o cuanto en el campo ocurre y la acción sobre el mismo por parte del cabildo, a cuyo campesino y campesinado el cabildo le ha quitado el derecho a alimentarse de su tierra, de trabajar en ella, ya sea en la agricultura como con el ganado, desapareciendo la tradición y la cultura propia del agro, del cual nada puede producir, al no permitírsele el trabajo, oprimiéndolos hasta la muerte si lo hacen, impidiéndoles comer , trabajar, matándolos a hambre y haciéndolos dependientes de todo lo importado… y siendo todo esto así: ¿qué sentido tiene un gobierno tal, que actúa contra el bien común y a favor del mal vivir, quitándole al hombre el mayor bien que es su libertad?
 
El Padre Báez.
 
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Dios, se lo habrá pagado ya, en la Otra Vida:
 
---------- Mensaje reenviado ----------
De: Francisco Díaz <
prismacanario@gmail.com>
Fecha: 18 de julio de 2014, 0:48
Asunto: Fwd: Fw: tabaibas okupas
Para: José Manuel Balbuena Castellano <
jmbalcas@gmail.com
>
Porfa,
 
Anímate, te invito a denunciar con pundonor y sin vanas disculpas, tal como el Padre Báez, el etnociodio y delito de lesa patria por la maldita bastarda conservación de cuatrillones de tabaibas que tienen comida el alma rural de nuestra nación Tkanaren, en adelante pasará a llamarse  el castrante Tabaibal, la que fue nuestra otrora fértil y pundorosa Gran canaria.
 
 

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